NACIONES LATINOAMERICANAS ABANDONAN EL TRATADO INTERAMERICANO DE  ASISTENCIA RECIPROCA  ( TIAR)     

Informe recopilado por los miembros del CEMIDA   Cnl  (R)  José Luis García y   Prof.   Elsa Bruzzone

 Las Repúblicas de Bolivia,  Venezuela, Ecuador y Nicaragua informaron durante la realización de la 42º Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), realizada en la ciudad de Cochabamba,  Bolivia,  que abandonaban el  llamado TIAR, alianza militar entre los países latinoamericanos con los EE UU  firmada en Río de Janeiro el 2 de setiembre de 1947, por considerarlo inútil para los países de la Región. Las cuatro naciones,  fueron los únicos  integrantes del ALBA (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) que anteriormente lo habían firmado. Cabe  recordar  que  integran  también  el  bloque    Cuba, Dominica, San Vicente y  Granadinas y Antigua y Barbuda. 
El Canciller de Ecuador   Ricardo Patiño  recordó las palabras del Presidente Rafael Correa  tras volver a Quito, luego de intervenir en la Asamblea General y en  la Cumbre de los Pueblos, simultánea con la reunión continental de la  OEA en Cochabamba,  quien había manifestado  que   el TIAR    sólo sirvió a los  intereses de EE  UU  y   que  cuando  debió utilizarse  a favor de la Argentina  durante el conflicto del Atlántico Sur, EE UU  junto con Chile y Colombia se alinearon con el agresor  británico.  Patiño anunció la retirada y advirtió que era hora de lanzar al TIAR  “al tacho de la basura” en una posición que coincide con el mensaje dejado por el  Presidente  ecuatoriano   al plenario de la Asamblea General quien  también cuestionó  el rol que ha desempeñado la OEA durante todos estos años y llamó a su refundación.
Los Cancilleres de Venezuela Nicolás Maduro, Ecuador  Ricardo Patiño y Bolivia David Choquehuanca, además del representante permanente de Nicaragua ante la OEA Denis Ronaldo Moncada Colindres, realizaron una conferencia de prensa conjunta en Cochabamba para anunciar la determinación de sus  países  de  abandonar el TIAR.   Patiño, en nombre de las cuatro naciones, explicó las razones de tal  decisión  con los siguientes términos:
"Nuestros países han tomado la decisión de enterrar lo que merece ser enterrado, o de tirar al tacho de la basura lo que ya no sirve. El TIAR fue creado en condiciones en que se suponía que podría servir como un instrumento de protección mutua de los países de nuestra América en caso de supuestas agresiones extra  continentales y que en el momento más importante en que debió haber sido utilizado, cuando el grave episodio de las Islas Malvinas en la década de los ochentas, no se aplicó. Y no sólo no se aplicó, sino que uno de los miembros, Estados Unidos, respaldo y apoyó a Inglaterra.  Desde allí ha dejado de tener sentido y estaba prácticamente sin referencia alguna por parte de alguno de los países de América para utilizarlo contra todas esas supuestas agresiones de fuera del continente, mientras se producían problemas en el interior del Continente,   nuestros países han tomado la determinación de denunciar el referido Tratado. Esta decisión la hemos pensado muy bien, la hemos consensuado muy bien con nuestros gobiernos para limpiar la hojarasca de esta institución de la OEA, que, como han dicho algunos presidentes, tiene la obligación de reinventarse"  
Según Patiño, los países del ALBA reclaman una organización que pueda servir a los pueblos y no a intereses hegemónicos; que se convierta en defensora y propulsora de los derechos humanos de nuestros pueblos. Y  agregó:  “Los cuatro países aquí representados damos los pasos para la sepultura del TIAR, como un primer paso para esas transformaciones que la OEA necesita”. 
El Artículo 4º   del TIAR  delimita su área de acción a todo el continente americano y a 300 millas a partir de sus costas y determina que "un ataque armado por cualquier Estado contra un Estado Americano, será considerado como un ataque contra todos los Estados Americanos aclarando que "...cada una de las Partes Contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque en ejercicio del derecho inmanente de legítima defensa individual o colectiva que reconoce el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas".
Desde su instauración fue invocado en varias oportunidades, sobre todo en las décadas de los años 1950 y 1960, recordemos  las  invasiones  a  la  Guatemala  de  Arbenz  en   1954  y  a  la  República  Dominicana  de  Bosch en  1965,  aunque siempre movido por intereses de EE UU. Fue invocado   por  última  vez,  y  justamente  por EE  UU,    el  11  de  septiembre  de 2001  en  la  reunión  de  la  OEA  en  Lima,  Perú,  cuando el ataque a las Torres Gemelas.
En 1982 ante  la agresión británica a las Islas Malvinas se intentó hacerlo efectivo; pero EE  UU decidió validar su condición de miembro de la OTAN y se puso al lado del Reino Unido con   el  argumento  que Argentina “había iniciado la guerra.” Los  gobiernos de Chile (Augusto Pinochet) y Colombia (Julio César Turbay Ayala)  lo respaldaron, ante la demanda del resto del continente que pidió apoyar a nuestro país. La consecuencia fue que el TIAR, como instrumento de defensa multilateral,  resultó inútil, y esa situación fue una de las causas por las cuales México lo denunció el 6 de septiembre de 2002.
De los 34 países actualmente  miembros de la OEA, sólo 23 firmaron el referido pacto, de los cuales  hoy  sólo quedan 18 tras la salida de México y de los cuatro miembros del ALBA; mientras que Perú, pese a que lo denunció en 1990 y 1991, se mantiene aún como uno de integrantes. Luego de la renuncia de México el gobierno norteamericano  lamentó la posición de su  país vecino, manifestó su "desilusión”    y  ratificó que  para  EE  UU  "continúa siendo una herramienta de vital importancia para la seguridad hemisférica" poniendo como  ejemplo los ataques contra las Torres Gemelas, el año anterior a la partida de México.  En realidad es sólo útil para su propia seguridad, comprometiendo en ella al resto de los signatarios  
Luego del anuncio de los cuatro países del ALBA  de abandonar el TIAR, el portavoz del Departamento de Estado  William Ostick, consideró "desafortunado que los Gobiernos de Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela hayan notificado su decisión de retirar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca";   y  recordó  que esas naciones tendrán compromisos por los próximos dos años, tras los cuales,  de acuerdo con la reglamentación, recién se hará efectivo su abandono.  La  forma  en  que  esas  palabras  fueron  expresadas sonó  a  una  velada amenaza.
Nosotros consideramos que lo “desafortunado” es que  EE UU haya  olvidado los contenidos que enunció en su declaración de independencia  los  cuales   colocaron a la incipiente nación de George Washington a la cabeza de los países en la protección de la libertad,  de los derechos humanos  y de las causas justas. Hoy bajo el dominio de un ”complejo industrial-militar” están a la cabeza de los que avasallan esos derechos junto  a  sus  aliados depredadores   los  países  integrantes  de la OTAN y la decadente Gran Bretaña.  Lo que parece poco explicable es que la Argentina, desde el año de la traición  -  1982  -  no haya denunciado este inútil instrumento de “AYUDA RECÍPROCA”, como lo han efectuado sus países amigos solidarios regionales.  Tenemos fundadas esperanzas de  que ello ocurrirá a la brevedad.