San Lorenzo de Almagro: sus orígenes
El 1º de abril de 1908 nacían “Los Forzosos de Almagro”
Hacia enero del
año 1907 una barra de pibes liderados por Federico Monti y Antonio Scaramusso –muchos de ellos hijos de anarquistas y socialistas– hacían de
la calle el territorio de sus andanzas: practicaban
un nuevo deporte denominado fútbol
en la intersección de las calles México y Treinta y Tres, en el extremo suroeste del barrio. Eran los inicios de
“Los Forzosos de Almagro” como se
autodenominaban con un lema que decía “Hay
que romperse todo para vencernos”.
Aula del oratorio San Antonio en la que se realizó la Asamblea Constitutiva del Club (1908) |
Aquel deporte arribaba
a estas playas desde Inglaterra, donde comenzó en el año 1863, cuando se
separaron los caminos del rugby
y del football, fundándose la asociación más antigua
del mundo: la "Football Association"
(Asociación de Fútbol de
Inglaterra), aunque
su pre-historia se remonta a la China de la
dinastía de Han, en los siglos II y III a. C. donde se lo conocía como "Ts'uhKúh", y
consistía en una bola de cuero rellena con plumas y pelos, lanzada con el pie a
una pequeña red.
La llegada al barrio del Padre salesiano
Lorenzo Bartolomé Martín Massa, un
sacerdote con una mirada netamente progresista, fue
determinante a la hora de la fundación del club y de sacar a los pibes de los
peligros de la calle. Abrió las puertas del Oratorio San Antonio, de la calle México 4050, levantado en parte
de los antiguos terrenos de la Quinta de la familia Alem (Independencia, Treinta y Tres, Venezuela y Yapeyú),
para que en él practicaran fútbol en un lugar seguro.
La esquina de México y 33 Orientales era el punto de reunión
preferido por estos fanáticos futboleros que daban rienda suelta a su pasión. Estos
pibes, luego de conseguir unas camisetas color borravino con puños y cuello
blanco, se lanzaron a desafiar a equipos de otros barrios y de otras cuadras. Después de
jugar varios partidos comenzaron a gestar la idea de tener su propia cancha.
Tarea que al principio parecía realmente imposible por la absoluta falta de
medios económicos. Sin embargo un hecho casi trágico aceleró la decisión.
Poco era el tránsito vehicular por aquella zona y en aquellos años, sin embargo, un día mientras los chicos jugaban en la calle y el Padre Lorenzo los observaba desde el oratorio, Juancito Abondanza en la pasión del partido fue a parar contra un tranvía de la línea 27. El Padre los encaró y les planteó el peligro de jugar en la calle, ofreciéndoles los terrenos que tenía dentro de la iglesia y les fabricaría los arcos para que jugaran allí, siempre y cuando ellos cumplieran con una condición: debían estudiar el catecismo e ir a misa los domingos.
Poco era el tránsito vehicular por aquella zona y en aquellos años, sin embargo, un día mientras los chicos jugaban en la calle y el Padre Lorenzo los observaba desde el oratorio, Juancito Abondanza en la pasión del partido fue a parar contra un tranvía de la línea 27. El Padre los encaró y les planteó el peligro de jugar en la calle, ofreciéndoles los terrenos que tenía dentro de la iglesia y les fabricaría los arcos para que jugaran allí, siempre y cuando ellos cumplieran con una condición: debían estudiar el catecismo e ir a misa los domingos.
El equipo creció y se hizo fuerte, ganaba siempre, fue entonces cuando el Padre Lorenzo les hizo saber que guardaba en un armario de la capilla un juego de camisetas flamantes, de color azul y rojo a bastones verticales y se las obsequió. De esta manera, adoptaron definitivamente la divisa, color y forma que jamás cambiarían: la azulgrana.
Así fue que llegó el histórico lunes 1º de abril de 1908, los muchachos se reunieron en el aula del Oratorio de San Antonio, y Luis Manara nervioso y tembloroso, con voz emocionada y valiente leía: "Buenos Aires, 1º de abril de 1908, reunidos en asamblea los integrantes del Club Los Forzosos de Almagro...". El Padre Massa se paró y le preguntó interrumpiéndolo: "¿Qué es eso de Forzosos?". Antonio Scaramusso tomó la palabra y le explicó al cura: "Padre, quiere decir que estamos dispuestos a ganar siempre, que queremos demostrar a todos los clubes del barrio que no admitimos rivales en el fútbol". El cura replicó que le parecía que no era un nombre meritorio para un club deportivo y les propuso que eligieran otro. Se ve acá el papel determinante del sacerdote en el naciente Club.
El debate fue interminable y surgieron todo tipo de propuestas. Federico Monti plantea, fiel a sus convicciones, que no le agradaba cambiar de nombre, pero que si surgía otro nuevo igualmente debería ser "de Almagro" porque ése era el barrio donde habían nacido y, si no se respetaba ese origen, él se retiraba de la reunión. Luis Gianella sugirió llamarlo entonces "Lorenzo Massa" en honor a todo lo que el Padre había hecho por ellos, sin embargo y pese a las reticencias del sacerdote, se votó por aclamación la denominación: "San Lorenzo de Almagro", así quedaban zanjadas las dos aspiraciones, el barrio y el homenaje a quien los ayudó y alentó en sus intentos.
