tributo a grandes actrices
Vio la luz allá por el año 1914,
en una casa de Palermo. Su padre la alentó
en el camino del arte. Las primeras funciones comenzaron sobre un escenario
imaginario en el comedor de su casa. Su hermana Berta escribía obras y Paulina,
junto a algunas amigas las interpretaban, mientras otros niños hacían
de público.
A los 14 años ingresó en el
Conservatorio Nacional de Música y Declamación,
de donde fue la primera actriz egresada.
El 2 de abril de 1927 debutó en Una
cura de reposo, una obra de Enrique García Velloso,
junto a Florencio Parravicini; la joven actriz tuvo
el rol protagónico con un éxito rotundo.
Así, Paulina fue convirtiéndose en una linda dama joven del Teatro
Nacional. Formó compañía propia en 1932, con Amor, La fierecilla domada, y
otras obras.
Su esposo pasó a manejar la
compañía teatral creada por la actriz. Tuvieron
dos hijos varones, mellizos. Realizó giras
por Estados Unidos, España, Portugal, México, Cuba y casi toda Latinoamérica.
De esa época son las comedias Un bebé de París y
Noches de Carnaval. Prácticamente no hizo dramas, salvo Soledad es tu nombre.
En 1938 protagonizó su primera
película: Una rubia en el camino. Luego vendrían Retazo, Caprichosa
y millonaria, y en 1944 Hay
que cuidar a Paulina.
En 1952 el gobierno la prohibió, entonces comenzó con
giras por España y parte de Sudamérica, lo
que no hizo más que ratificar su renombre
internacional.
De su trayectoria teatral se
recuerdan Querido Coco, Aquí estoy y aquí me quedo, Mujeres,
Rosas amarillas y rosas rojas, Constancia, Trece a la mesa, Una
noche a la italiana y numerosos títulos
más.
Inquieta, movediza y
comunicativa, halló pronto el camino del éxito. Fue una generadora de
espontánea simpatía en los escenarios. Sobria
y elegante actuó en diferentes teatros porteños: Liceo, Cómico (hoy Lola
Membrives), Buenos Aires, y el Teatro Apolo. También brilló en algunos escenarios
hoy desaparecidos, como el Teatro Balvanera, ubicado
cerca de Plaza Once.
El Premio Konex 1981 la consagró
entre sus iguales,
asimismo, en ella se dio homenaje a todas las primeras actrices de
comedia del pasado.
Paulina falleció el 3 de febrero
de 1984, pero su gracia y carisma revivirán cada vez que se proyecten sus
películas, donde igual que en el escenario demostró una solvencia artística y
fuerza escénica incomparables, como actriz y
como directora.
Sus últimos trabajos siempre serán
recordados: Golde, la esposa del Violinista
sobre el tejado, junto al actor Raúl Rossi (1969, obra de Scholem Aleijem)
y Pan
criollo, junto a Luis Sandrini (1972,
obra de César Tiempo).
Natan Blum
2 comentarios:
CUANDO VOLVERÁN A PASAR SUS PELÍCULAS???
AVISEN
Una gran... gran actriz!!!! Única y eterna en el imaginario de la escena nacional.... y mi madre la adoraba como espectadora..... ojala que las nuevas generaciones la lleguen a conocer.
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