Nació en Las Flores, provincia de Buenos Aires, el 13 de agosto de 1884 y falleció el 21 de abril de 1941.
Violinista, pianista y compositor del período conocido como “la guardia vieja”, es considerado como uno
de los mayores melodistas del tango; le llamaron
“El compositor de los músicos”.
Como violinista debutó en un café de La Boca. Una noche, mientras
esperaba el momento de actuar, levantó la tapa del piano del bar y se puso a
tocar. Sus compañeros del trío lo escucharon y sólo atinaron a decir: “Ya somos
un cuarteto, tenemos pianista, hay que salir a buscar quien toque el violín”.
En 1911 integraba un cuarteto que componían: él al piano, Carlos Hernani
Machi en flauta, Tito Roccatagliata en violín y Graciano de Leone en bandoneón.
Más tarde pasó a ser el pianista de la orquesta de Vicente Greco, que
actuaba en “El estribo”. Corresponde recordar aquí que su primer tango,
compuesto en 1912, fue “Vicentito”, dedicado precisamente al director. Su
modestia lo llevó a entregárselo recién cuando
dejó de actuar con Greco, según dijo el propio Bardi:
“Para no comprometerlo a incorporar el tema a su repertorio”, cosa que después
ocurrió.
En 1914 actuó fugazmente con Eduardo Arolas, pasando más tarde a formar
parte de un trío con Graciano de Leone y Eduardo Monelos.
Compuso: “Gallo ciego, “Lorenzo” (dedicado
al actor Lorenzo Parravicini), “¡Qué noche!” (creado la noche del 22 de junio de 1918, cuando nevó
en Buenos Aires), “La última cita”, “Nunca tuvo
novio”, “C. T. V.”, “Tierrita” y “Tinta verde” (título
a propósito del color de la tinta con que Bardi escribió la partitura).
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