El
primer estadio del club fue en los terrenos del Oratorio San Antonio y luego disputó sus partidos de 1ª división en el estadio de
Ferro Carril Oeste. Después
del Padre Lorenzo Bartolomé Massa otros personajes tuvieron mucho que ver con
la historia del Club, entre ellos Pedro
Bidegain, un militante yrigoyenista y dirigente del club que fue muy importante para que San Lorenzo pudiera
contar con su estadio en avenida La Plata al 1700.
En el año 1916 el Club comenzó a construir su estadio en terrenos
de una chacra alquilada que pertenecía al colegio María Auxiliadora de la
familia Onetto. El predio ocupaba parcialmente la manzana compuesta por las
actuales Av. La Plata y las calles Inclán, José Mármol y Las Casas, se denominó “El Gasómetro”, debido al parecido que tenía su estructura exterior
con los gigantescos depósitos de gas licuado (gasómetros) que
funcionaban por aquella época.
Paulatinamente
se fueron ampliando las instalaciones, a pesar de que el
contrato de locación pactado era a once años y se vencía en 1927. La dueña no
tenía la intención de renovar y tanto los dirigentes como los socios no tenían
interés en irse. Además del deseo de compra de los terrenos.
Tampoco aquella
compra se correspondía con la realidad del ajustado patrimonio del club. En
enero de 1928 es reelegido Pedro Bidegain como vicepresidente de la
institución, cargo al que renunció por discrepancias internas, aunque continuó
trabajando para concretar la compra de los terrenos. Habiéndose logrado la
personería jurídica el 1º de julio de 1927, con su típico empuje, lidera la
compra de la propiedad.
El 29 de enero de
1928 se aprueba la construcción del nuevo estadio y la ampliación del complejo
deportivo. Fue el propio Bidegain quien se encargó de convencer a la apoderada
de la dueña de las tierras –la monja María Constancia Oneto– de que
era muy conveniente venderle la propiedad al Club Atlético San Lorenzo de
Almagro. Su carácter persuasivo y sus cordiales relaciones con la comunidad
católica y especialmente con la congregación salesiana a la que pertenecía el
padre Lorenzo Massa, fueron
importantes para favorecer la venta. El boleto
de compraventa se firmó finalmente el 6 de junio de 1928 por 186.256 pesos
equivalentes a 7.760 metros cuadrados de superficie.
San Lorenzo
contaba con 106.000 pesos en efectivo, debiendo suscribir un empréstito por
250.000 pesos, más 30.000 pesos que le prestó la
Asociación Amateur de Fútbol. Con este dinero se pudo destinar una parte a la
compra de los terrenos y el resto a la construcción de tribunas faltantes,
alambrados y paredes externas. Esta intervención del caudillo barrial le valió
a San Lorenzo el reconocimiento como un “Ateneo
del radicalismo yrigoyenista” por parte de los socialistas de esa época.
Frente a las
plateas altas, se montaba para los carnavales el escenario donde actuaban las
famosas orquestas de tango y jazz y otras atracciones en los populosos bailes.
San Lorenzo vivió
su época de oro en Av. La Plata. En el viejo Gasómetro se vivieron grandes hazañas
futbolísticas, surgió el asombroso Isidro
Lángara, el trío compuesto por Farro,
Pontoni y Martino, Los Carasucias
y otras queridas figuras sanlorencistas.
Años más tarde
vendrían tiempos difíciles para el equipo. La Municipalidad de Buenos Aires, a
cargo del brigadier Osvaldo Cacciatore (intendente porteño durante la dictadura
militar), alegando que se tenía que hacer una reordenación urbana (apertura de
las calles Muñiz y Salcedo, construcción de viviendas y una escuela), dictaría
allá, por el año 1979, una ley con tal fin. Esta ley –que sería
un eslabón más en la marcha hacia la apropiación de esos terrenos por parte del
Estado– prohibía expresamente la construcción de supermercados, cosa que
finalmente sucedería.
Es así que el
Viejo Gasómetro, un estadio con muchas historias no sólo estrictamente futbolísticas,
cerró sus puertas el 2 de diciembre de 1979, luego de un aburrido empate en 0
con Boca.
Una sociedad
fantasma, constituida pocos días antes de la venta, pagaría al club unos
escasos 900.000 dólares. Con el pasar de los años nada se hizo, no se realizó
tal reordenación, ni se construyeron las viviendas ni la escuela prometida.
Hacia 1983 una ordenanza anulaba la prohibición de establecer supermercados en
el lugar, por lo que esos terrenos se vendieron
a Carrefour por ocho millones de dólares, un negoción en perjuicio de San
Lorenzo.
