NUEVO ACTO EN PLAZA FUMAROLA: ORGANIZADO
POR “VECINOS POR EL PARQUE” Y “ASAMBLEA POPULAR DE PLAZA
ALMAGRO”
un momento del acto |
El
pasado sábado 27 de octubre se realizó un nuevo acto en Plaza Fumarola,
organizado por La Asamblea Popular de Plaza Almagro y Vecinos por El Parque de
la Estación.
El motivo: otra decisión del Gobierno de la Ciudad,
esta vez quiere gastar más de un millón de pesos en rehacer la Placita
Fumarola.
¿Por
qué nos oponemos?
¿Por
qué gastar en rehacer algo que ya está hecho y que solo necesita mantenimiento?
Asistieron al acto
familiares de Fumarola, las comuneras de la Comuna 3, María Suárez y Berenice
Iañez, y Alberto Lacherra, así como vecinos
y otras personalidades invitadas.
Tomó
la palabra María Suarez quien relató la situación del tema en la Legislatura y
recordó que esta placita existe por la persistencia de los vecinos de Balvanera
y Almagro. Destacó la desaparición de lugares emblemáticos como el bar donde
cantó por primera vez Gardel. Presentó a la Lic. Mónica Capano, hasta hace 3
meses secretaria de la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico
Cultural de la CABA y removida de sus funciones mediante una maniobra, al ser
presentado sobre tablas y en la más absoluta discrecionalidad, un proyecto de
ley para su desplazamiento. Ella se refirió a cómo se está cambiando el aspecto
de la ciudad a medida que pierde sus
características propias para convertirse en un lugar de perfil anodino y
neutro. Destacó los casos particulares de Gallo al 500 y Jean Jaures y San
Luis. El método es intrusar las
propiedades protegidas (por ser anteriores a 1941) que, milagrosamente en poco
tiempo se deterioran, son vandalizadas, los mármoles desaparecen y los balcones
aparecen en mal estado. Usan la figura de reconsideración, en tres semanas se
deterioran resultando una propiedad sin valor histórico. Todo ello por su valor
inmobiliario. Pronto construyen viviendas de
uno o dos ambientes, por cierto muy caros.
Se
están creando algunos parques temáticos que
no nos representan. En ese sentido, la oradora
destacó que el patrimonio es político y celebra la presencia de los
jóvenes pidiendo talleres. La gran batalla es cultural. Se trata de preservar
los árboles, los adoquines, puesto que todo constituye el
acervo de Buenos Aires. Por lo tanto, es necesario hacer mapeos de la
ciudad para realizar diagnósticos, preservar y
evaluar lo que poseemos.
Otro momento del acto |
A
continuación tomó la palabra Sergio Kiernan, editor del suplemento Metro
Cuadrado de arquitectura en Página/12.
Explicó que hay distintos tipos de plazas, unas son para mirar los días de semana como La Mitre y La
Recoleta y, el fin de semana, cuando se llenan de
gente se transforman en escenografías urbanas. La Plaza Once, por ejemplo, funciona como una explanada de
comunicación. Pero la Plaza Fumarola es
distinta, forma parte de la simple historia del lugar, cuando era un espacio
para acomodar los carros. Pero además, y por si fuera poco, su nombre recuerda a un militante social asesinado
por la Triple A. Es un espacio que tiene todo lo que debe tener una
plaza: enrejado, arenero con tobogán y un juego de trepar, pasto, árboles,
faroles, mesas de ajedrez, bancos.
La placita también presenta
problemas: con el arenero cuando llueve, lo mismo en los juegos donde se junta
el agua. Fue creada por los vecinos que tomaron un
terreno devenido en medio basural y medio asentamiento. Una vez relocalizados los asentamientos, se limpió
el lugar y se plantaron árboles adquiridos con dinero propio. La idea era que fuera la primera parte del parque ferroviario.
Ahora
necesita mantenimiento, pero está entera. Aunque la Secretaría
de Gestión Comunal va a gastar por lo menos 1 millón de pesos en rehacerla, es
sabido que las plazas que construye el gobierno de la CABA son de cemento
peinado, harán un cajón alrededor de cada arbolito y, entre
otras aberraciones, se retirarán los adoquines (que están bien puestos,
como se hacía antes) aunque hay una ley que lo impide. La obra fue
preadjudicada a la empresa Mediterráneo S.A., una vieja proveedora municipal. El
arquitecto además señaló que todos sabemos
para qué sirve una plaza. No hay una plaza ideal: hay para una esquina, para un
barrio, para un rincón, lo que interesa es
el uso que hace la gente de ellas.
Cerró
la reunión Miguel Germino agradeciendo a todos por asistir
e instó a seguir en esta lucha y por el Parque de la Estación.
Aurora Pérez
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