CONTAMINACIÓN VISUAL EN ALMAGRO Y BALVANERA
CUANDO LOS CABLES NOS APRISIONAN |
El
hombre alzó la cabeza y dirigió la mirada al cielo, que debería ser azul-celeste,
y acto seguido lanzó una maldición. No fue el color del cielo, ni el sol que
brillaba con rabia, no. Al hombre, ciudadano de Almagro o Balvanera, pero que
podría serlo de cualquier otro barrio de su amada Ciudad de Buenos Aires, le
molestó la maraña de cables que cruzaban la calle y se desplegaban por las
alturas en las veredas. Y a continuación se preguntó ¿No habrá otra forma de
llevar a los porteños las delicias – bien pagas – de TV e INTERNET? Y se
propuso ahondar su conocimiento del tema.
Ante
todo se preocupó por la Televisión Digital Directa con la que el Gobierno
Nacional pretende llegar a los sectores que no pueden suscribir la televisión
por cable convencional, por ejemplo, a los jubilados que cobran el haber mínimo.
A ellos les ofrece gratuitamente un conjunto de antena y decodificador, con un
corto cable de bajada al televisor. Aquellos que pertenecen a la baja clase
media y por ello no les alcanza la generosidad del Estado, pueden acceder a la
misma solución adquiriendo una antena común para televisión por aire y un decodificador
que se ofrece a un costo razonable. El cable de conexión, de una longitud
apropiada, se adquiere en cualquier comercio del rubro, por una suma
sustancialmente menor.
Usted se preguntará ¿Cuál es la desventaja
que desalienta a los interesados, habida cuenta del elevado costo de la TV por
Cable? Es que por la limitación de las licencias actuales, la TV Digital
Directa estatal sólo puede ofrecer los canales de aire, los cinco que emite
ella (por ejemplo Paka Paka para los chicos, o INCAA con cine hispanoamericano),
TELESUR, y otros de menor interés. En total, alrededor de 30 canales, entre los
que no cuenta por supuesto con la señal Europa/Europa, del mejor cine francés,
e italiano. ¿Esto seguirá siendo así por siempre? Si se cumple la Ley de Medios
Audiovisuales y el fallo de la Corte Suprema de Justicia, a partir del 7 de Diciembre de 2012, el monopolio de hecho de
los medios audiovisuales de TV caduca. ¡Ahora nuestro hombre comprende!
Para
los que viven en casas antiguas (PH por ejemplo) y aquellos que disponen de azotea, hay una solución
sustancialmente de mejor calidad: son las antenas satelitales. El “kit” respectivo está en venta en casi
todas las casas de electrodomésticos, en 12 cuotas con tarjeta de crédito, o la financiación comercial, o por supuesto al
contado o con tarjeta de débito. ¿Se da cuenta de lo que esto significa?
¿Percibe la desesperación de los actuales beneficiarios de casi todas las
licencias?
Pero
hay más. El 1º de Diciembre de 2006 la Legislatura porteña votó favorablemente
una ley que, a pretexto de eliminar la Contaminación Visual por los cables en
el Microcentro, derogó la justa Ordenanza 48.899 que exigía soterrar el
cablerío en todo el territorio porteño en un plazo de hasta 10 años. La nueva ley , por 23 votos afirmativos contra
18 negativos del bloque Compromiso por el Cambio, encabezado por Gabriela
Michetti, Paula Bertol y Martín Borrel, quienes argumentaron que los términos
del proyecto aprobado le ahorrarían a las empresas 300 millones de pesos. La
nueva ley limita al microcentro de la C.A.B.A. el soterramiento, y ordena
reemplazar los postes de madera por postes de metal, para lo cual fija plazos.
La nueva ley se aprobó en ese entonces por un acuerdo del Gobierno porteño,
Jorge Telerman, con el bloque “Juntos por Buenos Aires”. El legislador Morando
de este último bloque fundamentó la iniciativa en la necesidad de “eliminar la
importantísima Contaminación Visual” del Microcentro.
Algunos
de los plazos que fija la ley votada son diferentes de los de la Ordenanza
48.899. Por ejemplo, otorga 15 años para limitar a cuatro postes por cuadra el
tendido, mientras que dentro de los 36 meses en todas las avenidas debió haber
cuatro columnas metálicas por cuadra y un cruce de cables en las esquinas. En
cuanto al soterramiento establece que dentro de 12 meses se retirarían todos
los tendidos aéreos y columnas metálicas del microcentro y el Casco Histórico de
la ciudad.
Nuestro
hombre ahora sabe el por qué del desorden y la maraña de cables de TV e
INTERNET en su barrio, sea éste Almagro o Balvanera. Y decidirá bien su actitud
en relación con la Ley de Medios Audiovisuales, la fecha límite para su
cumplimiento, y la resistencia de algunos grupos a la fecha límite para el
cumplimiento de la misma.
Enrique Sulzer
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