Ajedrez en la
Plaza Almagro
Todas las mañanas antes de ir al trabajo, voy a la plaza Almagro para realizar ejercicios físicos.
Siempre encuentro a dos hombres mayores sentados en las mesas que dan
sobre la calle Perón, junto a un tablero de ajedrez.
Pueden pasar horas, que ellos están en silencio concentrados en ese
tablero, ni el ruido de los autos, ni el ladrido de los perros del canil, ni
los gritos de los chicos que juegan a la pelota los distrae.
Es como si estuvieran dentro de una burbuja. Un día me acerqué y les pregunté:
–Perdón, ¿no se aburren tantas horas jugando
al ajedrez?
El más anciano, un señor de 81 años (según me comentó), me dijo: –Sentate m´hijo,
te voy a explicar: el ajedrez es un juego de estrategia en donde dos personas se
desafían frente a un tablero; fomenta la
creatividad, entrena la memoria y ayuda a prevenir el Alzheimer.
Mirá –me dijo Don Luis (su compañero de partidas)– por suerte hay en muchas escuelas, en donde se enseña y practica el ajedrez.
Esto a los niños y adolescentes
les permite desarrollar habilidades mentales, como calcular, analizar y tomar
decisiones, poner en práctica valores importantes como la cortesía, aceptar
normas, los turnos de juego y respetar las ideas de los demás.
En los adultos es una herramienta
de socialización y autovaloración y sobre todo al requerir mucha planificación
y atención, se convierte en un recurso utilizado en la rutina de estimulación, con lo cual puede prevenir el Alzheimer.
Recuerda siempre: el ajedrez sirve para nunca darse por vencido y luchar
hasta lo último, actitud que nos sirve para
sobrevivir mejor en los momentos difíciles de la vida.
Ahora los comprendo –les dije–. Señores, voy en busca de un
tablero y de un profesor que me enseñe a jugar.
Lucas Giannotti
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