lunes, 17 de septiembre de 2012

EL PAÑUELO BLANCO NO DEBE MANCHARSE

 
EL PAÑUELO DE LA VERGUENZA
 
REPUDIO AL USO INMORAL DEL PAÑUELO BLANCO
Y A
LA EXHIBICIÓN DE SVÁSTICAS
 
Cuando en abril de 1977, desgarradas por el dolor de hijos e hijas ausentes, catorce mujeres marcharon en círculos por la Plaza de Mayo, tuvo lugar una marcación colectiva, un modo histórico de construir la memoria. Para hacerse visibles en la multitud y hacer visibles los nombres de sus hijos desaparecidos, las Madres cubrieron sus cabezas con los ya emblemáticos pañuelos blancos.
Pañuelos blancos que desde entonces simbolizan un modo pacífico de resistencia contra la dictadura cívico militar, una manera de lucha que se extendió a lo largo y ancho del territorio nacional y atravesó fronteras para constituirse, hoy en día, en un signo universal en defensa de los DDHH y que identifica a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Porque detrás de cada pañuelo circulan todos los significantes que dieron forma a la maquinaria del terrorismo estado, no sólo en el nombre estampado de sus hijos e hijas detenido/as desaparecido/as, sino en la Verdad que escondía la práctica represiva de la desaparición forzada: tortura, secuestro, robos de niños, violaciones, asesinatos, en suma la planificación del mayor genocidio de la historia moderna de la sociedad argentina.
Por ello, visualizar en los medios de comunicación la imagen de una mujer platense, que se siente con el derecho de ponerse el símbolo de esa tenacidad de lucha de nuestras Madres, con una frase que lo afrenta, sostenida, al mismo tiempo, por el silencio cómplice y la aprobación de quienes la vieron y decidieron callar -como así sucedía en tiempos durante y después de la dictadura-, constituye un gratuito acto de violencia y una banalización de los significantes que representa el pañuelo blanco. La Verdad, la Memoria y la Justicia develaron la barbarie criminal que azotó implacablemente las calles del territorio nacional y en particular en la ciudad de La Plata. Las bombas, los asesinatos, los secuestros, los fusilamientos a plena luz del día, fueron escenarios que recorrían como un manto siniestro toda la ciudad y que todavía perviven y muestran la naturaleza de los dispositivos del terrorismo de estado. Esta exhibición representa el odio expreso a un símbolo –el pañuelo blanco- que ha servido para enaltecer el comportamiento del pueblo argentino.
Y para refrendar este acto de provocación, cruces svásticas, respaldadas por idéntico silencio cómplice, desfilaron por las calles de Buenos Aires, exaltando la apología del genocidio. Símbolos amenazantes y que retrotraen a épocas que la humanidad recuerda como herramientas criminales del mal absoluto.
Herman@s de Desaparecidos por la Verdad y la Justicia repudia enérgicamente el uso inmoral del pañuelo blanco, junto con la exhibición de símbolos nazis. Nuestras Madres en nuestro largo trayecto del sendero contra la impunidad son las guías quienes nos acompañan en nuestro firme derrotero de lucha y cuya simbología no podemos permitir que sea utilizada para otros fines que no sean la consecución de la Verdad y la Justicia.  
 
30.000 DETENIDOS DESAPARECIDOS
¡PRESENTES!
¡AHORA Y SIEMPRE!
 
No olvidamos
No perdonamos
No nos reconciliamos
¡Aparición con vida de Jorge Julio López!
¡Esclarecimiento del asesinato de Silvia Suppo!
 
Herman@s de Desaparecidos Por la verdad y la justicia

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