EL COYA
Sentado sobre una roca y con la mirada perdida en el valle, estaba
aquél coya de cara ajada por
el viento, ojos rasgados que se entrecerraban para escapar de los ardientes
rayos.
Los negros cabellos se despeinaban con el azote del viento, cabras
y llamas masticaban en los pastizales. Maluco,
su perro, levantó las orejas moviendo el hocico, olfateando el aire.
Algunas nubes negras desde el sur parecían traer lluvia, que
seguramente lo mojarían todito, haciendo
que sus abrigadas prendas de lana, tejidas al telar por su abuela Chacha, se
pusieran pesadas y difíciles de secar. Por la vieja radio había escuchado en la
mañana que la guerra iba a comenzar, muy al sur, tan al sur que no sabía dónde…
Las Malvinas, eso decía la radio, y él, como
quería a su Patria, había pensado en alistarse pa’ defenderla nomás… así de grande
tenía su corazón por su Patria.
Llamó con unos silbidos a su perro y le dio la orden de reunir los
animales… y se fue pal sur, eso dicen los que lo conocen,
tan al sur que naides sabía pa’ dónde… y allí entre el frío y la
tierra dio la vida por su Patria. Maluco sigue esperando al coya pa’
arriar los animales… pero el coya ha dejao su mujer e hijito que lo seguirá en
la huella de las alturas… mientas haya un cerro y una llama.
‘’No te rías de un coya, que está en la frontera
Pa’lao La Quiaca, o allá en las alturas del Abra del Zenta
Ten presente amigo, que será el primero en parar las patas.
Cuando alguien se atreva a violar la Patria’’
Poema de Fortunato Ramos
Coyas o collas
Pueblos esparcidos en cientos de caseríos de la Puna, la Quebrada de Humahuaca y parte de los Valles Calchaquíes. A principios del
siglo XX se desarrolla una nueva etnia: los Collas, síntesis de Diaguitas,
Omaguacas, Apatamas, grupos de origen Quechua y Aimará procedentes de Bolivia,
cuantitativamente más numerosos y parte de la masa mestiza no integrada en los
centros urbanos.
Perdieron
su organización comunitaria original y su núcleo, la familia extensa;
tecnología sustantivas como la cerámica fueron expulsadas de la memoria
colectiva; su religión fue penetrada por el catolicismo; ya no visten como
antes, salvo en poncho y ojotas y tampoco cazan.
VIVIENDA COYA |
Sin
embargo, los collas son los auténticos portadores de la tradicional forma de
vida andina, a través del mantenimiento de muchos patrones culturales como la
economía pastoril de altura, y agrícola de papa y maíz; la recolección de
algarroba y sal; la construcción de viviendas; la medicina tradicional y las
técnicas de adivinación; los instrumentos musicales erques, quenas, pinkullo, sikus y
cajas; el culto a la Pachamama e innumerables creencias, rituales y prácticas
sociales.
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