FUNDAPAZ:
EN BALVANERA DE CASTELLI 12 2º PISO
MUJERES DE UNA COMUNIDAD AL NORTE DE SALTA |
Una
acción solidaria dirigida a las poblaciones rurales indefensas
Cada vez más las organizaciones no
gubernamentales cumplen una labor encomiable en beneficio de los sectores desvalidos
de la sociedad. Un ejemplo en ese sentido lo constituye Fundapaz, la Fundación para
el Desarrollo en Justicia y Paz, una entidad civil sin fines de lucro de
inspiración cristiana cuya misión es impulsar el progreso de comunidades
rurales pobres del norte argentino. La sede central está ubicada en Castelli 12, 2° A, en el barrio de Balvanera,
y hay filiales en el interior.
La fundación nació en 1973 en la
ciudad de Vera, al norte de Santa Fe. Fue un 14 de julio cuando el matrimonio
de Jorge Pereda y Silvia Stengel junto con el sacerdote Enrique Nardelli
firmaron el acta constitutiva de la institución. Para ello se recibió una
donación muy importante de las religiosas del Sagrado Corazón de Jesús. Los
tres fundadores y las hermanas contaron, además, con el consejo del entonces obispo
de la ciudad de Reconquista, Juan José Iriarte.
Actualmente la entidad coopera con
4500 familias indígenas y criollas, llevando a cabo diferentes programas en
Salta, Santiago del Estero y Santa Fe. Se brinda apoyo a organizaciones de base
a fin de que esos grupos vulnerables puedan mejorar el entorno en el que viven.
Asimismo, una de las principales tareas de la fundación es asesorar a las
familias en el proceso de regularización y tenencia de la tierra con el
objetivo de que obtengan los correspondientes títulos de propiedad. La Coordinadora del Área de
Comunicación de Fundapaz, Sandra Califano, comenta al respecto: “Todos
los casos son únicos. Frente a una inquietud de una familia, hay un
acompañamiento legal. Un abogado empieza a estudiar el caso, ve qué
posibilidades de resolución hay y los va orientando. Siempre se trata de llegar
a acuerdos que reconozcan los derechos de la gente. Los lotes a veces son del
Estado o de particulares que los abandonaron. Cuando se normaliza esa situación,
las familias pueden encarar nuevos proyectos productivos, mejoras en sus
terrenos, en sus viviendas”.
Se intenta que las familias de la
región diversifiquen los modos de producción y así se pueda garantizar la
seguridad alimentaria y el logro de un excedente para la venta. Algunas de las
actividades productivas que se promueven son: cría de ganado, producción
agrícola, producción forestal, huerta y granja, lechería caprina, apicultura y
artesanías. Fundapaz fomenta la transformación de la producción primaria -a
través de la asistencia técnica y el respaldo económico- en aras de su
comercialización.
Un aspecto esencial de la labor de
la institución fue incentivar la creación de organizaciones, es decir, la
reunión de la gente en sus territorios para trabajar juntos y luchar por
objetivos comunes. En una primera etapa se acompañaba a las familias; en cambio
ahora se ayuda a esas organizaciones que ya se formaron.
En cuanto al criterio utilizado
para seleccionar a los beneficiarios, Califano explica: “Ya hay una dinámica instalada.
Es la misma gente la que se acerca a las oficinas de Fundapaz en el interior,
conoce a alguien del equipo técnico y plantea que quiere sumarse a un proyecto
de trabajo o acude a las organizaciones de base. Por ejemplo, un grave problema
que hay en Santa Fe es la falta de agua, entonces una organización, con el asesoramiento
de la fundación, consiguió presentar una iniciativa en 2012 para hacer redes de
distribución de agua para las familias que no tenían”.
Los programas no se elaboran al
azar sino que surgen de una necesidad puntual. “Había una zona donde se estaba
haciendo mucha deforestación, eso estaba impactando en el ambiente, en la
economía de las familias, por eso allí se armó un programa. Es la realidad la
que trae los programas: se dice ‘tendríamos que hacer algo para evitar esto’. Los
profesionales se reúnen, analizan el tema y confeccionan un programa de trabajo
que hay que salirlo a ofrecer a organizaciones que lo quieran apoyar
económicamente y que suministren los medios para la asistencia técnica. En el
caso del norte de Salta, comenzamos a socorrer a comunidades indígenas debido a
una situación de extrema pobreza”, afirma la integrante de Fundapaz.
La institución recibe el aporte
del Estado para algunos programas como el de mejoras de los bosques o de acceso
a los recursos naturales. En otros casos, cuenta con el patrocinio de agencias
de financiamiento internacional y a veces las empresas privadas donan
herramientas o material.
La fundación tiene una estructura
pequeña, la conforman veinte personas que están remuneradas. La cantidad de
voluntarios depende de los casos, no es un staff fijo. En algunas ocasiones,
estudiantes de universidades del exterior realizan pasantías porque se están
formando como ingenieros forestales, sociólogos o antropólogos.
Según Califano, en estos cuarenta
años de gestión, se alcanzaron los objetivos previstos cuando se creó Fundapaz
aunque admite que siempre hay desafíos por delante y aspectos por mejorar.
Aquellas personas que deseen
colaborar, pueden llamar al 4864-8587
y 4861-6509 o enviar un correo
electrónico a buenosaires@fundapaz.org.ar
Laura Brosio.
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