Luciana Reif
La poeta que viene pisando fuerte
con sus versos descarnados
Afortunadamente la
escena de la poesía argentina está en plena renovación. Nuevos valores jóvenes surgidos
en los últimos años vienen tomando las riendas de un género que crece cada día
más. Entre ellos aparece el nombre de Luciana
Reif, poeta treintañera del barrio de Boedo.
Nacida en 1990 en la localidad bonaerense de Lanús, es socióloga por la UBA y
becaria de investigación del CONICET y la Universidad Nacional de Avellaneda;
en la actualidad está trabajando en su tesis doctoral.
Su vínculo con la
poesía comenzó a los diez años. En el trayecto de cuarenta minutos de colectivo
entre su casa en Avellaneda y su escuela en Banfield, observaba minuciosamente
el paisaje y la gente. Así le iban surgiendo
imágenes que se transformarían en sus primeros versos. A partir de ese momento
nunca dejaría de escribir. Ya en su adolescencia fue tomando más en serio su
tarea de escritora y comenzó a leer poesía.
Ante la
insistencia de su madre, a los veinte asistió a su primer taller literario,
coordinado por Osvaldo Bossi. Allí descubrió a la poeta americana Sharon Olds,
que le abrió un mundo nuevo y se convirtió en su principal referente. Otras
autoras que influyeron e influyen en su obra son la mexicana Rosario
Castellanos, la italiana Alda Merini y la argentina Juana Bignozzi.
“La poesía es un
espacio donde yo puedo problematizar, puedo ir hacia adentro mío. La poesía me
permite una vía de escape de la rutina, de lo racional y un encuentro con una parte
mía relacionada con la locura, con el delirio”, reflexiona Reif. En sus poemas sobrevuela
el carácter autobiográfico y predominan las temáticas asociadas a lo doméstico,
al espacio íntimo, a los tabúes familiares. “A través de mi poesía manifiesto
determinadas cuestiones ligadas a determinadas crudezas y violencias que
ocurren en el espacio privado. Me interesa esa relación que se teje entre la
violencia y el amor, que parecen cosas antagónicas y a veces están muy unidas. El
ser humano es muy complejo; por eso, en algunas ocasiones, ligado a vínculos de
cariño y respeto aparecen cuestiones que son el reverso. Ahí es donde entra
cierta cuestión más oscura, de violencia, de miedo. A mí me interesa esa faceta”.
La poesía de
Luciana Reif es potente, descarnada, desmesurada. Compartimos este poema
inédito de su autoría escrito en junio del año pasado: “Hay días que ofrezco
/ mi maldad como un don / o una alhaja, digo / esto es lo que puedo ser ahora /
y refulge el diamante / como una brújula / en el pecho de los viajeros. / Sé
orientarme en mi negrura / hasta donde sí / y hasta donde no / para no
lastimarte. A veces me acaricias / y me sosiego, otras / me erizo / como un
gato parco”.
En 2016 publicó su
primer libro, Entrada en calor (El
ojo del mármol), que le demandó cinco años de escritura. Está dividido en tres
partes: hay poemas de índole familiar, poemas eróticos y poemas vinculados a
una separación amorosa. “El primer libro es un libro iniciático,
donde hay un coro de voces que, en definitiva, es la búsqueda de una voz, mi
voz propia”.
En tanto, en 2018
se editó su segundo poemario, Un hogar
fuera de mí (Colección Visor de Poesía), donde prevalece una perspectiva
feminista. “Lo escribí de un tirón, en seis meses. Hay una conciencia un poco
mayor de una voz determinada. Disfruté muchísimo la escritura de este libro
porque fue en un momento muy particular en el cual estaba conectada con la
escritura de una manera absolutamente carnal. Fue una escritura muy en carne
viva”. Este libro le valió el XXX Premio Loewe a la Creación Joven en
2017. El jurado alabó “su visión femenina de la realidad desde el feminismo
militante a la crítica del machismo social”. “El premio fue una alegría
enorme, era algo que no me esperaba. Me dio mucho reconocimiento, mucha
satisfacción a nivel personal, me dio otro tipo de visibilidad”.
Reif participó de
las antologías El Rayo Verde (Viajero
Insomne, 2014 y 2015), Rizoma (2016)
y Otros colores para nosotras
(Ediciones Continente, 2018), donde compartió el espacio con otras doce poetas
argentinas contemporáneas. En marzo de 2020 formó parte del concierto poético a
tres voces denominado “Puro sol sobre la escarcha” en el CCK, en el cual se
reivindicaba el trabajo de las poetas mujeres. Asimismo, realizó la selección y
prólogo de la antología La carne veloz de
las flores (Aguacero Ediciones, 2020), que reúne poemas de doce autores
hispanoamericanos nacidos entre 1990 y 1999.
También cabe
mencionar su rol como docente, como coordinadora de un taller grupal de poesía
bautizado significativamente “Saltaré sobre el fuego”, labor a la que se animó
a incursionar por primera vez a mediados del año pasado a través de la
plataforma Zoom. “Dictar un taller no consiste en dar una técnica, sino que tenés que abrir la búsqueda exploratoria, abrir la mirada
del mundo a los alumnes. Es una tarea muy difícil por momentos, pero estoy fascinada y el grupo que tengo es
hermosísimo”.
Reif vive en Boedo
desde hace tres años. “Ahora estoy enamorada de lo que sucede los
fines de semana cuando algunas calles se hacen peatonales. Soy absolutamente
asidua del Café Margot, al cual voy tres veces por semana. Me gusta mucho la
avenida, la oferta gastronómica. Con mi novio, que es músico, armamos un ciclo
de poesía en el Centro Cultural El Surco. Me convertí en una boedista, de
aprovechar los espacios culturales, de hacer cosas. Me gusta mucho también que
sea barrio, salir a caminar”. En este momento a la poeta le falta
corregir dos poemas para cerrar su tercer libro, que se publicaría el año
próximo; todavía no tiene título. Contendrá poemas ligados a lo familiar, al
amor, la cuestión intelectual, la contradicción de la mente y el cuerpo.
Laura Brosio
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