Una historia sólida y una actriz intensa en el marco del
teatro independiente
Son
las 21.30 del sábado 7 de mayo y la sala El
Kafka de la calle Lambaré se viene abajo ante los arrolladores aplausos que
coronan el final de la función del unipersonal Un hombre sin suerte,
protagonizado por María Nydia Ursi-Ducó,
en su segunda temporada. La pieza es producto de la adaptación –realizada
por Osmar Núñez–
del cuento homónimo de la formidable escritora argentina Samanta Schweblin –radicada
en Berlín–
con el que obtuvo el Premio Internacional de Cuento Juan Rulfo 2012. El
director es el propio Núñez. La autora vino a ver la obra en marzo y quedó
conforme con la puesta.
Ursi-Ducó
es una actriz –oriunda
de Baradero–
con una extensa trayectoria, que a los 17 años vino a Buenos Aires con la idea
de estudiar. Desde hace décadas es vecina del barrio de Balvanera. Cuando cursaba la carrera de Letras se dio cuenta de que
lo que más le gustaba leer eran las piezas teatrales, que se las imaginaba con
ella en escena. Así, decidió estudiar teatro y lo hizo con tres de los más
grandes maestros de actores: Agustín Alezzo, Carlos Gandolfo y Augusto
Fernándes. Mientras tanto, se formaba en piano, danza contemporánea, gimnasia
expresiva y vocalización; leía mucho y ahondaba en la técnica de Stanislavski. También
participó en un taller de la prestigiosa maestra norteamericana Joy Morris –representante
del método de Lee Strasberg– en 2008, que le resultó muy
valioso. Actualmente, está aprendiendo canto para trabajar la voz.
Entre
las obras relevantes en las que actuó se destacan: Barranca abajo, de Florencio Sánchez; Un largo adiós, de Tennessee Williams; Invisibles, de Gregorio De Laferrère, y El jardín de los cerezos, de Antón Chéjov.
En
cine trabajó en un clásico como La noche
de los lápices y recientemente en la aclamada y exitosa El clan, de Pablo Trapero, donde encarnó
a la última secuestrada de la siniestra banda de los Puccio, que fue rescatada
por la policía. En una escena escalofriante, la imagen de esa mujer frágil y
devastada habla por sí sola.
En
televisión tuvo participaciones en renombrados ciclos como Hombres de ley, Nueve lunas, Mi cuñado, Tiempo final, Poné a Francella,
Floricienta, Casados con hijos, Hombres de honor, Montecristo, Socias y Farsantes, entre otros.
Desde
2013 hasta mediados de 2015 emprendió una gira nacional –que
disfrutó muchísimo– con la pieza de fuerte contenido social Las obreras –estrenada
en el Teatro Cervantes– de María Elena Sardi, dirigida por
Joaquín Bonet.
En
Un hombre sin suerte interpreta a
Amanda, una mujer adulta que, en el día de su cumpleaños, está esperando a su
hermana Abi para celebrar y se preocupa porque Abi se demora y no responde a
sus llamados. En ese ínterin, con sus binoculares mira hacia la calle y le
grita a unos chicos que le están rompiendo el auto, escucha música, prepara la
mesa y comienza a recordar. Se traslada a aquel día inolvidable en el cual
cumplía ocho años y su hermana se tomó una taza entera de lavandina. Acto
seguido, sus padres le exigieron con desesperación, en medio de un tremendo
embotellamiento, que se sacara su bombacha blanca para llamar la atención y
poder llegar cuanto antes al hospital. Una vez allí, aparecerá un desconocido
que entablará un amigable diálogo con la pequeña y reparará el “ultraje”.
Amanda rememora ese hecho con regocijo y emoción, y así escapa,
momentáneamente, de su profunda soledad.
María Nydia Ursi-Ducó comenta cómo
surgió el proyecto: “Un amigo escritor me habló del cuento. Lo leí, me encantó y me pareció
que se podía llevar al teatro. Automáticamente, me lo imaginaba a Osmar. Por
eso, le acerqué el texto a él, le gustó y me dijo que me iba a dirigir. Yo lo
conocía porque habíamos estado juntos en el estudio de Gandolfo”.
La
adaptación de Núñez mantiene el espíritu y la potencia del cuento, con algunas
variaciones que embellecen y refuerzan el texto original: “Para entrar en el cuento y poder
dramatizarlo, con Osmar incluimos una parte previa con pequeñas cosas que le
van pasando a mi personaje que tienen que ver con otros cuentos de Samanta. Es
una introducción que permite desembocar en el recuerdo”, explica la
actriz.
Ursi-Ducó
pasa por todo un abanico de sentimientos que le posibilita mostrar su
versatilidad y un excelente manejo del cuerpo y la voz. La actriz logra una
composición minuciosa de su personaje y ocupa el escenario a sus anchas con su
carisma y magnetismo. “Yo estoy sola en escena pero me siento
acompañada porque es una tarea de equipo. Hay una escenografía que es bárbara,
igual que el sonido, la música, las luces. Hacer un unipersonal es un desafío
pero me siento bien. La construcción del personaje fue un trabajo interno,
fuimos despacito; uno trabaja con su sensibilidad, con su caudal. Armar el
espectáculo llevó nueve meses, con interrupciones. Empezamos a ensayar en enero
de 2015 y la estrenamos en septiembre”, expresa satisfecha María Nydia.
La
escenografía de Alejandro Mateo resulta totalmente funcional a la historia y
constituye uno de los pilares fundamentales en los que se sustenta la obra.
Un hombre sin suerte
se puede ver todos los sábados a las 20.30 en el Teatro El Kafka (Lambaré 866) hasta el 11 de junio. A partir de la
semana siguiente la función pasará a las 19 horas. Informes: 4862-5439.
Laura
Brosio
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