CINE: "DOS DÍAS Y UNA NOCHE"
Ficha técnica:
Coproducción
belga-italiana-francesa
Estrenada en
2014
Escrita y
dirigida por Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne
Protagonistas: Marion
Cotillar (Sandra),
Fabrizio Rongione (el marido) y Catherine Salée (la
compañera y amiga)
Nominaciones:
Oscar a la mejor
actuación femenina
Cesar a la mejor
actriz
Cesar a la mejor
película extranjera
Premio BAFTA a
la mejor película extranjera
Premio del cine
europeo al mejor guión
Critics’ Choice
Movie Award a la mejor actuación femenina
Premios del cine
Europeo: premio de la Audiencia a la mejor película del año
Premio Satéllite
a la mejor película extranjera
Un
problema individual, en apariencia menor o tal vez más común de lo que se
piensa, da lugar a una gran película.
Los
hermanos Dardenne no muestran movimientos sociales, arengas políticas, luchas
de poder.
No
lo necesitan para introducirnos en la situación de una persona que se queda sin
trabajo.
Dos
días y una noche es una película imperdible en esta
época de discusión sobre el aporte que puede hacer el arte a la conciencia.
Los hermanos Dardenne nos proponen esta
vez adentrarnos en un corto período de tiempo de una mujer –Sandra– que está prácticamente
recuperada de una depresión. Comienza un fin de semana y es despertada de su
siesta por una compañera de trabajo para informarle que ha sido despedida.
A partir de ese momento se desarrolla
durante dos días y una noche, hasta el lunes a la mañana, la pelea de esa mujer
contra sus miedos a una recaída, sus temores por el futuro, sus inseguridades
afectivas, al tiempo que se enfrenta no ya con sus fantasmas internos, sino con
las consecuencias de una crisis social, económica y
laboral en esta Europa del siglo XXI.
Ese llamado la pone en antecedentes de
que va a perder su trabajo a causa de que sus compañeros recibirán un bono
extra. Si ella se va les pagan el bono, si ella se queda nadie cobra el extra.
Esta es la disyuntiva perversa a que se ve sometida por los jefes, los
encargados, los supervisores del lugar. Y también sus compañeros, que gracias a esa cifra extra pueden resolver temas
pendientes de su economía.
En una pequeña historia individual se
narra la gran estafa a la que son sometidos los trabajadores de esa empresa. Una
empresa que se puede multiplicar por cientos en momentos
de crisis.
Son 16 compañeros de clase media
trabajadora en relación de dependencia a los que tiene que convencer durante
ese fin de semana que no acepten el bono para que ella pueda conservar su
trabajo. La duda, la culpa, el fracaso en los primeros intentos de ver uno a
uno a sus compañeros, le hacen trastabillar en su necesidad.
Todo transcurre en un suburbio de una
ciudad. Hay mucha cámara mostrando exteriores con casas de clase media, gente
de clase media. Nada estridente, nada se exagera, solo se va detrás de una
mujer que intenta revertir una situación por demás traumática.
Sandra está casada y tiene dos hijos. En
esta aventura de ver uno por uno a sus compañeros tiene el apoyo de su marido
que muy consciente de lo que puede significar esta situación en la recuperación
de su esposa, decide acompañarla y apoyarla en todo.
Fin de semana con visitas a sus
compañeros para explicarles por qué les pide que
renuncien al cobro del bono extra. Es impactante y a la vez cotidiana la puesta en escena de los diferentes motivos que se
argumentan para decir que no a ese pedido, a esa necesidad de una compañera. Llena
de emoción a la vez que nos permite reflexionar sobre un sistema laboral que en
una crisis pone al ser humano en una de las peores condiciones de humillación.
Sandra visita, habla y escucha a cada
uno de sus compañeros. Cunde la desesperanza, vuelve a renacer y así nos van mostrando
las diferentes situaciones que justifican el no, no renuncian al cobro del bono.
¿Qué es la solidaridad? ¿Hay límites para la solidaridad? ¿Es posible
pensar en el bien general, o el bien del otro individual cuando se ponen en
juego situaciones y riesgos personales?
Una familia de clase media que viene
progresando ve interrumpido su ascenso económico por una crisis que deja al
desnudo un sistema político y económico capaz de hacer trizas la esperanza.
Llega finamente el lunes y se pone a
votación la decisión de cada uno. Sandra se queda o se va.
Los hermanos Dardenne toman un caso
particular tal vez pequeño, y en un corto período de dos días y una noche ponen
de manifiesto las varias formas que adquieren la desesperación, la culpa, la humillación,
el miedo. Y también la esperanza a pesar de todo.
Sandra pasa por varios estados de ánimo, desde ser una mujer temerosa con el fantasma de la
depresión y el abandono de su esposo, hasta llegar a parecerse a una heroína
común de nuestra época capaz de pedir, entender y sobreponerse a semejante
adversidad como es la falta de trabajo en una Europa en crisis.
Sandra cuenta con el apoyo incondicional
de su esposo y una compañera. Vínculos estos que logran sortear tanta
dificultad y sostienen a nuestra heroína.
Los hermanos Dardenne nos tienen
acostumbrados a mostrar cinematográficamente pequeñas historias que se
transforman en grandes películas.
Es un cine caracterizado como social, evidenciando
varias facetas de la condición humana en circunstancias de alta complejidad: la actual crisis económica y social que enfrenta
Europa.
Imprescindible verla y ponerla en el contexto
histórico en el que fue realizada.
Una mención muy especial merece Marion
Cotillar. Sencillamente maravillosa. Actriz sutil, bella, dúctil. Cualquier
premio que se le otorgue será imposible de discutir.
No se la pierda.
Alicia Usardi
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