La piso, la acomodo, me empodero
Rincón del fútbol
Cada
miércoles por la mañana un grupo de chicas nos espera en plaza Sargento Cabral
con la pelota bajo el brazo y los botines bien puestos. Rincón del fútbol es el
equipo que conforman grupos de chicas de entre 8 y 13 años que desde 2018
compiten en la liga “Nosotras Jugamos”.
¿Qué cambió en la vida de estas pibas
desde que juegan a la pelota?
Por un lado, se descubrieron ellas y sus familias como sujetos de derecho. Cuenta Nena que el papá de las chicas, la primera vez que las vió jugar, se puso a llorar porque se dio cuenta que el mundo del fútbol no estaba vedado para él por tener hijas mujeres. Por otro lado, las nenas se dieron cuenta que las canchas tenían que ser de las mujeres de una vez y para siempre y que nunca más una piba iba a quedarse sin jugar al fútbol. Hoy en día las chicas a cualquier plaza que van levantan la mano y dicen “hay equipo”. Resuena en cualquier jugada la sororidad con que hacen lo pases, se ven en la otra, se abrazan cada vez que meten un gol, porque comprenden que el espacio es suyo y reconocerlo como tal conlleva la responsabilidad de incorporar a todas las compañeras.
Por un lado, se descubrieron ellas y sus familias como sujetos de derecho. Cuenta Nena que el papá de las chicas, la primera vez que las vió jugar, se puso a llorar porque se dio cuenta que el mundo del fútbol no estaba vedado para él por tener hijas mujeres. Por otro lado, las nenas se dieron cuenta que las canchas tenían que ser de las mujeres de una vez y para siempre y que nunca más una piba iba a quedarse sin jugar al fútbol. Hoy en día las chicas a cualquier plaza que van levantan la mano y dicen “hay equipo”. Resuena en cualquier jugada la sororidad con que hacen lo pases, se ven en la otra, se abrazan cada vez que meten un gol, porque comprenden que el espacio es suyo y reconocerlo como tal conlleva la responsabilidad de incorporar a todas las compañeras.
¿Por qué nos parece importante ocupar el
espacio público?
Entrenamos
en plazas y parques para que el barrio se entere y comprenda que las pibas
juegan al fútbol. Que observen con el poder con que las chicas pisan la pelota,
producto de la construcción de un espacio que entiende que el feminismo vino a
empoderar nuestras cuerpas, pero que también, vino a cuestionarlo todo. Es un
proceso que también implica empoderar a las familias, a las madres de las
chicas que ven como sus hijas codo a codo disputan la cancha.
Las chicas entablaron una relación con el espacio que no sólo les permite no callarse nunca más ante una situación en la que un varón quiera dejarlas fuera del fútbol, sino levantar la voz ante cada injusticia. Entendemos al fútbol como otra rama de la política ¿por qué? Porque al jugar en equipo, hacerse pases, formar valores, y disputar un espacio las pibas están construyendo una nueva forma de ver el mundo. Sabemos también que es un escenario que fue duramente renegado a las mujeres y disidencias. Entonces aceptar el fútbol como una herramienta de transformación de las nuevas generaciones requiere no quedarse fuera de la ola verde.
Se apropian del espacio porque hoy la coyuntura se os permite. Porque hoy no existe hacerle bullying a una nena porque agarra una pelota de fútbol, porque hoy no se permite clasificar como machona a una mujer que disputa la cancha, porque hoy el fútbol será feminista o no será.
Las chicas entablaron una relación con el espacio que no sólo les permite no callarse nunca más ante una situación en la que un varón quiera dejarlas fuera del fútbol, sino levantar la voz ante cada injusticia. Entendemos al fútbol como otra rama de la política ¿por qué? Porque al jugar en equipo, hacerse pases, formar valores, y disputar un espacio las pibas están construyendo una nueva forma de ver el mundo. Sabemos también que es un escenario que fue duramente renegado a las mujeres y disidencias. Entonces aceptar el fútbol como una herramienta de transformación de las nuevas generaciones requiere no quedarse fuera de la ola verde.
Se apropian del espacio porque hoy la coyuntura se os permite. Porque hoy no existe hacerle bullying a una nena porque agarra una pelota de fútbol, porque hoy no se permite clasificar como machona a una mujer que disputa la cancha, porque hoy el fútbol será feminista o no será.
Si querés
participar o querés que tu hija juegue al futbol, acercate un miércoles de 11 a
12:30 a plaza Cabral.
Por
Natalia Miranda, Lucas Mejía.
Fútbol como herramienta de organización Social
En la plaza “Velasco Ibarra” – bautizada popularmente como
“La Cabral” -, ubicada en el cruce de las calles México y la Av. Jujuy, hay una
fábrica de cracks. Allí todos los jueves a partir de las 17:00 Hs. Entrenan
unxs chicxs que forman parte de lo que nos gusta llamar “El Rincón del Fútbol”,
una escuelita barrial de deporte social autóctona del barrio porteño de
Balvanera. Con los juegos y ejercicios que dan algunos de los varixs profes del
armado (como el histórico profe Lucas Mejía) todxs lxs pibxs de 6 a 14 años
forjan sus habilidades en la redonda entre risas y alientos de los suyos sin
importar sus condiciones. Pero esta actividad, ya parte fundamental de la
rutina de lxs pibxs, nació en los albores de 2016 en un club barrial que nos
abría las puertas, aunque luego, con la intención de que la Escuelita creciera
aùn más, decidimos trasladarla a la plaza y al espacio público en general como
un lugar donde se debía imponer la voluntad general y el ejemplo de lxs pibxs.
Desde Rincón del Fútbol, estamos convencidxs que al ocupar
el espacio público y a través de un silbato y una pelota organizar un
entrenamiento, se genera un empoderamiento y apropiación de los vecinos y
vecinas del espacio. Generando un ámbito de esparcimiento, recreación y
organización.
Y que la organización popular es la única forma de lograr
una mejor convivencia en el barrio.
Mariela (Mamá de Santiago, 6 años) nos contó “antes no
podíamos venir a esta plaza con Santi, porque nos daba miedo, era una plaza
peligrosa, pero ahora con la escuelita de fútbol, nos juntamos varias mamás,
los chicos la pasan bien, y la plaza tiene otro clima”.
Pero faltó algo, algo importante. Antes que llegue el jueves
– precisamente el día anterior- entrena el equipo de las chicas con la
supervisión de la profesora y DT Natalia Miranda. Algunos niños se quejan de
que las chicas entrenen doble y encima jueguen una liga (Nosotras Jugamos) pero
rápidamente las chicas explican que la cancha también les corresponde y que ver
jugar a las chicas es un acto revolucionario.
Y por último, está lo que produce la escuelita en todo su
significado, que es la integración social de lxs chicxs desde la infancia como
contraataque a la exclusión, que es la fijación de reglas y límites para la
convivencia - ¿cómo existirían los partidos sin cobrar faltas, laterales o
marcar los cambios? - y que es también la importancia política de festejar un
gol a los abrazos con tu equipo, entendiendo así la importancia de la unión.
Si querés participar de Rincón del Fútbol, solo tenés que
venir el jueves a las 17 Hs. A la Plaza Sgto. Cabral
Ulíses León,
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