viernes, 4 de mayo de 2012

LA PLAZA ALMAGRO

LA PLAZA EN EL AÑO 1946

SU HISTORIA

 Es imposible referirnos a la Plaza Almagro sin describir el entorno de la zona en el momento de abrirse la plaza, allá por el año 1928, cuando quedó librada al público la manzana que bordean las calles Sarmiento, Bulnes, Cangallo (hoy Perón) y Salguero.
Por entonces Almagro prolongaba su aspecto de barrio campero, de edificaciones bajas, corralones, tambos, lecherías, algunas quintas que perduraban del siglo anterior, junto a  numerosos baldíos. Una apariencia pueblerina, con escaso tránsito vehicular, en el que campeaba el simpático tranvía.
Un sector de la manzana pertenecía a una antigua quinta, abandonada desde 1927 y tapiada a lo largo de toda la cuadra de Sarmiento, conocida en el vecindario como “La Casaquinta”, nombre con el que asturiano Francisco Pérez designó su “Almacén y Despacho de Bebidas” de la esquina SE de Cangallo y Bulnes, inaugurado en 1890.
Por entonces un gran corralón se levantaba en Cangallo 3750, en donde guardaban sus carros los lecheros de la zona, además en parte de los terrenos de la antigua quinta se hallaba la Clínica de Salud Mental del Dr. Charcot.
Omar Pedro Granelli, en su libro Almagro en el intento, hace un prolijo inventario de aquella manzana que posteriormente le dará cabida a la única plaza del barrio, así como también a los negocios que la rodeaban:
“Una manzana que hasta promediar el año 1927 estaba ocupada en un tercio de su superficie por un terreno, especie de quinta abandonada, oculto por una empalizada que se extendía a lo largo de la cuadra sobre la calle Sarmiento, y por varios corralones, una especie de tambo con vacas sueltas, algunos conventillos de casas bajas y otros baldíos, todos con frente al resto de las arterias.
La plaza tenía un marco pleno de actividad comercial con distintos locales que se repartían a su derredor, formando un contorno dispar y disperso, de un movimiento continuo entre los que iban y venían hacia ese pequeño pulmón de la barriada. Así podemos citar algunos de ellos, grabados para siempre en la evocación: almacén (esquina noroeste, Sarmiento y Salguero), bicicletería de Leo (esquina noreste, Sarmiento y Salguero), tapicería "Rho" (mitad de cuadra Sarmiento), lechería Gianotti (mitad de cuadra Sarmiento), taller mecánico de Mario Dominioni (Sarmiento casi esquina Bulnes), almacén (esquina noreste, Sarmiento y Bulnes), Casa de toldos y lonas (esquina sudeste, Sarmiento y Bulnes), Panadería “La buena medida” (Bulnes casi esquina ex Cangallo), Garaje (esquina noreste, Bulnes y ex Cangallo), Almacén de don Francisco (esquina sudeste, Bulnes y ex Cangallo), sastrería a medida "De Lucía" (esquina sudoeste, Bulnes y ex Cangallo), corralón de lecheros a domicilio (ex Cangallo, a mitad de cuadra), almacén y despacho de bebidas (esquina noroeste, Salguero y ex Cangallo), corralón de lecheros a domicilio (Salguero a mitad de cuadra), lechería (Salguero a mitad de cuadra).”
De todos ellos solo quedan hoy en pie la lechería del vasco Aguirrezabala de Salguero 452  aunque cerrada, y la parte del despacho de bebidas del citado boliche de Salguero y ex Cangallo.
Mediante la ordenanza 3380, del 26 de junio de 1929, la manzana queda liberada al público bajo el nombre “12 de Octubre”. Según contaba Roberto (continuador del boliche), su padre Francisco Pérez lo había rebautizado con el nombre “12 de Octubre”, que era la fecha prevista para la inauguración a la que planeaba asistir el presidente Hipólito Yrigoyen en 1930.
El Golpe de Estado del 6 de septiembre que encabezó José Félix Uriburu con un impresionante tufillo a petróleo, vino a alterar los planes y la plaza debió esperar cuatro años más para su inauguración definitiva por Ordenanza 6273 en 1934, cuando se le asigna el nombre definitivo “Almagro”.
Sin embargo durante muchos años el vecindario la nombrará como “Placita Bulnes”, hasta 1960 que pudo imponerse en el uso popular su actual denominación.
