jueves, 1 de agosto de 2013

BOMBAS SOBRE HIROSHIMA



6 DE AGOSTO DE 1945
BOMBAS ATÓMICAS SOBRE HIROSHIMA Y NAGASAKI

“68 AÑOS DESPUÉS…”

 UN HORROR QUE NO SE PUEDE OLVIDAR


“La civilización mecanizada acaba de alcanzar la última etapa del barbarismo…en un futuro cercano tendremos que elegir entre el suicidio total o el uso inteligente de las conquistas científicas…”
 Albert Camus: Nobel de literatura
Agosto de 1945

El 6 de agosto de 1945 los Estados Unidos lanzan la bomba atómica sobre Hiroshima. Utilizaban por vez primera semejante arma de exterminio sobre seres humanos. Murieron en el acto casi 100 mil personas y en días posteriores la cifra se elevó a 140 mil.
Tres días más tarde, otra bomba atómica destruye totalmente Nagasaki, donde morían otras 40 mil personas.
El 15 de agosto, el emperador Hirohito anuncia la rendición incondicional de Japón. Finalizaba así, oficialmente, la Segunda Guerra Mundial, aunque en realidad había terminado con la caída del Tercer Reich en abril de 1945.

LAS SECUELAS DE UN CRIMEN PREMEDITADO

"Un sol de fuego, violenta luz jamás vista en el mundo, se eleva lentamente, rompe el cielo y se derrumba. Tres días después, otro sol de soles revienta sobre el Japón. Debajo quedan las cenizas de dos ciudades, un desierto de herrumbre, muchos miles de muertos y más miles de condenados a morir de a pedazos a lo largo de los años que vienen. Estaba la guerra casi acabada, ya liquidados Hitler y Mussolini, cuando el presidente Harry Truman dio la orden de arrojar las bombas atómicas sobre las poblaciones civiles de Hiroshima y Nagasaki. En los Estados Unidos, un clamor nacional exigía la pronta aniquilación del Peligro Amarillo. Ya era hora de acabar de una buena vez con los humos imperiales de este arrogante país asiático jamás colonizado por nadie. Ni muertos son buenos, decía la prensa, estos monitos traicioneros.
Ahora no caben dudas. Hay un gran vencedor entre los vencedores. Los Estados Unidos emergen de la guerra mundial intactos y más poderosos que nunca. Actúan como si todo el planeta fuera su trofeo."
                                                              Eduardo Galeano
(Memorias del fuego III, pág. 154)


LOS PREPARATIVOS

El bombardeo atómico sobre dos ciudades japonesas de escasa importancia militar, fue un acto premeditado llevado adelante como represalia tardía (casi 4 años después) contra el ataque japonés a la base naval de los Estados Unidos en Pearl Harbor, Hawai, en la mañana del 7 de diciembre de 1941.
Después de esa acción que motivó la entrada de la Casa Blanca en la Segunda Guerra Mundial, más de 140.000 japoneses –una de las tres comunidades asiáticas más grandes de Estados Unidos– fueron arrestados y confinados en campos de concentración, a pesar de ser ciudadanos estadounidenses.
Hiroshima y Nagasaki se transformaron en el campo de experimentación donde utilizaron por primera vez bombas atómicas sobre poblaciones civiles en la historia de la humanidad.
El proyecto secreto llamado “Manhattan” se planeó con más de 2 años de anticipación, a un costo de 20 mil millones de dólares. Dicho plan consistió en la fabricación de tres bombas atómicas, una de uranio y dos de plutonio. Una de las de plutonio fue probada en el desierto de Nuevo México el 16 de junio de 1945, la de uranio se arrojó sobre Hiroshima y la restante de plutonio, sobre Nagasaki.
De acuerdo a la costumbre militar de los EE.UU., se utilizaron nombres en clave: la operación de prueba se llamó “Trinity” y la bomba utilizada “Gadget”. Al artefacto lanzado sobre Hiroshima lo bautizaron irónicamente “Little Boy” (niño pequeño) y a la de Nagasaki “Fat Man” (hombre gordo).
La compleja operación de traslado de las bombas en buques duró 51 días. Las bombas se armaron en la Isla de Tinian, en el archipiélago de Las Marianas. A propósito del lanzamiento se creó el escuadrón 393d, integrado por 15 aparatos B29. Un comité de elección de  blancos posibles seleccionó a Kioto, Hiroshima, Nagasaki, Yokohama y Kokura.
Los aviones destinados tenían a su vez los nombres en clave: “Enola Gay” (el portador de la bomba), “Great Artiste” (el encargado de la meteorología) y “Necessary Evil”(el que fotografiaría la operación). El encargado de arrojarla fue el Capitán Williams Persons.

