Centro Cultural Comunarte
Militancia y
solidaridad van de la mano en la Comuna 5
El
Centro Cultural Comunarte está
cumpliendo 15 años de labor ininterrumpida en el barrio de Almagro y la Comuna
5. Se trata de un espacio social, cultural y político que propicia la idea de
que a través de la cultura y la acción social puede construirse una sociedad
más justa e igualitaria. Sus iniciativas tienen como premisa el compromiso con
los derechos humanos, la solidaridad, la educación y la salud pública. El
centro se encuentra en Av. Castro Barros
236.
FRENTE DEL CENTRO BARRIAL
“Comunarte
también funciona como unidad básica. Somos militantes del peronismo, estamos
dentro del Frente de Todos. Nuestra organización se llama NEP (Nuevo Espacio de
Participación). Lo que más nos convoca son la tarea militante y la tarea
social. En todo momento pensamos qué es lo mejor que le podemos brindar al
barrio. Hoy en pandemia lo que estamos haciendo son básicamente acciones
solidarias. La idea central es tratar de asistir a todos los vecinos de Almagro
y Boedo”,
sostiene María Eugenia Acuña Martínez,
referente de Comunarte e integrante de la Junta Comunal 5. La mayoría de los
militantes de Comunarte son contadores y economistas.
Las
actividades que desarrolla el centro cultural abarcan un campo muy amplio. Se
brindan clases de apoyo escolar gratuito para los chicos del barrio,
asesoramiento jurídico, social y psicológico gratuito. Se organizan
presentaciones de libros y ciclos de cine-debate. Asimismo, se dictan talleres
online, con cuotas accesibles, de dibujo y pintura, zumba, canto, danzas árabes
y piano. A través del Zoom se efectúan charlas sobre diversos temas: política
nacional, economía, educación, historia, política internacional. En las últimas
semanas hubo charlas sobre educación sexual, la trata de personas, el 25 de
Mayo, la situación en Perú y Colombia, la inflación y
la seguridad en la ciudad.
MARÍA EUGENIA ACUÑA MARTINEZ
Un
equipo de militantes se ocupa de dar asistencia a los adultos mayores para la
realización de diversos trámites ante la ANSES,
el PAMI y para la vacunación contra la gripe o el Covid. Otras acciones de
caridad del centro son la entrega de bolsones de alimentos, viandas preparadas
por los militantes y los vecinos, ropa –funciona
un ropero solidario–,
libros, útiles, juguetes, productos de limpieza, que se recolectan gracias a
las donaciones de vecinos y comerciantes. Comunarte también lleva a cabo
compras comunitarias: son bolsones de 8 kilos de frutas y verduras, traídas del
Mercado Central, a muy bajo costo, que los vecinos retiran en el local.
Según
la comunera, el balance de estos 15 años de Comunarte es más que positivo
porque el centro pudo sostenerse en el tiempo y tiene una aceptación por parte
de los vecinos, quienes encuentran allí un lugar de pertenencia, de contención y de compañerismo.
SOLIDARIDAD PARA CON EL BARRIO
Consultada
acerca de las problemáticas principales de la Comuna 5, Acuña Martínez menciona
la de la vivienda. Señala que en la zona hay muchas viviendas colectivas que no
están en condiciones de ser habitadas: “El Instituto de la Vivienda no quiere
invertir en construir viviendas dignas para esa gente que vive hacinada. Hay
edificios gubernamentales que deberían estar destinados para vivienda social.
Toda persona tiene derecho a una vivienda digna”. Otra cuestión que
remarca es la falta de vacantes en las escuelas: “Hay pocas escuelas, pocos
jardines, mucha gente está en la escuela pública, no todo el mundo puede
acceder a una escuela privada. El Estado debe garantizar que todos tengan
acceso a la escuela pública porque es un derecho. Por otra parte, hay muchas
escuelas que no están en condiciones. Durante todo 2020 no tuvieron
mantenimiento. El gobierno porteño tuvo todo el año pasado para planificar una
vuelta a clases. ¿Cómo no se le ocurrió agrandar las aulas, instalar filtros de
ventilación? Hoy los chicos van a la escuela y tienen que llevar mantitas
polar. Tampoco se entregaron computadoras a los chicos de los sectores más
humildes”.
La
dirigente de la Comuna 5 critica que el Gobierno de la Ciudad no haya
implementado una tarjeta Alimentar para que las familias vulnerables puedan
decidir qué comprar. En lugar de dicha tarjeta, cada quince días reciben un
bolsón de alimentos que incluye leche, polenta, garbanzos y arroz, pero no carne,
pollo, pescado ni verduras. Asimismo, reclama que las autoridades generen algún
tipo de ayuda para los comerciantes que están pasando un momento aciago a raíz
de la pandemia.
Sin duda, otro tema acuciante para la Comuna es la falta de un hospital público: “Tenemos sólo un Centro de Salud que tiene pocas prestaciones, en donde faltan médicos y no convocan a concurso. En el centro no hay un ecógrafo, no se puede hacer el IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo), cuando es una ley. La gente tiene que ir al Hospital Ramos Mejía o al Hospital Durand. Cuando uno recorre los hospitales se da cuenta de que hay poca inversión en la salud pública. Los hospitales no tienen insumos, no tienen camas, tienen poco personal, los médicos trabajan horas interminables, la infraestructura no está en condiciones. Es una decisión política del Gobierno de la Ciudad de no invertir en todo lo que sea público porque su política es impulsar lo privado y que la gente apunte a lo privado. Tampoco hay política de contención para la gente en situación de calle. Hay pocos refugios, debería haber uno por comuna. Además, en los refugios tratan mal a quienes van. No hay inversión en las villas, no hay políticas para las mujeres que sufren violencia de género. No hay refugios para ellas. Lo que corresponde es que el Gobierno de la Ciudad garantice educación, vivienda, salud porque es un derecho y porque tiene el dinero para hacerlo”, afirma tajante Acuña Martínez
Laura Brosio
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