Así es como la única plaza del barrio pasaría a constituir un lugar de encuentro para los vecinos, de esparcimiento para los chicos, un sitio de justas deportivas, de celebraciones de fiestas patrias y otros eventos, y últimamente de distintas actividades al aire libre.
Fue la plaza terreno fértil para diferentes especies arbóreas, como jacarandás, palos borrachos, paraísos y plátanos preocupantes para las vías respiratorias, además de una inmensa palmera que debió talarse el año pasado porque corría peligro de venirse abajo.
La enorme circunferencia que ocupará el centro de la plaza se establece como foco de los distintos referentes, comenzando por el mástil inaugurado el 18 de noviembre de 1938, construido mediante colecta vecinal de una comisión creada a tal fin. La obra fue ejecutada por el ingeniero civil Alejandro Varangot, prestigioso profesional que realizó numerosos proyectos en la ciudad como El Panteón Gallego de la Chacarita, de estilo romántico gallego del siglo XVII, el edificio de la Av. José María Moreno 120, el de Roque Sáenz Peña 875 y el de la calle Guido 1725, entre otros. Frente al mástil, sobre el lateral norte, se levanta una pequeña fuente (casi siempre sin agua), en cuya pared ulterior se destacan modelados en mampostería las figuras de un flautista tocando y una mujer danzando.
En el lado opuesto, hacia el sur, se instaló sobre un pedestal de mármol el busto en bronce del General San Martín en su vejez, obra realizada por Juan Patrizi, Juan A. Sartori y Bartolomé Descalzo. Esta efigie fue robada en el año 1997, y abandonada en un contenedor al día siguiente.
En el ángulo de Bulnes y Sarmiento se colocó en 1978 una placa recordando a Vicente San Lorenzo (1890-1973), compositor de la música del tango Almagro, todo un himno al barrio, con letra de Antonio Timarni.
Sobre la entrada de la calle Salguero y Perón se halla desde el año 2008 el cartel con el emblema del barrio, realizado por Amadeo Arena y que obtuvo el primer premio en un concurso realizado a tal efecto. También hacia la calle Perón se encuentra una ermita de la Virgen de Itatí, siempre ornamentada con flores frescas.
No puede dejar de destacarse la tradicional calesita. Ésta funciona dentro de la plaza desde 1979, cuando fue trasladada de su anterior emplazamiento de la esquina de Lima Oeste y Pavón. Pertenecía a Antonio Vila. Él, con sus 56 años de calesitero la hizo rodar personalmente hasta el año 2010, cuando se retiró a los 91 años de edad.
Hubo otra calesita, la de Roberto Pampín, que había funcionado en Bulnes 483  entre 1968 y 1979  cuando fue trasladada  a Cabrera y Jean Jaurés.
En junio de 2007 la Plaza fue remodelada: se le colocó un cercado perimetral, tema de una larga polémica, aunque el entonces Jefe de Gobierno Jorge Telerman no efectuó consulta alguna.
Más tarde se logró una vieja aspiración, la de nombrar cuidadores. No fue posible en cambio obtener la instalación de baños, tan reclamados por los vecinos.
Finalmente, ya en el 2011, sobre la entrada de la calle Perón se incorporó en el interior de la plaza una terminal para bicicletas, lo que además de restarle espacio al lugar introduce un elemento totalmente extraño al objetivo de un espacio verde como es nuestra Plaza Almagro.

Miguel Eugenio Germino

Agradezco la colaboración del viejo vecino Raúl Mauricio.

Fuentes:
-Llanes, Ricardo M., El Barrio de Almagro, Cuadernos de Buenos Aires, 1968.
-Granelli, Omar Pedro, Almagro en el Intento, Del autor, 1999.
-Periódico Primera Página nº 97 de junio de 2002 y nº 171 de marzo de 2009.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Respecto de la lecheria del vasco, la misma en la actualidad se encuentra ocupada, vaya saber por quien, ya que el último descendiente fallecio el año pasado e inmediatamente fue ocupada o usurpada. Sería interesante que se salve la casa ya que tiene hasta el piso original de adoquines de cuando entraban los carros de leche. Al gobierno de la ciudad si no hay descendientes por favor hagan algo con ellaa, tal vez un centro cultural, no les parece?