BALSUD,
Balvanera al Sudoeste
El movimiento colectivo como instrumento para
mejorar el barrio
FACHADA DE BALSUD |
El 29 de abril de 2008, en el Teatro
Luisa Vehil, setenta
vecinos firmaron el acta fundacional de BALSUD,
Balvanera al Sudoeste, Asociación Civil de Vecinos, Comerciantes,
Profesionales, Artistas y Empresarios del Barrio de Balvanera. Se
juramentaron trabajar en proyectos de desarrollo urbano local, económico,
social y cultural de la Comuna 3. La consigna fue “Por un barrio mejor para
todos”. La entidad es producto de un largo recorrido que se inició con la
asamblea barrial nacida en enero de 2002 al calor de la crisis de 2001: varios
de los vecinos fundadores provenían de aquel movimiento. La asociación está formada
por profesionales como médicos, dentistas, contadores, farmacéuticos; artistas
como pintores, bailarines y cantantes de tango, y casi todos los comerciantes
de la zona. El nivel de participación fluctúa según las épocas. En la
actualidad, el número de integrantes llega a cuarenta.
Los objetivos centrales que se propone
BALSUD son mejorar las condiciones de seguridad pública en el barrio,
desactivando para ello las situaciones de violencia familiar y social, y trabajar mucho con la cultura en comunidad,
realizando eventos en el espacio público.
INTERIOR DE LA ASOCIACIÓN |
¿En qué contexto surgió BALSUD? “Cuando
se creó la asociación había mucha participación porque existían
situaciones muy complicadas en el barrio y la gente encontró un canal por donde
llevar demandas al Estado para mejorar un poco las cosas. Yo estaba en la
gestión del Teatro Luisa Vehil junto con Rubén Hernández Miranda. En los
primeros meses de 2008 se vivía una situación muy delicada de seguridad en el
barrio. En marzo hubo treinta asaltos a mano armada a comercios de la zona. También
había narcomenudeo, en Yrigoyen y Urquiza, y oferta de sexo en la vía pública
sobre Urquiza desde Rivadavia hasta Belgrano, tramo que coincidía
paradójicamente con el sendero escolar que transitaban los alumnos del colegio
Mariano Acosta y la escuela Zapiola. Había un bar en Urquiza al 100 llamado ‘El cañonero’ que se
montó como un centro de logística desde donde se distribuía droga para todo el
barrio. Nuestro mayor logro fue conseguir –con distintas gestiones en fiscalías,
juzgados federales y el área de seguridad– el cierre del
bar, que fue un alivio impresionante para el barrio”, asegura Leonardo Dattoli, presidente de BALSUD
desde su fundación.
Leonardo Dattoli, su Presidente |
La entidad tiene por sede el Centro Cultural Tití Rossi, ubicado en Sánchez de Loria 695 esquina Agrelo. El
lugar, que se abrió hace tres años, fue alquilado por la propia asociación para
desarrollar la que es considerada su principal actividad: el funcionamiento de
la Orquesta-Escuela Infantil y Juvenil de Tango Tití Rossi, la única que hay en
el país. El propietario del local lo tenía como depósito. Antes allí había un
viejo bar, que después cerró, donde se filmaron escenas de El secreto de sus ojos. En el centro cultural –que está
temporalmente cerrado por la cuarentena– funciona una milonga y se brindan
capacitaciones para emprendedores y comerciantes, talleres de yoga, pilates,
teatro, pintura, muestras y clases de música individuales. Además, hay un
proyecto para conformar un grupo de teatro comunitario barrial.
En estos doce años de existencia, BALSUD tuvo participación en varias iniciativas
barriales. Entre ellas, la del Parque de
la Estación, cuando en 2008 en el Teatro Luisa Vehil impulsó un
relanzamiento de ese movimiento en el cual estuvieron presentes los principales
referentes del mismo. También intervino en la causa de la Manzana 66 y en la reapertura
de la calle Mitre que se había cerrado por la tragedia de Cromañón. El año
pasado desarrolló junto con otras organizaciones una campaña contra la trata de
personas, un tema acuciante en el barrio. Por otro lado, en su carácter de integrante
de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
(FECOBA), otorgó distinciones a los
propietarios de negocios tradicionales como la ferretería Nanzer y la panadería
Flores Porteñas.
La entidad es el alma máter del denominado Circuito
Marechal, cuya madrina es nada menos que Susana Rinaldi. Se trata de un hermoso
proyecto –declarado
de interés cultural por la Legislatura porteña– que la asociación comenzó a
llevar a cabo hace seis años junto al colegio Mariano Acosta, la escuela
Zapiola, la Sociedad Gallega, la Facultad de Psicología de la UBA y un par de
espacios de arte. Consistía en desarrollar actividades lúdicas y culturales en la
vía pública, en Alsina entre 24 de Noviembre y Urquiza. El objetivo era mitigar
la violencia social que había alrededor del Mariano Acosta. Si bien últimamente
no se volvió a realizar, la idea es retomarlo en cualquier momento. BALSUD
también organizó tres ediciones anuales del Festival de Tango Marechal de Balvanera.
En cuanto a los recursos económicos, la
entidad no recibe subsidios por parte del Gobierno de la Ciudad, pero sí aportes privados de algunos asociados y
partidas de apoyo de FECOBA vinculadas a la actividad de capacitación para
emprendedores pymes.
Cuando se le pide que efectúe un balance
de la labor de la asociación, Dattoli responde: “Fue una experiencia maravillosa
de gestión comunitaria. Interactuamos con organizaciones políticas y barriales.
Por ejemplo, con la ex rectora del Mariano Acosta, Raquel Papalardo, hicimos
cosas hermosas. Desde BALSUD trabajamos mucho por la comunidad. Colaboramos un
poquito en todas las medidas que se tomaron para mejorar el barrio”.
Laura Brosio
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