LA CONFITERÍA DEL MOLINO RESTAURADA
La clásica, mítica e histórica confitería fue
reinaugurada el 9 de julio pasado, y luce iluminada con su gala en la esquina
de Callao y Rivadavia. Hay porteños que la recuerdan cuando era una gloria, y
hay otros que sólo la vieron casi en ruinas,
tapada de mugre, cerrada y abandonada. Por eso
la recuperación de esta maravilla creada por el arquitecto Francesco Gianotti
para el empresario Gaetano Brenna, es devolución
y un puente hacia la preservación del patrimonio histórico de la ciudad.
En su historia y vida de la Confitería del
Molino, se rememoran las infinitas fiestas, las generaciones sucesivas
comprando pan dulce, las comidas de fin de año y
los bailes de quince. Los arquitectos a cargo de la obra
recibieron cientos de fotos de estos eventos, que al fondo mostraban colores,
decoraciones y elementos desaparecidos, que así se pudieron reponer y hacer
realidad su restauración.
HACIA SU CÚPULA: INTERIOR DE LA CONFITERÍA
A su vez se recibieron donaciones de fotos,
latas, tazas y hasta una servilleta de papel perfectamente conservada, entro
otros elementos recuperados para poder exhibir
como reliquias de un pasado que no se debe dejar escapar.
Esta carga de amor, salvó el edificio de la
indiferencia desalmada de los privados. El Senado le dio media sanción a la compra
y el entonces presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez se puso el
proyecto al hombro, lo empujó por las comisiones y lo sancionó con un voto
unánime, y hoy es una realidad más en este
Buenos Aires, para goce, al menos visual, de
todos.
Marta Romero
No hay comentarios:
Publicar un comentario