EL TANGO Y EL BARRIO
Veamos el baile, sus pasos, sus figuras, sus adornos, su postura, su cadencia, es arte
por su coreografía en la escenografía porteña, siendo privativa por su
exclusividad.
Quizás el hecho de bailar abrazados es una de las causas de su inmensa
popularidad, no hay danza equivalente tan bella, intimista, sensual y de gran
repercusión mundial, por su técnica magistral.
El tango bailable tiene fundamentalmente tres componentes relevantes: armonía, melodía y compás,
con esta inconmensurable música, si prevalece en
una pareja de bailarines, la simbiosis bailando un tango que emociona, es un
deleite, todo esto lo vivimos en las milongas.
El tango no se comprende sin el baile, es el momento esencial cuando la
cuando la pareja se une en un abrazo afectuoso, pleno de ternura, al compás
armonioso de un tango selecto, predilecto por ambos intérpretes, es el momento
que se origina la comunicación, el vínculo primordial que expresa el
sentimiento donde la emoción puede desarrollar la creatividad mental, despertar
la capacidad creativa y el ingenio, se tiene más energía en la acción se
obtiene iniciativa, velocidad, seguridad, sentido de la oportunidad.
Si se coordinan todas estas
posibilidades en una pareja, durante el ritmo melodioso de un tango, podrán
lograr la comunión deseada y el placer total.
Por tal motivo es el respaldo emocional de nuestros sueños, pasiones,
alegrías, amores y esperanzas, manifestaciones del alma que nos permiten expresarnos durante el sonido comunicativo del tango
danza, de donde surge esta excelente música que
nos identifica ante el mundo.
Rubén Ríos
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