jueves, 2 de octubre de 2014

EL BLOQUEO A CUBA



EL 19 DE OCTUBRE DE 1960

A  54 AÑOS  DEL BLOQUEO ECONÓMICO, COMERCIAL Y FINANCIERO DE EE.UU. A CUBA




“Dos patrias tengo yo: Cuba y la noche.
¿O son una las dos? No bien retira
su majestad el sol, con largos velos
y un clavel en la mano, silenciosa
Cuba cual viuda triste me aparece…”

José Martí





Cuba en la actualidad es el único país del mundo que cumple los dos criterios que, para la organización WWF ( Fondo Mundial para la Naturaleza), significan la existencia del desarrollo sostenible: desarrollo humano alto (IDH 0,8) y huella ecológica sostenible (huella < 1,8 ha/p)”.

Tal vez aquí se encuentre la clave del “ensañamiento histórico de los Estados Unidos por intervenir en la Isla de Cuba, considerada junto a  gran parte de Latinoamérica como su patio trasero.

El bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, impuesto por los Estado Unidos todavía antes del 19.10.60, es el más prolongado y cruel que haya conocido la historia de la humanidad. Forma parte esencial de la política estadounidense de hostilidad y agresiones hacia Cuba; su objetivo ha sido la destrucción de la Revolución Cubana.

El Imperio no podía permitir un país socialista a pocos kilómetros de sus fronteras. La ética, la justicia y el derecho internacional son letra muerta para el país del norte.



EL DERECHO INTERNACIONAL Y EL “DERECHO” DE LA FUERZA

No existe norma alguna del derecho internacional que justifique un bloqueo en tiempos de paz. Desde 1909, en la Conferencia Naval de Londres, quedó definido como principio del derecho internacional que el "bloqueo es un acto de guerra", y sobre esta base, su empleo es posible únicamente entre los beligerantes.

La política de bloqueo aplicada por diez administraciones norteamericanas es un acto de genocidio, en virtud del inciso (c) del artículo II de la Convención de Ginebra para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, del 9 de diciembre de 1948. Constituye, por tanto, un delito de derecho internacional que dicha Convención define como “actos perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso", y en esos casos contempla "el sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial".

                     La Ley Helms-Burton de 1996 hizo recrudecer los efectos del bloqueo: incrementó el número y alcance de las disposiciones de efecto extraterritorial;  impuso la persecución y sanción a actuales y potenciales inversionistas extranjeros en Cuba y autorizó el financiamiento de acciones hostiles, subversivas y agresivas contra el pueblo cubano.

Con todo, gracias a la solidaridad y al reclamo  internacional, los efectos del bloqueo se fueron desdibujando en el tiempo, y cada vez le resulta más difícil a los EE.UU mantenerlo vigente.



ANTES DEL BLOQUEO





“Por el Mar de las Antillas
(que también Caribe llaman)
batida por olas duras
y ornada de espumas blandas,
bajo el sol que la persigue
y el viento que la rechaza,
cantando a lágrima viva
navega Cuba en su mapa…”

Nicolás Guillén(Un largo lagarto verde)


 




 Es imposible hablar de la historia de Cuba sin hacer alusión a José Martí (1853-1895), el  revolucionario y poeta, que entregó su vida a la causa independentista. Condenado a cárcel y trabajos forzados a los 16 años, luego deportado, regresó a la isla en 1892 y fundó el Partido Revolucionario Cubano. Junto a otros revolucionarios como Maceo y Gómez, puso en marcha la lucha armada, hasta ser  abatido por las tropas realistas.

Será Cuba el último país en independizarse de España, para caer en las garras de los EE.UU. A lo largo de la historia varias fueron las  intervenciones militares estadounidenses en Cuba. La primera data del año de 1898, cuando el Ejército Mambí luchaba por la independencia. Para dicho año, Estados Unidos le declara la guerra a España y la derrota en pocos meses. En la Conferencia de París, celebrada en octubre, España se ve obligada a ceder a Estados Unidos los territorios de Guam, Marianas, Carolinas, Palau, Filipinas y Puerto Rico. Estados Unidos  establece entonces una ocupación militar en Cuba, que se prolongaría hasta 1902, cuando  eligen un presidente títere cubano, Tomás Estrada Palma.

