martes, 3 de julio de 2012

EEUU Y LOS PUEBLOS UNIDOS DEL SUR


EE. UU vuelve a la región con nuevas bases militares


            Con un discurso más discreto y sin hacer tanto alarde de su poderío militar, Estados Unidos vuelve a posar sus ojos en la región. Si bien la Casa Blanca nunca se olvidó de su patio trasero, la realidad mundial les obligó a concentrar sus fuerzas en el Golfo Pérsico primero y en Afganistán después. Ambos  conflictos siguen vigentes pero atraviesan una fase de distensión, lo que le permite a Obama disponer de  menos efectivos allí.
            Mientras Estados Unidos estuvo afuera, se consolidaron en América latina gobiernos de carácter popular que ya no siguieron tan fielmente los dictados del Norte. En el plano militar Ecuador pudo exigirle al Pentágono que cerrara la base militar de Manta.  Además, Brasil se instaló como la gran potencia regional.
            Pero el Imperio no se iba a quedar sin contraatacar definitivamente. Primero reactivó la Cuarta Flota y más tarde abrió siete nuevas bases en Colombia, que oficia como cabeza de playa de la Casa Blanca en América Latina. También otro país ideológicamente afín a Obama, como es el Chile de Piñera, autorizó la apertura de otra base militar en Fuerte Aguayo. En la Argentina, el gobernador de la Provincia de Chaco, Jorge Capitanich, tuvo que dar marcha atrás con la instalación de una base que iba a estar destinada a ¨fines humanitarios¨.
            Gracias a esta nueva expansión, de poco rebote mediático, los norteamericanos controlan todo el Pacífico, desde su propio país hasta la zona austral. Tiene así una forma de intervención rápida tanto en la defensa de sus intereses como en la defensa de gobiernes afines que pueden pedir ayuda especial. Recordemos que en el golpe de estado en Honduras, el presidente depuesto Zelaya, fue llevado primero a la base militar que Estados Unidos posee en ese país.
            Ahora los recursos naturales de América latina, tanto la energía de Bolivia, Venezuela y Brasil, como el Acuífero Guaraní,  están a pocos horas de vuelo de los helicópteros y aviones que dirige Obama. Los norteamericanos no regalarán nada y buscarán recuperar su hegemonía política y económica en la región. Será ahora el momento de comprobar si los cambios positivos de la última década en nuestros países serán definitivos o caerán ante el avance del país más poderoso de la Tierra. 
                                                                     
                                                                        Pablo Salcito                                                                                                                            
           

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