EL 30 DE NOVIEMBRE DE 1778
NACÍA ANDRÉS GUACURARÍ
“ANDRESITO ARTIGAS”
“El indio guaraní que combatió por la
Independencia, y que la historia olvidó.”
“Pintar el mundo al revés
se ha visto entre tanto yerro:
el zorro corriendo al perro
y el ladrón por tras del juez.
Para arriba van los pies,
con la boca va pisando,
el fuego al agua apagando,
el ciego enseñando letras,
los bueyes en la
carreta
y el carretero tirando..”.
Coplita popular
En la larga lucha por nuestra independencia
en el Río de la Plata, muchos fueron los nombres olvidados y silenciados,
héroes excluidos de la historia oficial. “Andresito” es uno más de ellos.
De familia india
guaraní fue
apadrinado por José Gervasio Artigas en 1811 y confiado como Comandante General
a importantes objetivos en la lucha contra las distintas fuerzas extranjeras
invasoras.
Combatió en tres
frentes, en el Norte contra la invasión paraguaya, en el Este contra la
luso-brasileña y en el Sur contra las tropas unitarias despachadas por Buenos
Aires a sofocar la llamada “Confederación de los Pueblos Libres”.
ANDRESITO RECREADO EN UN MURAL |
EL MOMENTO HISTÓRICO
Las disputas internas en el flamante gobierno patrio
nacieron con la Revolución misma, aunque se fueron
profundizando con el proyecto confederado de
los Pueblos Libres que abarcó Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe,
Córdoba y la Banda Oriental, liderado por José Gervasio Artigas. Esta
Confederación enarbolaba la bandera tricolor, azul, roja y blanca. El campo
blanco en el medio y azul en los extremos, con una franja roja punzó cruzada,
“el Pabellón de la Libertad” que todos los confederados debían sostener.
Como
primer punto se declaró la independencia de todo poder extranjero y se sostuvo,
como sistema político, la soberanía particular de los pueblos unidos en
Confederación.
En 1811 el Primer
Triunvirato pacta con Francisco Javier de Elio, leal a la corona, que
resistía como virrey en Montevideo el estallido de la Revolución Oriental
iniciada en febrero de aquel año con el Grito de Asencio. Se producía así el alzamiento de los
milicianos gauchos dirigidos por Artigas. Fue entonces cuando esas
tropas criollas ocuparon toda la Banda
Oriental, con excepción de Montevideo.
Artigas rechaza
el pacto hecho con el Triunvirato y continúa su lucha particular, que con el
tiempo se convierte en una guerra paralela a
la de Buenos Aires.
MONUMENTO A ANRESITO EN LA PROVINCIA DE MISIONES |
El Segundo Triunvirato rectifica el camino
del primero cuando envía una nueva expedición militar a Montevideo a cargo de
Manuel de Sarratea, que triunfa en Cerrito el 31
de diciembre de 1812. Pero a fines de 1813, con la asunción del Director
Supremo Gervasio Antonio de Posadas, se instala nuevamente la tensión con el
Litoral.
En 1813, Artigas llevará a cabo la primera y más profunda reforma agraria
en el Río de la Plata, con la expropiación de tierras a las familias Mitre, Belgrano, Escalada, Díaz Vélez y Almagro (ascendiente del
fundador del Barrio de Almagro), como así también tierras de varios otros linajes
latifundistas. A esto se llamó Reglamento de Tierras.
Estas medidas
le permitieron al gaucho el acceso a la tierra y al indio el recupero de las
suyas, usurpadas por los conquistadores; una suerte de “Guerra del Pobrerío” contra la oligarquía terrateniente. Por ello se entiende que desde Montevideo y desde el
Puerto de Buenos Aires se lo llegara a acusar a
Artigas de criminal, bandido, malhechor y forajido.
ANDRÉS GUACURARÍ “ANDRESITO”
Guaurarrí, Guazuray,
Guacuraí, Guacurary o Guazurari son las distintas
grafías con que se lo conoce (según las variaciones fonéticas). Fue uno
de los primeros caudillos federales del Río de la Plata; había nacido en San Francisco de Borja, actual Sao Borja
(Río Grande del Sur, Brasil). Apadrinado por José Gervasio Artigas que
lo nombró comandante, llegó a ser uno de sus más fieles colaboradores y desde
el comienzo recibió el apodo de “Andresito” Artigas.
Cultivó la música,
hablaba y escribía castellano, portugués y guaraní.
Continuador de
las luchas liberadoras, como lo fue José Sepé Tiarayú,
otro caudillo guaraní, Andresito se sumó
en 1811 a
las tropas de Manuel Belgrano en el
fallido intento de liberar al Paraguay y la Banda Oriental.