Las fuerzas de ocupación militar estadounidense logran incluir en la Constitución de la República de Cuba un apéndice denominado Enmienda Platt, por la cual se arrogaban el derecho de intervenir en los asuntos internos del país cuando ellas lo estimaran conveniente. Asimismo, se garantizaban el arriendo de territorios para bases navales y carboneras, como la Base Naval de Guantánamo, que permanece ocupada hasta la actualidad.

Los próximos 50 años estarán caracterizados por el control norteamericano y de un reducido grupo de terratenientes sobre los asuntos cubanos. Los EE.UU. proveerán a la isla de los más elementales insumos para su subsistencia. La población se empobrecerá cada vez más y La Habana se convertirá en casa de juego y burdel de los ricos norteños.

 En 1933 estalla la revolución cubana, que se preparaba desde hacía mucho tiempo. Pero una vez más, los norteamericanos “ponen las cosas en orden”. Tras bambalinas, aparece el sargento-taquígrafo Fulgencio Batista que colabora con ellos en la instalación de un nuevo gobierno títere, y todo continúa igual que antes. En 1952 el mismo Batista asume el poder por medio de un golpe de estado, poder del que abusará hasta el 1º de enero de 1959, fecha en que Fidel Castro y sus rebeldes lo expulsan de la isla.



CONSECUENCIAS DEL BLOQUEO





El acto criminal del bloqueo de una gran potencia a un pequeño estado se implementó como  revancha en respuesta a las nacionalizaciones efectuadas por la Revolución. Con ello  todo un pueblo quedó condenado a sufrir carencias y privaciones, desde los más elementales bienes de primera necesidad hasta las más severas restricciones a la importación de insumos  médicos, que incluyen la verificación por el exportador estadounidense su uso  en el destino final; además se estableció la prohibición de vender a Cuba productos y equipos de tecnología avanzada.

En virtud del bloqueo, entre otras restricciones, Cuba no puede exportar ningún producto a los EE.UU. (en julio de 1960 redujo drásticamente la cuota de compra de azúcar cubana), ni importar de ese país mercancía alguna; no puede recibir turismo norteamericano; no puede utilizar el dólar en sus transacciones con el exterior; no tiene acceso a los créditos, ni puede realizar operaciones con instituciones financieras multilaterales, regionales y norteamericanas. Los barcos y aeronaves cubano no pueden tocar territorio estadounidense.   

El presidente Dwight D. Eisenhower rompe las relaciones diplomáticas con Cuba el 3 de enero de 1961. La Unión Soviética, en cambio, ofrece a Cuba precios preferentes para sus exportaciones, especialmente para el azúcar, y le vende petróleo a precios preferenciales.
                     En respuesta a este alineamiento de Cuba con el bando soviético en la Guerra Fría, el presidente John F. Kennedy el 7 de febrero y de nuevo el 23 de marzo de 1962, amplía las medidas tomadas por Eisenhower,
aun con mayores restricciones comerciales.
                      Durante la posterior crisis de los misiles en Cuba, Kennedy implanta
limitaciones en los viajes a la isla, y el 8 de febrero de 1963  se emiten las Regulaciones para el Control de los Recursos Cubanos (Cuban Assets Control Regulations). El 8 de julio de ese mismo año, Cuba queda bajo la Ley de Comercio con el Enemigo, como respuesta al hospedaje de misiles en la isla. Bajo esas medidas, los activos cubanos en Estados Unidos fueron congelados.
                      La Organización de Estados Americanos, dominada por los EE.UU.,
impone sanciones multilaterales a Cuba el 26 de julio de 1964, las que recién fueron levantadas el 29 de julio de 1975. Sin embargo Cuba no acepta reintegrarse a la OEA.       