68 AÑOS DESPUÉS... SE MANTIENE COMO UN TESTIGO  MOLESTO DE LO QUE NUNCA DEBIERA HABER SUCEDIDO


EL ATAQUE

En la mañana del 6 de agosto el presidente Harry Truman dio la luz verde para el ataque. Los tres aviones despegaron de la base aérea de North Field (Tinian), para confluir en seis horas sobre la isla japonesa de IwoJima. Desde allí, en formación de ataque, se lanzaron sobre Hiroshima.
El B29, encargado de controlar el tiempo, sobrevoló la zona e informó visibilidad apta sobre el puente Aioi, el sitio elegido. Llegada la orden del Coronel Tibbets, el capitán Persons acciona el mecanismo dejando caer la bomba.
Eran las 8:15. Desde una altura de 9.470 metros, cayó el mortífero artefacto, que explota a los 600 metros, 55 segundos después.
En un segundo la temperatura del aire que circundaba a la bomba sobrepasó el millón de grados centígrados, creando una bola de fuego de 300 metros de diámetro. Un choque, tan fuerte como un viento de 800 km/h, derribó casi todo lo existente en un radio de más de 3 kilómetros. Bloques de oficinas, fábricas y casas quedaron aplastados. Los tranvías volaron por el aire, las tuberías de agua saltaron hechas trizas y millares de hombres, mujeres y niños murieron en la vorágine atómica. Los cálculos sobre la cantidad de víctimas varían, pero se cree que cerca de 100 mil personas perecieron instantáneamente en la bola de fuego y la onda explosiva subsiguiente.
Era el infierno sobre la Tierra, como lo definieron algunos de los sobrevivientes del horror. Aquella onda se expandió 15 kilómetros a la redonda, minutos después comenzaría la lluvia radioactiva, compuesta de miles de partículas, polvo, hollín, objetos y hasta trozos de restos humanos, todo cargado de radiación.
Faltaban por completo médicos y otros profesionales, muchos habían muerto y siguieron muriendo después de la explosión, y los que llegaban al lugar ignoraban los efectos tardíos de la radiación, y desconocían cómo tratarlos.
Horas más tarde el presidente Truman, exultante por el “éxito”, informaba al país: “Los japoneses comenzaron la guerra desde el aire en Pearl Harbor, ahora les hemos devuelto el golpe, multiplicado… vamos a destruir sus muelles, sus fábricas, sus comunicaciones, vamos a destruir completamente el poder de Japón para hacer la guerra…”
Tal declaración dejó en claro el carácter vengador de aquella acción de la Primera Potencia Mundial. No olvidemos que tres días después, el 9 de agosto, una segunda bomba caía sobre Nagasaki, con 40.000 personas aniquiladas en el acto. América Latina comprobará en años posteriores el espíritu sanguinario de EE.UU., al experimentar sus invasiones, extorsiones y asesinatos.
“En 1945, mientras este día nacía, murió Hiroshima. En el estreno mundial de la bomba atómica, la ciudad y su gente se hicieron carbón en un instante. Los pocos sobrevivientes deambulaban, mutilados, sonámbulos, entre las ruinas humeantes. Iban desnudos, y en sus cuerpos las quemaduras habían estampado las ropas que vestían cuando la explosión. En los restos de las paredes, el fogonazo de la bomba atómica había dejado impresas las sombras de lo que hubo: una mujer con los brazos alzados, un hombre, un caballo alado… Tres días después, el presidente Harry Truman habló por radio: Agradecemos a Dios que haya puesto la bomba en nuestras manos, y no en manos de nuestros enemigos; y le rogamos que nos guíe en su uso de acuerdo con sus caminos o sus propósitos.”
Eduardo Galeano



ALGO QUE NUNCA DEBIERA REPETIRSE


Los partidarios de la decisión de Truman de usar la bomba atómica argumentan que salvó a cientos de miles de vidas que se habrían perdido en una invasión del archipiélago japonés. En 1954, Eleanor Roosevelt dijo que Truman "tomó la única decisión que podía", y que el uso de la bomba era necesario "para evitar el tremendo sacrificio de vidas estadounidenses." Otros han sostenido que el uso de la bomba atómica era innecesario e intrínsecamente inmoral. El propio Truman escribió después de haber dejado la presidencia: "Sabía lo que estaba haciendo cuando detuve la guerra... no me arrepiento y, bajo las mismas circunstancias, lo volvería a hacer."

