el
VOTO FEMENINO
“No estudio por saber más, sino por ignorar menos.”
Sor Juana Inés de la Cruz
(1651-1695)
“La historia está escrita por los varones y la mujer
siempre ha sido invisibilizada, aun cuando hubo una participación impresionante
de ellas en acontecimientos del siglo XX como la revolución rusa, la china, la
cubana y el proceso de descolonización de África”, remataba Fanny
Edelman (1911-2011) en uno de sus discursos.
Desde los
albores del siglo XX, y aún desde mucho antes, la mujer libró una despareja batalla por la equiparación de
sus derechos cívicos con los del hombre.
Fueron mujeres anarquistas y socialistas las que iniciaron
la ardua tarea, entre ellas se destacaron Alicia Moreau de Justo, Fenia Chertkoff, Julieta Lanteri, Elvira
Rawson de Dellepiane, y tantas otras.
Eva Duarte
de Perón será quien finalmente en 1947 coronará con éxito la larga
lucha por el voto femenino.
LA MUJER DISCRIMINADA
El
voto femenino fue una faceta más del largo camino
de discriminación que ha padecido la mujer en todos los aspectos de la vida,
tanto en la historia nacional como universal, al colmo de ser considerada
“incapaz” por el Código Civil de 1871.
Recién en 1929 por la ley 11357 se reforma aquel Código y se le reconoce –al menos formalmente – la igualdad
de derechos sobre administración de bienes y patria potestad de los hijos. Sin
embargo no se le reconocen los derechos cívicos, por los que ésta venía
pugnando desde antes del comienzo del siglo XX.
Es excepcional el ejemplo de Cecilia Grierson, que obtuvo en 1889 el diploma de médico. Lo fue además la participación que tuvo en el Segundo
Congreso Internacional de Mujeres en Londres en 1900 y
su inicio en la profesión como personal del Hospital Ramos Mejía. Su
retrato cuelga en el Salón Mujeres Argentinas de la Casa Rosada junto al de otras figuras
femeninas de la historia nacional como Victoria Ocampo, Juana Azurduy, Eva
Perón y Alicia
Moreau de Justo, entre muchas.
Alicia Moreau de Justo nace en Londres en 1885. Llega de
muy pequeña a nuestro país, se recibe de maestra en el Normal 1 (profesión
asentida para la mujer en una sociedad
discriminadora) pero su espíritu inquieto la lleva a arriesgarse en el campo de
la salud hasta el punto de graduarse como
médica en 1914, un campo en que la mujer
solo participaba como enfermera.
Pronto se relaciona con otras luchadoras feministas, tales
como Fenia Chertkoff,
una mujer de origen ruso radicada en la Argentina y especializada en pedagogía.
Ambas fundan en 1902 el Centro Socialista
Feminista y la Unión Gremial Argentina.
Por su parte, en 1905, Elvira Rawson de Dellepiane crea el
Comité Pro Sufragio Femenino y es así que en
1910, año del primer centenario de la Revolución, Buenos Aires es elegida sede
del Primer Congreso Femenino Internacional del que participan delegadas de Chile,
Uruguay y Paraguay. Allí se reclama con
vehemencia el derecho de la mujer a votar. Julieta Lantieri logrará mediante un
sonado juicio la carta de ciudadanía, obteniendo así su inclusión en el padrón electoral municipal
de 1911. Será la primera mujer en ejercer su derecho a voto.
En 1920 se realiza un simulacro de voto femenino durante las
elecciones municipales, participan en él cuatro mil porteñas.
Alfonsina Storni también denunciará desde su versos los
abusos que se cometía para con los derechos de la mujer, colaborando
con las causas feministas. Los diputados socialistas Mario
Bravo y Alfredo Palacios presentan
varios proyectos en el Parlamento sobre el
tema, los que son cajoneados casi en forma
sistemática. Empero, uno de ellos
llegó a ser aprobado por la Cámara de Diputados
en 1932, aunque nunca logró sortear
la Cámara de Senadores. En apoyo llegaron al Parlamento
95 mil boletas electorales firmadas por mujeres con la siguiente consigna: “Creo
en la conveniencia del voto consciente de la mujer mayor de edad argentina. Me
comprometo a propender a su mayor cultura.”
