jueves, 28 de abril de 2022

EDITORIAL

 EDITORIAL Nº  323 MAYO 2022




“No. No aceptes lo habitual como cosa natural. Porque en tiempos de desorden, de

confusión organizada, de humanidad deshumanizada, nada debe parecer natural.

Nada debe parecer imposible de cambiar”

Bertolt Brecht

Mayo es por excelencia “El mes de la patria”. ¡Nuestra patria!, tan vilipendiada en muchos tiempos de la historia y también en los difíciles días que nos toca transitar.

Decir patria, es decir soberanía, y es precisamente hoy el tema que está en cuestión.

Hace apenas pocas semanas se cerró el acuerdo con el FMI, contrayendo una nueva deuda, con nuevos plazos y condicionamientos, que se presentó como “un mal inevitable”, cosa que muchos argentinos dudan.

Mayo es por excelencia, el mes de la patria, y a los flagelos del aumento indiscriminado de precios, surge el exiguo aumento salarial mediante un bono, que deja a los básicos de convenio y a los jubilados que cobran más de dos mínimos, “debajo de la mesa”, pateando hacia las paritarias que manejan una decena de gremios poderosos, con mayor poder de lobby y cúpulas burocráticas enquistadas en el sistema desde hace, en muchos casos, 30 años. La hoy silenciosa “burocracia sindical” manejada por los llamados “Gordos”.

Mayo es por excelencia, el mes de la patria, y a los problemas señalados, se suma el “Golpe Institucional” del remanente residual de una corte suprema de solo cuatro miembros, (con minúsculas), que irrumpe en los otros dos poderes, intimando, legislando y estableciendo plazos perentorios, inconstitucionales, “tomando por asalto” un Consejo de la Magistratura, que tampoco cumplió con su roll institucional para ordenar un sistema judicial desquiciado.

Mayo es por excelencia, el mes de la patria, y la cuestión fundamental es quién le pone coto al descalabro actual de las instituciones, jueces atornillados en su poltrona que responden a intereses sectoriales y al dominio económico, mediático y cultural.

Un Parlamento, semiparalizado por la oposición, inhibido de decidir, al que el PE pretende enviar un proyecto de ley sobre una “renta inesperada”, que si bien existe, es la prolongación de las injustas relaciones de producción entre el capital y el trabajo, supervivientes desde muy lejos…

Hoy el capital unos pocos privilegiados: el empresariado monopólico, sectores concentrados del campo, terratenientes que alquilan sus amplios campos en arrendamientos alevosos, especuladores financieros y bancarios, y otros, que se llevan el 57% de los bienes producidos (la torta), dejando para el trabajo (que son millones) solo el 43% restante–. Se debe volver al llamado “fifti fifti”, aunque invertido y mejorado: 43 a 57.

Estos poderosos, “bancados” por un poder mediático que domina el 90% de los medios de todo tipo: gráficos, televisivos y de redes, logró hoy penetrar en la mente de no pocos millones de argentinos colonizados, impedidos de pensar libremente, muchos repiten como loros aquel mensaje único (nado sincronizado), uniforme y falaz.

¿Cómo salir del atolladero?, no será fácil, y menos con la confusión instalada y a solo poco más de un año de las elecciones presidenciales, pero, ¡vale un esfuerzo!

Es necesario un shock distributivo, ¡sí!, ¿pero cómo se implementa?, si por un lado presiona el FMI, que ya pide solapadamente rebajar las jubilaciones, aumentar la edad jubilatoria y bajar el gasto público, y por otro, la oposición, los medios, la justicia… ¡cómplices necesarios!

Ese shock distributivo es urgente, a partir de un aumento general de todos los sueldos básicos de trabajadores y jubilados de $ 20.000 (no un bono), tal como ocurrió con los trabajadores del Congreso Nacional. Hay que: “barajar y dar de nuevo”.

Se deben repatriar (por decreto del PE) todos los capitales fugados, que es un delito punible, y reactivar la actividad productiva de PyMES, empresas recuperadas, más nuevos emprendimientos a cargo del Estado y las distintas Cooperativas, una verdadera revolución productiva con redistribución.

Deben cambiar las actuales relaciones productivas fracasadas, implementar el “IAPI”, herramienta creada en 1946 por el peronismo, más las juntas reguladoras de granos y de carne (paradoja: sancionadas en épocas del conservadorismo, en 1932). Además, es urgente nombrar al menos cinco nuevos jueces a la Corte (cuatro de ellos mujeres), y un nuevo procurador también por decreto, y que no le tiemble el pulso al señor presidente, que tendrá un pueblo detrás que lo respaldará.

Luego: que vociferen y ladren los de siempre. ¡A cantarle a Gardel y a llorarle a Magnetto! O se toma al toro por las astas o éste nos embiste sin contemplaciones.

“Nada debe parecer natural. Todo es posible de cambiar”, especialmente las “históricas relaciones sociales de producción” (primitivas, esclavistas, feudales, capitalistas, imperialistas, socialistas y globalizadas).

Para Hegel (1770-1831): “La existencia humana se desarrolla en base a leyes constantes, siguiendo un proceso dialéctico, todo cambia, todo fluye y deviene en la historia del ser humano y el mundo, como un proceso dialéctico, en el que a una etapa se le opone su contraria, para finalmente, en una síntesis, ser ambas superadas”.

Sin embargo, ese proceso, que es natural, puede ser largo, hay que ayudarlo, y la clave está en la movilización popular, no se puede esperar y llegar a un escenario similar al del año 2001.


Hasta la Próxima





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