 El presidente Ronald Reagan reinstaura el embargo comercial el 19 de abril de 1982.                  Hoy día las leyes no prohíben a los ciudadanos estadounidenses viajar a Cuba, pero es ilegal realizar transacciones (gastar dinero, recibir regalos), en la mayoría de los casos sin permiso del gobierno estadounidense a través de la Oficina de Control de Recursos Extranjeros (licencia).
                        En octubre de 1992 se reforzó el embargo por la ley popularmente conocida como  Ley Torricelli, y en 1996 por la Ley para la Libertad Cubana y la Solidaridad Democrática (Ley Helms-Burton), que disponía, entre otros muchos artículos, que las filiales estadounidense en terceros países no podían establecer ningún tipo de relación comercial con Cuba. Mientras los Estados Unidos han buscado normalizar sus relaciones comerciales con otros estados comunistas, como China o Vietnam,
mantuvo un fuerte lobby, mayoritariamente conservador, formado por exiliados cubanos asentados en Florida, que han dificultado sistemáticamente un acercamiento a Cuba. 




Ni el Partido Demócrata ni el Republicano de los Estados Unidos han propuesto ningún cambio de relevancia, aunque el Partido Republicano ha sido tradicionalmente más propenso a aplicar "mano dura". El Título Tercero de la Ley por la Solidaridad con la Libertad y la Democracia en Cuba establece que cualquier compañía no estadounidense en "conocido tráfico con propiedades de ciudadanos estadounidenses en Cuba” puede ser sujeto de un litigio y ser impedida su entrada a los Estados Unidos. Esta restricción se extiende al ámbito marítimo: los barcos atracados en Cuba no pueden entrar en Estados Unidos en un plazo de seis meses.

En el caso argentino, fue el canciller de la dictadura de Lanusse, Eduardo Mc Loughlin, quien el 28 de marzo de 1973 decidió normalizar las relaciones diplomáticas, consulares y económicas entre Argentina y Cuba, el acercamiento efectivo se dio durante la gestión del gobierno democrático de  Héctor Cámpora.

Así sucesivamente la totalidad de los gobiernos latinoamericanos reanudaron relaciones con la Isla, desoyendo tanto el bloqueo como la resolución de la OEA, organismo que perdió toda relevancia al crearse la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños)  con la exclusión de Estados Unidos y Canadá. La CELAC nació de la unión de dos importantes espacios de América Latina: el Grupo de Río y la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC), mejor conocida como Cumbre de la Unidad.

Mientras tanto, el pueblo cubano no renunció a su independencia, su soberanía y su derecho a la libre determinación, con toda la solidaridad continental. Esa decisión ha permitido, a pesar del bloqueo, la construcción de una sociedad cada vez más justa, equitativa y culta, solidaria con otros pueblos del mundo, incluido el de los Estados Unidos.
                 Cuba sabe que podrá seguir contando con el apoyo de la comunidad internacional en defensa de su justo reclamo para que se ponga fin al bloqueo.  

Así relata el escritor Eduardo Galeano su estada en Cuba, sobre cómo ha sufrido en carne propia las prohibiciones que impone el gobierno norteamericano, por ejemplo, para el acceso a Internet desde la Isla. “…me he topado con ese cartelito: ‘You want to enter from a forbidden country’, ‘Usted quiere entrar desde un país prohibido’. Yo pensé, ‘que orgulloso estoy de ser casi compatriota de los habitantes de ese país prohibido’, porque el asunto está en preguntarse, ‘¿prohibido por quién?, ¿prohibido por qué?’”.


                                                                     Miguel Eugenio Germino





Fuentes:

http://www.taringa.net/posts/noticias/12983266/El-Bloqueo-a-Cuba-es-una-Mentira.html

http://usuaris.tinet.cat/mgm/amigos1495.htm

http://www.elortiba.org/bloqueo.html

http://sp.ria.ru/opinion_analysis/20101023/147791687.html

https://www.google.com.ar/?gws_rd=ssl#q=que+paso+el+19+de+octubre+de+1960+en+cuba+TARINGA

 http://lapupilainsomne.wordpress.com/2012/01/16/galeano-denuncia-limitaciones-que-impone-

 el-bloqueo-a-cuba-en-internet/
















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