San Lorenzo se
encontraba sin hogar, pasaba por sus peores
momentos futbolísticos y vivió un descenso que
quedó para la historia. El
pueblo azulgrana fue el que hizo renacer de las
cenizas al club, batiendo récords de entradas y dejando también el mejor paso
de un equipo por el descenso. Esos hinchas vivieron un intenso peregrinaje por
canchas alquiladas hasta que el 16 de diciembre de 1993 y tras 14 años, el Club Atlético San Lorenzo de Almagro inauguró el estadio Pedro Bidegain en los bajos de
Flores, más conocido como "Nuevo
Gasómetro", estadio que albergó nuevos
títulos (Clausura 1995, 2001 y 2007, y
la Supercopa 2015, que se sumaban a la
vitrina de la institución (era amateur: 1923, 1924 y 1927; era profesional:
1933, 1946, 1959; Copa
de la República 1943, metropolitano 1968 y 1972;
nacional 1972 y 1974).
Tras la clausura
del primitivo Gasómetro, muchos fueron los intentos de parte de los aficionados
de San Lorenzo de Almagro por recuperar los históricos terrenos de Av. La Plata. Tal es así, que la
ilusión de poder retornar al barrio donde el club nació y se forjó
deportivamente, siguió firme aún después de inaugurado el Nuevo Gasómetro. Para
ese fin, los simpatizantes iniciaron una serie de proyectos impulsando la
reparación histórica de una injusticia.
Para lograr este
objetivo, en el año 2008 fue impulsado en la Legislatura de la Ciudad de Buenos
Aires un Proyecto de Ley
de Restitución Histórica de los terrenos de avenida La Plata, comenzando con la
restitución al club de una propiedad lindante, ubicada en Salcedo 4220. Este
proyecto, elaborado por Juan Carlos Témez y Marcelo Vázquez, fue presentado por
el legislador Miguel Talento y recibió su sanción por unanimidad.
A su vez,
simpatizantes y socios de San Lorenzo
continuaron ejecutando adquisiciones de bienes y restituyendo propiedades que
pertenecieran al patrimonio del club, como ser la vieja plaza Lorenzo Massa,
ubicada en las cercanías.
Asimismo, la
Subcomisión del Hincha comenzó a impulsar en el año 2010 la llegada a la
Legislatura Nacional de la Ley de Restitución Histórica, proyecto que fue
tomado primeramente por legisladores del bloque de Proyecto Sur y cuyo
tratamiento dio inicio el 12 de abril de 2011, ordenando la declaración de
utilidad y sujeto a expropiación pública del terreno del actual hipermercado
Carrefour para su restitución al Club San Lorenzo.
Durante los años
posteriores, los pedidos de tratamiento de esta Ley fueron acompañados de
sucesivas y masivas convocatorias de parte de los simpatizantes de San Lorenzo,
como la que tuvo lugar el 8 de marzo de 2012, cuando se reunieron 110.000
hinchas en la Plaza de Mayo.
El proyecto insta
a Carrefour a negociar un acuerdo con el club en el lapso de seis meses, y de
no hacerlo establece que el predio será expropiado, corriendo los gastos a
cuenta de San Lorenzo. Con este propósito, la Subcomisión organizó un sistema
con el cual los simpatizantes y quienes apoyen la causa pueden preinscribirse
para comprometerse a donar dinero para la recompra de los terrenos en la forma
de metros cuadrados simbólicos.
El 4 de abril de
2014, el club firma un convenio con Carrefour para la devolución del predio,
dejando estipulado que la sucursal del supermercado pasaría a una esquina del
mismo, estimándose la finalización de la construcción del nuevo estadio para
2018.
Finalmente, y
tras distintas maniobras dilatorias, la empresa
supermercadista francesa aceptó la propuesta formulada en su momento por la
entidad azulgrana y así, por medio de la denominada Ley de Restauración Histórica votada en 2012, podrá volver a
construir su estadio en Boedo, su barrio de origen.
No obstante el
viejo “fana” sanlorencista no deja de entonar el slogan “¡¡¡Vamos a volver, vamos a volver!!!”
Al momento actual, desde la asunción del macrismo, el proyecto se encuentra un tanto cajoneado a la
espera de tiempos más propicios, además por los altos costos de los materiales
de construcción.
Matías Lammens –presidente del
club– ahondó en la presentación del proyecto
de reurbanización del barrio, el cual permitiría a San Lorenzo volver a ubicar el estadio
donde estuvo hasta 1979: "Hemos contratado un estudio muy prestigioso de
urbanistas que está trabajando en la reurbanización del tejido de la zona
sur. Nuestro objetivo final es tener
el estadio en avenida La Plata",
culminó Lammens, quien en su última campaña prometió la vuelta a casa.
Miguel Eugenio Germino
Fuentes:
-http://canchallena.lanacion.com.ar/1678234-por-que-san-lorenzo-perdio-el-predio-de-boedo
-http://pasado.eldia.com/edis/20110413/la-historia-del-viejo-gasometro-20110413175907.htm
-http://www.desanlorenzo.com/el-club/52/historia
-http://www.revistaanfibia.com/cronica/el-regreso-a-la-tierra-prometida/
-http://www.taringa.net/post/deportes/10102409/SL-Asi-nos-sacaron-el-Gasometro.html
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