EL 7 DE
MARZO DE 1906
NACÍA
RAMÓN CARRILLO
“Padre
del sanitarismo moderno”
“Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza,
la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas
de enfermedades, son unas pobres causas”.
Ramón Carrillo
De
estudiante ejemplar a médico trascendental
Como ministro de Salud de las dos primeras presidencias
de Perón, logrará ejecutar gran parte de sus
ideales higienistas y sanitaristas de carácter preventivo en la salud pública.
Y los llevará a los más remotos rincones del país cuando la salud era accesible
solo para los sectores acomodados de la
sociedad.
Realizará
profundas investigaciones sobre las enfermedades del cerebro y dejará escritas
miles de páginas científicas como neurocirujano, neurobiólogo y médico sanitarista, estudios que aún hoy conservan vigencia.
EL
HIGIENISMO Y SANITARISMO EN EL PAÍS
El higienismo o sanitarismo no es una especialidad médica en sí, sino
una visión social de la medicina cuyo objetivo
principal es aplicar programas
preventivos destinados a cubrir a la totalidad de la población de los
lugares alejados del mapa, y en especial de
los más carenciados de la sociedad.
Decía el Dr. Carrillo: “Solo
sirven las conquistas científicas sobre la salud si éstas son accesibles al
pueblo”.
Y efectivamente, desde el Departamento Nacional de Higiene se
llegó a cubrir a sectores de los lugares más inaccesibles del territorio
nacional, los que hasta entonces sólo eran un
número en las estadísticas.
El paludismo y otras afecciones endémicas fueron atacados a fondo en
aquellas zonas donde proliferaban el mosquito y las vinchucas. De esta forma se
confirmó la presunción de que supuestas verdades científicas no se dan
necesariamente de igual manera en todo el planeta, sino que pueden
transportarse y variar en su agresividad según las zonas en que incuban.
Fundación Ramón Carrillo de French 3036 |
ÉPOCA DE
CAMBIOS
En la cima de su carrera, a Ramón Carrillo le tocó transitar una época
de profundos cambios, momentos en los que irrumpían en el país con su participación
grandes grupos humanos, que obtenían una mayor participación en el reparto de
los bienes producidos, a partir de los años 1946.
En 1945, cuando Carrillo dirigía el Instituto
Nacional de Neurología, que él mismo había fundado, conoce a Juan Domingo
Perón, quién le ofrece la Secretaría de
Salud Pública, a la que elevará al rango de Ministerio; además se convierte en el médico personal del futuro
presidente.
Desde aquel lugar desarrolla una inmensa actividad llevando el goce de
los planes de salud a números conjuntos de personas hasta entonces marginados
de la misma, instrumentando planes de atención preventiva, como soñaba en la
teoría, cimentándola en tres pilares:
1º) Todos
los hombres tienen igual derecho a la vida y a la salud.
2º) No
puede haber política sanitaria sin política social.
3º) De
nada sirven las conquistas de la técnica médica si esta no puede llegar al
pueblo por medios de dispositivos adecuados.
Como primera tarea realiza un estudio integral de los problemas de la
salud en el país, dando lugar al conocido “Plan
analítico de Salud Pública”, un compendio
de más de 4.000 páginas en las que se explican las acciones que deben
desarrollarse a través de la salud pública.
Llevará la vacunación antivariólica y antidiftérica a sitios apartados.
Consigue erradicar como causa de muerte a las enfermedades venéreas, entre ellas la sífilis; reduce
radicalmente la tuberculosis y contribuye al
descenso de la mortalidad infantil del 90 por mil al 60 por mil.
En ocho años se construirán 4.229
establecimientos sanitarios a lo largo y ancho del país y se pone al alcance de todos cien mono-drogas fundamentales en
forma gratuita.
El acceso
igualitario a la salud estaba en camino de ser una realidad.
SU
INFANCIA Y ADOLESCENCIA
Ramón Carrillo había nacido en Santiago del Estero el 7 de marzo de
1906, en el seno de una familia numerosa compuesta por María Salomé Gómez Carrillo
y Ramón Carrillo, él fue el mayor de once
hermanos.
Cursó sus estudios primarios en la Escuela Manuel Belgrano. Rindió libre
5º y 6º grados y obtuvo el título de bachiller
con medalla de oro.
Aún mientras cursaba el secundario escribió una temprana obra literaria
en la que ya dejaba traslucir su interés por los temas sociales.
De jovencito recorría los “fogones”
de su provincia, según Jauretche: Los estaños en las ciudades, donde
escuchaba las leyendas de los peones y
trabajadores golondrinas, las que motivarán en parte su actuación futura en el campo de la salud pública.
