BALVANERA Y LA
UNIVERSIDAD
Por la defensa de la
universidad pública y gratuita con salarios dignos para sus profesores
“Sin educación, en balde es cansarse, nunca seremos más que lo que
desgraciadamente somos”
Manuel Belgrano
Balvanera alberga tres grandes
facultades: la de Económicas, la de
Sociales y la de Psicología,
además de varios establecimientos secundarios. Miles de estudiantes y
familias con hijos en las mismas, habitan el barrio y saben de los graves
problemas presupuestarios por los que paran las universidades, los colegios
secundarios y la educación en general.
El hoy
presidente Macri durante su campaña electoral, se preguntaba lo más fresco, y con
absoluto desprecio: “¿para qué
tantas universidades…?”. Más liberal que el histórico Julio Argentino Roca que, salvando distancias e
ideologías, legisló en materia de educación allá
por 1884 con la ley 1.420, hoy puesta a prueba.
Entonces sólo sabía leer y escribir menos de
uno de cada cinco habitantes. Un cuarto de siglo más tarde, al conmemorarse
el Centenario, ya dos de cada tres sabían leer y escribir y en los menores de
diez años la escolarización llegaba al
90%.
Hoy al menos, hasta el 10 de diciembre de 2015,
la escolarización en el país llegaba al 99,1%, ¡la del futuro es una incógnita!.
El mes pasado fuimos sorprendidos
por una impresionante manifestación de más de 100 mil alumnos, padres, docentes
y partidos políticos populares, reclamando a viva voz por mayor presupuesto
universitario, además de sueldos dignos para los profesores.
Se reedita así el fantasma de Ricardo López Murphy cuando, para hacer
economía, podó 1.220 millones de pesos para la
universidad durante el gobierno de Fernando de la Rúa
y de la entonces Ministra de Trabajo, Patricia
Bullrich.
Hoy vuelve el reclamo por la
enseñanza pública, gratuita y laica, lo que parecería ser una entelequia del
pasado, mientras el gobierno habla de “revolución”
en la educación, un falso concepto mal empleado, ya que debería haber dicho
“involución” en la educación, solo dos letras de diferencia gramatical, pero
años luz en el concepto.
¡¡¡Qué sabrán
Macri y su equipo de “revoluciones”!!!,
a no ser que reivindiquen “la Revolución
Libertadora” o “la Revolución Argentina” de amargas experiencias y
consecuencias en la historia del país. Los ya adultos que gozamos de educación pública tenemos los ojos abiertos,
los oídos destapados y no olvidamos.
Mientras se está despidiendo a
miles y miles de personas en la Administración Pública, con la complacencia de Massa y parte de su
gente del “Frente Renovador”, que puso palos en la rueda dilatando la
aprobación de la ley que prohíbe los despidos, Sergio
Massa cogobierna en la provincia de
Buenos Aires y avala con sus diputados y su silencio cómplice todas las
decisiones de Macri.
No se puede condenar a un pueblo
entero al hambre y la miseria con tarifazos descomunales. Las facultades no pueden siquiera pagar la factura de luz y se
suspenden las clases nocturnas por economía, cuando la mayor parte de los estudiantes que trabajan deben concurrir
indefectiblemente por la noche.
Tampoco queremos a un pueblo
ignorante que no sepa distinguir quiénes son sus amigos y quiénes sus enemigos, se vuelve a la vieja consigna
feudal que sólo aspiraba para el trabajador: “Reza, trabaja y calla”.
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