LOS EFECTOS

A principios de 1946 los Estados Unidos aplicaron una estricta censura sobre la difusión de cualquier testimonio de la masacre de Hiroshima y Nagasaki. Además destruyeron centenares de fotografías del horror y prohibieron a los residentes japoneses “cualquier comentario que pudiera alterar la tranquilidad pública”.
Con el correr de los días, de los meses y de los años, el número de víctimas de aquellos bombardeos atómicos se fue incrementando, además de las derivaciones y los daños hereditarios. En efecto, las secuelas fueron indescriptibles, y afectaron a otras 270 mil personas: mutilaciones, nacimientos deformes, la expansión de distintos tipos de cáncer y otros padecimientos. En nuestros días, 68 años después, aún persisten muchas formas de daños, a pesar del largo tiempo transcurrido.  

EL HORROR A FUTURO
 
Desafortunadamente, el hombre es el único animal capaz de tropezar más de dos veces con la misma piedra y, como profetizó Carlos Marx en una de sus más célebres citas sobre el devenir histórico: “la historia se repite, primero como tragedia y después como farsa”. Así, hoy pende sobre la humanidad el peligro nuclear.
Son demasiados los países que poseen tal armamento, en una carrera impulsada por la Guerra Fría. No solo las grandes potencias manejan este peligroso arsenal, hoy lo tienen también Corea del Norte, Israel, India y Paquistán. A su vez, las intrigas y las amenazas son cotidianas.
Se lo puede emplear  la energía atómica con fines pacíficos, pero el uranio enriquecido no deja de ser una bomba de tiempo. Los casos de Chernobyl, Ucrania (1986) y Fukushima, Japón (2012), demuestran la peligrosidad del manejo atómico.
Corea del Norte, hace alardes e Israel amenaza a Irán, “los iraníes deben saber que va en serio, que si no modifican su política…” amenazaba el viceprimer ministro israelí.
El mundo está sentado sobre una “santabárbara” inquietante. Ya nos habíamos olvidado  de aquella famosa valijita nuclear que portaban los líderes de la URSS y Estados Unidos no hace tantos años, pero  hoy se toleran las amenazas nucleares como una cuestión habitual, sin que se le hiele la sangre a nadie.
 
HIROSHIMA EN EL CINE
 
El cine ha abordado la tragedia de Hiroshima y Nagasaki en varias ocasiones y desde diferentes puntos de vista. Casi siempre ha sido el propio Japón el que entró de lleno en el tema, a través de algunos de sus directores más valiosos mientras que otros países, especialmente EE.UU., optaron por enfocar el problema nuclear desde un punto de vista más genérico, casi siempre en la línea de la ciencia ficción, posiblemente porque detrás del único caso histórico se encuentre una sensación de culpa que no invita al recuerdo.
Tal vez el film que caló más hondo fue Hiroshima Mon Amour, pero no es el único. Vale rever otros filmes, para que el horror esté presente disuadiendo y ayude a evitar futuros hechos de tal inhumanidad.
-Hiroshima Mon Amour, Alan Resnais, Francia, 1959.
-Hiroshima, Mori Masaki, Japón, 1983.
-Lluvia negra, ShoheiImamura, Japón, 1989.
-Rapsodia en agosto, Akira Kurosawua, Japón, 1991.
-H Story, Nobuhiro Suwa, Japón, 2001.
 

 
La Cúpula de la Bomba Atómica (conocida también como Cúpula Genbaku) es el edificio más próximo al lugar de explosión de la bomba que quedó en pie después del impacto. Fue construido en 1905 para la Exposición Comercial de la Prefectura de Hiroshima. El hipocentro se situó a unos 150 metros en la horizontal y a unos 600 metros en la vertical del edificio. La bomba atómica cayó allí destruyéndolo todo y este edificio se salvó, no así las personas que había en su interior, que fueron fulminadas al instante. Mirando más de cerca los detalles, se pueden ver las vigas retorcidas, como si estuvieran hechas de plastilina en lugar de hierro.
 
 
Miguel Eugenio Germino
 

Fuentes:
-http://redhistoria.com/el-ataque-a-pearl-harbor-la-entrada-de-eeuu-en-la-segunda-
guerra-mundial/
-http://www.adictosalosviajes.com/2012/05/viaje-de-sensaciones-por-japon-ii.html










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