En 1924, con apenas 17 años viajó a Buenos Aires para convertirse en uno
de los alumnos más jóvenes de la Facultad de Medicina, y donde obtuvo por concurso en 1927 el cargo de practicante
externo en el viejo Hospital de Cínicas. Allí traba relaciones con el
importante neurocirujano Manuel Balado, con el que publicará diferentes
trabajos científicos. Se recibió de médico a los 22 años, en un momento social
delicadísimo para el país y cuando el mundo entraba en la gran depresión.
Placa en la casa que habitó en Brasil |
SU
CARRERA MÉDICA CIENTÍFICA
En 1930, tras haber ganado una beca
de la Universidad de Buenos Aires, viaja a Europa, donde realiza tres años de
perfeccionamiento en Francia, Holanda y Alemania. Hacia 1933 regresa a la
Argentina para continuar con su trabajo.
Su
contribución a los ámbitos científicos y sociales fue permanente durante toda
su vida, esto incluyó el reconocimiento y utilización de sus innovadoras
técnicas de diagnóstico neurológico, consideradas como precursoras de la actual
tomografía computada. Asimismo fue el descubridor de la enfermedad que lleva su
nombre y que se conoce con el término médico de papilitis aguda epidérmica.
Abocado al estudio constante en el campo
neurológico, investigó las enfermedades que afectan alcerebro, que lo llevaron a formular una clasificación de
las mismas que aún hoy continúan utilizándose. Realizó experimentos
relacionados con el trasplante cerebral en pruebas realizadas entre conejos
vivos, las que resultaron exitosas.
Sin embargo, uno de los méritos mayores de su carrera fue el desarrollo
de la medicina social, también denominado sanitarismo,
la cual pudo concretar desde su posición como ministro de Salud.
Entre 1933 y 1936 prosiguió sus investigaciones en el laboratorio de Neuropatología
del Instituto de Clínica Quirúrgica, también se hizo cargo del Servicio de
Neurología y Neurocirugía del Hospital Militar Central, en el que comprueba los
altos porcentuales de afecciones físicas de los aspirantes al servicio militar,
especialmente de los provenientes de las provincias más pobres y alejadas.
SU RETIRO
Hacia 1954, con la consagración de Teisaire como vicepresidente de la
Nación, surgen desinteligencias, que se agregan a su ya quebrantada salud. Renuncia entonces al Ministerio y se embarca a Nueva
York, donde brindará una serie de conferencias en la Universidad de Harvard.
Allí se somete a un intenso tratamiento de su afección del Mal de Chagas
que padecía, logrando algunas mejoras.
Derrocado Perón en 1955 se convierte en exiliado político, debiendo emplearse
en una empresa norteamericana radicada en Brasil, a 150 km de Belem Do Pará,
donde sufre un accidente cerebro-vascular y muere
el 20 de diciembre de 1956, a los 50 años de edad.
Su esposa y sus hijos quisieron cumplir con la última voluntad de
Carrillo, ser enterrado en su Santiago del Estero natal. Sin embargo esto se
demoraría por 16 años debido a que la dictadura de Aramburu y Rojas se opuso a su
repatriación por "razones políticas". Efectivamente, recién en
diciembre de 1972 el ataúd con los restos del doctor Carrillo fue traído al
país. En Aeroparque se presentaron a rendirle homenaje familiares, dirigentes
obreros y viejos peronistas, civiles y militares, siendo el más eufórico de
ellos don Arturo Jauretche. Finalmente, el 20 de diciembre de 1972 se cumpliría
la última voluntad del gran sanitarista argentino.
“... No tengo odios y he juzgado
y tratado a los hombres siempre por su lado bueno, buscando el rincón que en
cada uno de nosotros alberga el soplo divino.
La naturaleza humana no es buena ni mala; es
neutra y está condicionada al grupo, al desarrollo mental, a las
circunstancias, al medio y a las oportunidades. La
alegría es el goce más barato... Y sin embargo ¡cuánto poder! Mientras los médicos sigamos viendo
enfermedades y olvidemos al enfermo como una unidad biológica, psicológica y
social, seremos simples zapateros remendones de la personalidad humana”.
Miguel Eugenio Germino
Fuentes
-http://my.opera.com/jorgemiana/blog/show.dml/2896
-http://www.altaalegremia.com.ar/contenidos/Ramon_Carrillo_- _Primer_Ministro_de_Salud_Publica.html
-http://www.pensamientonacional.com.ar/contenedor.php?idpg=/vergarabertiche/0029_ramon_carrillo_homenaje_a_106.html
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