martes, 2 de enero de 2018

EL CENTRO INTEGRAL DE LA MUJER

Centro Integral de la Mujer de Almagro y Balvanera

Ayudar a las mujeres a construir una vida libre de violencia

EL  CIM Elvira Rawson, en Salguero 765


En los últimos años la problemática de la violencia de género se ha acentuado dramáticamente en nuestro país. Esto se ve reflejado en el gran crecimiento del número de casos producidos y su gravedad extrema. Desde 2015 el colectivo Ni una menos colocó el tema en el centro de la escena e hizo que la sociedad tomara conciencia de la importancia del flagelo y de la necesidad de promover la salud integral de las mujeres.
En este marco, es fundamental el rol que debe cumplir el Estado respecto a la cuestión, de la cual no puede desentenderse. En el caso del gobierno porteño, viene teniendo una política firme en este sentido con la creación de los denominados Centros Integrales de la Mujer (CIM) desde 2011. Hasta el momento hay 11 centros distribuidos en 9 comunas. Son espacios de asistencia, orientación y acompañamiento a mujeres que sufren o sufrieron violencia de género. Se les brinda atención psicológica individual y grupal, asesoramiento legal, patrocinio jurídico gratuito, redes de apoyo a través de instituciones (escuelas, centros de salud) y grupos de familiares y amigos de la víctima. Se acompaña a las mujeres en todo el proceso judicial que se inicia a partir de la denuncia realizada; sin embargo, debe aclararse que los centros no son lugares para formular denuncias.
En cuanto al trámite que debe hacerse, la mujer puede comunicarse telefónicamente o acercarse directamente al centro. En el lugar, una recepcionista y una trabajadora social le realizan la entrevista de ingreso y evaluación, y la orientan de acuerdo a su problema. Luego se pautan entrevistas que contarán con la presencia de una psicóloga, una trabajadora social y una abogada. Como se ve, se trata de un abordaje interdisciplinario. En esos encuentros se determina el tratamiento que cada mujer necesita.
“Concurren aproximadamente 200 mujeres por centro por mes. Son mujeres de diversas características, de todas las clases sociales, que se encuentran en cualquier momento del círculo de la violencia. En general, son mujeres que están poco empoderadas, que muchas veces no tienen trabajo, no tienen otras herramientas, no están con una red de contención que pueda acompañarlas en este proceso. Algunas se acercan espontáneamente antes de pensar siquiera en realizar la denuncia; otras, a partir de una situación de violencia física particular o después de haber efectuado la denuncia, derivadas por la Justicia o desde la misma comisaría. En tanto, hay mujeres que vienen para comenzar a charlar sobre su condición de violencia que no necesariamente tiene que ver con violencia física sino que quizás hay violencia económica, obstétrica, simbólica”, explica Agustina Señorans, directora general de la Mujer de la Ciudad de Buenos Aires.
Además de los CIMs, en la citada repartición hay diversas iniciativas que ayudan a la mujer a construir una nueva vida libre de violencia. En este sentido, un programa llamado Lazos asiste a mujeres que fueron víctimas de violencia por parte de sus hijos. Otros programas se ocupan de los delitos sexuales, los noviazgos violentos, el maltrato infantil –ya que los niños son víctimas colaterales de la violencia doméstica– y el acoso callejero. Se trabaja con equipos especializados en cada problemática.
“Lo que tienen de especial nuestros centros integrales es que pueden dar respuesta a las mujeres en cualquier circunstancia y realizar un acompañamiento de acuerdo a cada situación. Desde la Dirección General lo que hacemos es acompañar desde lo terapéutico y con una mirada de trabajo social, una mirada interdisciplinaria en el fortalecimiento de esas mujeres que primero tienen que reconocerse víctimas de violencia, aceptar que tomaron la decisión de pedir ayuda y de salir de ese círculo de la violencia”, expresa Señorans.
En la última etapa del acompañamiento se genera un espacio de empoderamiento con el fin de que la mujer recobre su condición de sujeto. Se proponen diferentes técnicas vivenciales, ejercicios de relajación, respiración, expresión corporal, yoga y recursos audiovisuales. Una vez que las mujeres culminan los tratamientos correspondientes, se procede al seguimiento de los casos.
Las mujeres víctimas de violencia doméstica y delitos sexuales disponen de la línea gratuita 144 que funciona todos los días las 24 horas. “En la línea 144 atienden trabajadores sociales, psicólogos, psicólogos sociales y abogados, especializados en la temática de violencia de género. No es una línea de denuncia, es una línea de emergencia, que brinda asesoramiento, información y contención. Muchas veces las mujeres que llaman al 144 son derivadas al centro integral más cercano a su domicilio para que puedan tener una atención personalizada”, precisa la funcionaria.
En Almagro se encuentra el CIM Elvira Rawson, en Salguero 765, el teléfono es 4867-0163. En tanto, en Balvanera se halla el CIM Arminda Aberastury, en Hipólito Yrigoyen 3202, el teléfono es 4956-1768. En este último centro se ofrecen distintas actividades orientadas a la cuestión de género: talleres de reflexión, cine-debate, talleres creativos y talleres de narración oral. A la vuelta del Aberastury, en 24 de Noviembre 113, está el CIM Margarita Malharro, que funciona de lunes a viernes las 24 horas; el teléfono es 4931-6296.

                                     
                                                         Laura Brosio






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