Una vez desplazado Belgrano del frente oriental,
Andresito se incorpora a los federales comandados por Artigas, que lo nombra
comandante de las misiones occidentales en el frente paraguayo. Logrará entonces desalojar a los invasores que en 1812
habían ocupado La Candelaria y otras localidades al suroeste de la actual
provincia de Misiones.
Fue el
principal capitán en la defensa de los extensos territorios comprendidos entre los ríos Paraná y Yacuy cuando, al
frente de una pequeña fuerza de 500 indios de infantería y caballería, recupera
en 1815 aquella plaza. En el mismo año asume el gobierno de Misiones, cuando
aún era un territorio mucho más amplio que la
actual provincia argentina. Su mandato siguió la política artiguista, con Cabildos
indios que volvieron a funcionar, encargándose de administrar las estancias y
yerbales recuperados por la reforma agraria, entre otras cosas. Pero finalmente dicha gestión fue interrumpida por la
invasión luso-brasileña.
Pronto reorganiza su ejército indio-gaucho con más de
1.000 integrantes, cruza el Río Uruguay y obtiene el triunfo en el combate de Sao Jua Vello. Pone sitio a San Borja, donde vuelve a triunfar en la
batalla de Rincón de la Cruz. Dos veces más atacaron los portugueses, pero otra vez resultan vencidos en Apóstoles y en San
Carlos. Inmediatamente debe retroceder a Corrientes para
restablecer la autoridad federal, ahora desafiada por
un golpe a cargo del Capitán Vedoya en 1818, que adhería al centralismo de
Buenos Aires. Sofoca la amenaza al triunfar en los
combates de Caa-Catí y Saladas, y asume la gobernación de aquella provincia.
La aristocracia
correntina lo tilda de vándalo, salvaje y asesino. En esa época había un
enfrentamiento entre el patriciado de las ciudades capitales y las masas
rurales. La sociedad correntina estaba acostumbrada desde la época de las
colonias a “encomiendas”, un sistema en el que no existían los sueldos y se
trabajaba por la comida. Era algo común que los hijos vivieran como “criados” en las casas de
viejas familias, con la paga del alimento
diario. Este luchador procuraba liberar a los nativos
y a los esclavos, y repartir entre ellos tierras para que las cultivaran.
En 1819 se
produce una nueva invasión luso-brasileña al noreste y Andresito acude a
enfrentarla, en apoyo de Artigas. Luchó
nuevamente con bravura, como sabía hacerlo, abatiendo guarniciones enemigas.
Volvió a ocupar pueblos, aunque finalmente por la superioridad numérica, tanto
en hombres como en armamento, es derrotado en la batalla de Itá-Curuví en julio
de 1819. Obligado a retirarse, cruza a la otra banda
del Río Uruguay pero es sorprendido y apresado en el repliegue. Amarrado por el cuello con cueros frescos, que al secarse
durante el largo viaje le dificultan la respiración, es conducido a Puerto
Alegre, donde lo obligan a trabajar como esclavo en obras públicas. Luego pasa
por las cárceles de Río y de Isla Das Cobras.
SU DESAPARICIÓN
“Me
quitarán la vida por justiciero
y
perseguidor de la iniquidad,
pero
nunca por traicionero.”
Versiones contradictorias hablan de
que obtuvo la liberación y volvió a Montevideo, y que murió allí debido a su salud
quebrantada. Otras fuentes lo dan por muerto en las mazmorras de la Isla Das
Cobras, probablemente en 1821. Lo real es que su cadáver nunca apareció.
Y en el orden
nacional jamás recibió reconocimiento alguno. El Congreso de la Nación tiene hoy en sus manos la decisión de
aprobar el Proyecto de ley que establece el 30 de noviembre como Día del combatiente
por la emancipación americana, lo que reivindicaría la figura del luchador guaraní.
El gobierno
provincial de Misiones se propone construir un
monumento a su memoria en la Avenida Costanera de Posadas, haciendo un llamado
a concurso de artistas locales para tal fin.
Además se
apunta a la inclusión del Comandante General Andrés
Guacurarí como Prócer Misionero en los libros de texto de escuelas oficiales y
no oficiales, programas educativos y museos.
Una localidad del departamento General Manuel Belgrano, provincia de Misiones,
lleva el nombre de Comandante Andrés Guacurarí.
Miguel Eugenio Germino
Fuentes
-Galeano,
Eduardo, Memorias del Fuego, Tomo 2, Catálogos
2004.
No hay comentarios:
Publicar un comentario