domingo, 31 de octubre de 2021

EDITORIAL PRIMERA PÁGINA - NOVIEMBRE 2021

 




EDITORIAL AL Nº 317 NOVIEMBRE 2021

 

Describe la leyenda mitológica que tras haber robado el titán Prometeo el fuego de los dioses para regalarlo a los hombres y el castigo que Zeus le impuso por tamaña osadía, su hermano Epimeteo recibió como regalo de los Olímpicos una compañera: Pandora. Ésta fue dotada con todos los encantos que los dioses podían proporcionarle: Afrodita le dio la belleza, Hermes la elocuencia, Atenea la sabiduría, Apolo la música...

 Cuando Pandora se presentó ante Epimeteo, lo hizo acompañada de otro regalo de Zeus: una caja cerrada, que bajo ningún concepto debía ser abierta. Epimeteo, deslumbrado ante su gracia y belleza, ignoró la promesa hecha a su hermano de no aceptar jamás regalo alguno de los dioses olímpicos, pues eran astutos y traicioneros, y la aceptó como compañera, aceptando al mismo tiempo la caja que la acompañaba, que escondió bajo llave en lugar seguro...

 Pero la curiosidad pudo con Pandora, y un día que Epimeteo dormía le robó la llave y la abrió para espiar su contenido. Al levantar la tapa, grande fue su desilusión al encontrarla vacía, pero era porque en ese mismo momento escaparon de ella todas las desgracias y males que podían afectar al hombre y se extendieron por el mundo: enfermedades, sufrimiento, guerras, hambre, envidia, ira... Más todavía, le dio tiempo a vislumbrar en el fondo de la caja algo que aún no había escapado, y corriendo la cerró. Lo que pudo conservar en el fondo de la caja fue la Esperanza, que no consiguió escapar.

Los tiempos transcurrieron… la caja se transformó en un gran cofre en el que se multiplicaron los males, la leyenda de Pandora se transformó en realidad; y se añadieron nuevas calamidades, que fueron creando los descendientes de aquellos hombres y que se expandieron por el mundo. A todo esto, la humilde esperanza se mantuvo oculta. Mientras unos la disfrutaban, otros la carecían, nació así un nuevo concepto de la realidad: la injusticia.

Superada la esclavitud, sobrevino la del feudalismo, y finalmente la del capitalismo, que con el nombre de “liberalismo perdura en nuestros días. El laissez faire, expresión francesa de “dejar hacer” de la mano de Adam Smith, con una completa libertad en la economía: libre mercado, bajos o nulos impuestos, bajos salarios y mínima intervención de los gobiernos. Se trata de una mano invisible “egoísmos responsables” que lo guía todo.

Más tarde, el liberalismo se transforma en neoliberalismo, “una variante política y económica que tiende a reducir al mínimo la intervención del Estado”​ más de lo mismo, cuyos “pilares básicos incluyen privatizaciones y desregulación” (desandar los pocos o nulos controles).

Pero sobrevendrán nuevos males en aquella “mitológica caja”, entrarán en escena los denominados “paraísos fiscales”, sitios a los que no llegan siquiera las leyes de los países más o menos organizados.

Así nos familiarizamos con términos como: “fuga de capitales” y “blanqueo de los fugados”y en los últimos tiempos la filtración de documentos en los “Panamá Papers y “Pandora Papers.

En ellos se incorporan nuevos evasores, entre los que se encuentran presidentes, como Sebastián Piñera en Chile, Guillermo Lazo en Ecuador, y en Argentina, un hermano y la madre de Mauricio Macri, entre muchísimos más, con sus lobbies de presión mediática.

 A éstos, aparte de evadir y blanquear, no les gusta que los controlen, que los regulen, de allí la oposición a leyes como las de: “etiquetados”, “góndolas”, “precios cuidados”, son aquellos los que financian las campañas políticas de las derechas: Pro- Cambiemos y compañía, manipulando a legisladores con ilegales dádivas.

 Mientras, los precios descontrolados encontraron la horma de su zapato: ¡¡¡albricias, llegó el congelamiento!!! y los males de Pandora: a los gritos. El mismísimo Papa Francisco pidió por un salario mínimo universal, la reducción del horario de labor, reclamó a los poderosos del planeta que trabajen por un mundo más justo, solidario y fraterno, la cancelación de la deuda de los países pobres, la prohibición de las armas, el fin de las agresiones y las sanciones y la liberalización de las patentes para que todo el mundo tenga acceso a las vacunas, para que cada persona en este mundo pueda acceder a los más elementales bienes de la vida.

¿Y la esperanza?, escondidita en el fondo de aquella cajita espera una oportunidad, ¿la tendrá?

Y: colorín colorado, la leyenda continúa…

 

Hasta la próxima


 

RESPALDAR FIRMEMENTE EL CONGELAMIENTO DE PRECIOS, Y SI ES NECESARIO, APLICAR LA LEY 20.680 DE ABASTECIMIENTO, QUE ESTABLECE SEVERAS SANCIONES A LOS INFRACTORES



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