2025 - OTRO AÑO MÁS…
Como se acostumbra, para esta época del año se estilan
las salutaciones navideñas y año nuevo, claro que este año con un condimento
especial: nos gobierna el hombre de la MOTOCIERRA, y en ese contexto, valen sí,
los augurios y las salutaciones, pero también valen algunas precisiones sobre
la situación que se está viviendo.
Nos están mintiendo y no lo vemos, están vendiendo el
país y lo ignoramos, se llevaron a Inglaterra, el oro del Banco Central, y
nunca lo recuperaremos, se está hambreando a por lo menos la mitad o más de la población
y no lo notamos, o no queremos notarlo. ¿Que
nos pasa?
Al mejor estilo Goebbeliano, mano derecha de Adolfo
Hitler, cuya principal frase era: «Miente, miente, miente que algo quedará,
cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá”, naturalizamos la
mentira, naturalizamos el sufrimiento, naturalizamos la entrega de nuestros
recursos públicos, naturalizamos… naturalizamos… o acaso nos estamos convirtiendo
en tontos seriales.
Más de la mitad de la población lo votó, mas de la mitad
de la población lo padece, lo sufre, pero parece tolerarlo todavía. Los
jubilados fueron sus principales víctimas, FUERON Y SON LA FAMOSA CASTA, que
recita para “la tribuna” en nombre de “la libertad carajo”.
Nos venden que baja la inflación, cuando lo único que
ocurre es una moderación en el saqueamiento de una parte del pueblo, la más
indefensa y desamparada. Nos mienten al dar datos inciertos de inflación, al
decir que bajó la pobreza: ¿Qué nos pasa?
Que le ocurre a esa mitad, o más, bastante más de
población padeciente, sufriente, lo nota, pero no reacciona ¿Tienen aún,
perspectivas?, es la pregunta que no se escucha, una especie de síndrome de
Estocolmo a la quinta potencia.
Tiempo al tiempo, ¿pero hasta cuando?, hasta dónde?
Serán los éstos, desafíos a afrontar en el año 2025 que
se iniciará en una semana, y en este panorama nos vemos en la obligación de
desearnos ¡felicidades!, claro está que, como deseos, ya que a la realidad “la
pintan calva”.
De todas formas, en el mío personal, y en nombre de nuestra
publicación, para todos los amigos, familiares, lectores, anunciantes y
suscriptores: por un año 2025 mejor y más inclusivo en el que se resuelva salir
de grave crisis en la que se cayó, y a no naturalizar más los problemas,
mirarlos de frente y ¡¡¡A resolverlos!!! No pareándolos hacia adelante. Noooooooooooo,
no más ocultar la cabeza bajo tierra, como el avestruz, para continuar
recibiendo latigazos.
A pesar de las pálidas, a todos, todas y todes ¡¡¡FELIZ
AÑO 2025”.
Miguel E. Germino
Primera Página