Una Paloma que nació hace 100 años
JUANTO A ATAWUALPA |
Paloma Efron,
“Blackie”, nació en Basavilbaso, Entre Ríos, el 6 de diciembre de 1912. Fue la
menor de cinco hermanos.
Su padre, Jepidio, era director de escuela y
responsable máximo de la Internacional Asociación de Colonias Judías. Su madre se
llamaba Sara Steinberg.
A los 3 años Paloma
iba al colegio y estudiaba música, lo que le permitió acceder al arte. Ganó un
concurso en radio, a partir de lo cual comenzó a llamársela “Blackie”.
Fue bibliotecaria
en el Instituto Bibliográfico Norteamericano, donde tomó contacto con el jazz.
Ingresó a Radio
Municipal, luego a Radio Belgrano. Vivió en Estados Unidos, lo que fue una
elección para conectarse con ese mundo musical que tanto admiraba. Conoció a
los más grandes del género. Al regresar participó en el cine argentino. En
televisión creó Cita con las estrellas,
El show de las estrellas.
Fue nombrada
directora de Canal 7. Luego trabajó en diversos canales como productora,
animadora y periodista: Prensa virtual,
La mujer, Derecho a réplica, Tarde bien tarde y Volver a vivir.
Para los micrófonos
de las radios hizo Diálogos con Blackie,
La mujer, La tarde con Blackie.
Su labor y vocación
cosmopolita le permitieron entablar amistad con algunas personalidades como Arthur
Miller, Doris Day, Federico Fellini, Albert Einstein, Eleanor Roosevelt, Golda
Meier, entre otras.
En poco tiempo
fallecieron sus padres, luego su esposo Carlos
Olivari, lo que la llevó a recluirse en su piso de la Avenida Santa Fe,
hasta su muerte. Allí permaneció rodeada de fotografías y recuerdos, tocando el
piano, reuniéndose con sus hermanos y cuñadas a tomar el té, con un terrón de
azúcar a la usanza rusa.
Dos días antes de
su partida definitiva, Paloma, “maestra de periodistas”, había comenzado un
nuevo ciclo, Vamos ánimo, una última
ironía de la Señora TV.
Como su padre, su
carácter era exigente, recto, sobre todo “sabio”; él siempre aconsejaba: “A
Paloma no le discutan, arguméntenle”. De él heredó la avidez por los conocimientos y una alta raíz intelectual. A
ello agregó creatividad, hondura y una gran capacidad que le permitió desarrollarse
en terrenos variados: arte, cultura, temas de actualidad generales, periodismo.
Se cumplen 100 años
del nacimiento de esta notable, el de una pionera que marcó una época y dejó un
legado para las nuevas generaciones. De ella queda un modelo único de
periodista, conductora y comunicadora.
Cabe rescatar y
reivindicar que ilustró como ninguna con sus fibras periodísticas y lenguaje y
que, como corolario labró títulos de éxitos que aún se recuerdan.
“Las arenas del
tiempo” no le permitieron seguramente poner en marcha un puñado de ideas,
proyectos e inquietudes de su carpeta. Paloma levantó vuelo a los 65 años;
partió prematuramente a otra “esfera de la vida”, un 3 de septiembre de 1977.
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