Durante el debate se escucharon palabras de aprobación de
los socialistas, aunque el diputado ultra conservador Uriburu se atrevió a expresar los siguientes exabruptos: “Cuando veamos a la mujer parada
sobre una mesa o en la murga ruidosa de las manifestaciones, habrá perdido todo
su encanto. El día en que la señora sea conservadora, la cocinera, socialista y
la mucama socialista independiente, habremos creado el caos en el hogar.”
Por suerte el ignominioso legislador se equivocó y hoy la mujer política mantiene y acrecienta sus encantos femeninos.
Fue
en 1928
cuando la provincia de San
Juan se convierte en la primera jurisdicción que concede el voto femenino aunque de duración efímera pues la norma fue
derogada tras el golpe cívico-militar del año 30.
Nuevos proyectos se presentaron
entre 1935 y 1938, en total hubo 22 iniciativas parlamentarias; no obstante lo elevado del número todas corrieron igual
suerte: terminaron en el fondo de los
cajones.
EN EL ORDEN INTERNACIONAL
En los EE.UU. y en Sudáfrica el
desconocimiento del derecho al voto femenino adquirió signos racistas, en efecto, tenían derecho a voto las mujeres blancas pero
no las negras.
En Nueva Jersey por 1776 como caso fortuito y por un error de concepto, las mujeres fueron autorizadas
a votar. En la norma se usó la palabra “personas” en lugar de “hombres”, de modo que accidentalmente pudieron ejercer el
derecho a voto; el “error” fue subsanado en 1907 y las mujeres dejaron de sufragar.
Hay antecedentes de voto femenino en Colombia en 1853, en
Australia en 1861 y en Nueva Zelanda en 1893, donde se les permitió votar pero
no ser candidatas.
En 1869 el territorio de Wyoming se transformaría en el
primer territorio de los Estados Unidos en instaurar
el voto sin diferencia de género, igualmente no pudieron hacerlo ni las mujeres
ni los hombres de color.
LA APROBACIÓN
EN ARGENTINA
Recién el 9 de
septiembre de 1947, durante el gobierno peronista, se instaura el sufragio
femenino mediante la ley 13010 promulgada el 23 del mismo mes. Desde
los balcones de la Casa Rosada, Eva Duarte de Perón realiza el trascendental
anuncio: "Mujeres de mi Patria, recibo en este instante, de
manos del Gobierno de la Nación, la ley que consagra nuestros derechos cívicos.
Y la recibo ante vosotras, con la certeza de que lo hago en nombre y
representación de todas las mujeres argentinas (…) Las mujeres argentinas tendrán los mismos
derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les imponen
las leyes a los varones argentinos.”
Ahora sí la mujer triunfaba ante las incomprensiones y las
negaciones que la había privado durante años de sus derechos
cívicos, era el despertar de más de la mitad de la población, aunque en la
práctica Eva Perón le arrebataba las banderas de tantas luchadoras que dejaron
su vida en aquella lucha.
La mujer obtendría entonces la igualdad en el
sufragio, es cierto, pero mucho tiempo ha de pasar para que logre la efectiva igualdad frente al
hombre, al menos en el ámbito
laboral, con igual
salario por igual trabajo.
No fue sino hasta el 11 de noviembre de 1951 que debuta el voto
femenino en las elecciones nacionales. Es la primera vez en la historia de
nuestro país que pudo la mujer expresarse políticamente mediante el voto,
así lo hicieron 3.816.654 de
ellas. Asimismo resultaron electas 24 diputadas nacionales y 9 senadoras.
CANTIDAD DE VOTOS
|
PORCENTAJE
|
|
Partido Peronista
|
2.444.558
|
63.9 %
|
Unión Cívica Radical
|
1.117.051
|
30.8 %
|
Partido Demócrata
|
80.987
|
2.2 %
|
Partido Comunista
|
29.644
|
0.8 %
|
Partido Socialista
|
23.270
|
0.6 %
|
Otras fuerzas
|
4.249
|
0.1 %
|
En blanco o anulado
|
59.985
|
1,6 %
|
Total
|
3.816.654
|
100.00%
|
Miguel Eugenio Germino
Fuentes:
-Pigna,
Felipe, Los Mitos de la Historia Argentina,
tomo IV, Planeta 2008.
-http://www.lafogata.org/10arg/arg3/arg.15.21.htm
-http//html.rincondelvago.com/voto-femenino.html
-http://www.laguia2000.com/argentina/el-voto-femenino-en-argentina
-http://www.federacionentidades.org.ar/Julieta%20lanteri%20vinculo.htm
-Revista
Que del 29 de agosto de 1946.
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