DEL SOTERRAMIENTO DEL
SARMIENTO AL CORREDOR VERDE AL OESTE
Dos proyectos, dos destinos que no se
compatibilizan
Por
sobre las fundadas sospechas de corrupción con el caso Odebrecht y Cía, surgen
ciertas dudas sobre la factibilidad del proyecto; la
principal, radica en la falta de un plan de contingencia de escape ante un posible
accidente a 22 metros de profundidad y a 2 km de distancia entre
estaciones.
Surgen
además dudas de como empalmará –a
futuro– la obra que avanza desde Haedo
a Liniers con el “Corredor Verde al Oeste”, el otro proyecto aún
en pañales, salvo el tramo que pretenden hacer en Medrano y Bartolomé
Mitre a nivel del techado del actual ferroducto.
Se
desconoce si el futuro soterramiento empalmará a ese nivel o llegará al Once a
20 metros de profundidad.
El plazo de ejecución de la obra es de 48 meses, prevé generar 2.000 puestos de empleo y durante
los trabajos no se vería afectado el servicio actual del tren.
El proyecto abarca 22,4 kilómetros y con un túnel de 10,46 metros de diámetro, más las 11 nuevas estaciones bajo tierra, a 22 metros de profundidad.
Según informaron desde la Casa Rosada, la inversión rondará los 3.000 millones de dólares (actualmente $ 48.000 millones) que se financiarán con fondos propios, producto del endeudamiento.
El soterramiento del Sarmiento sería una de las obras públicas más grandes (y más incumplidas de la historia) del país, fue anunciado por el gobierno de Cristina Kirchner con financiación del BID y ahora iría a construirse por un consorcio integrado por Odebrecht, Ghella, la española Comsa y la nacional Iecsa –del primo de Macri, Angelo Calcaterra, que aparentemente se la habría vendido a Marcelo Mindlin–.
Por otro lado, los primeros impulsos del Corredor Verde al Oeste tuvieron lugar en el año 2000, bajo la gestión de Aníbal Ibarra como jefe de Gobierno porteño, después ocurrió lo de Cromañón y todo quedó en la nada.
El proyecto abarca 22,4 kilómetros y con un túnel de 10,46 metros de diámetro, más las 11 nuevas estaciones bajo tierra, a 22 metros de profundidad.
Según informaron desde la Casa Rosada, la inversión rondará los 3.000 millones de dólares (actualmente $ 48.000 millones) que se financiarán con fondos propios, producto del endeudamiento.
El soterramiento del Sarmiento sería una de las obras públicas más grandes (y más incumplidas de la historia) del país, fue anunciado por el gobierno de Cristina Kirchner con financiación del BID y ahora iría a construirse por un consorcio integrado por Odebrecht, Ghella, la española Comsa y la nacional Iecsa –del primo de Macri, Angelo Calcaterra, que aparentemente se la habría vendido a Marcelo Mindlin–.
Por otro lado, los primeros impulsos del Corredor Verde al Oeste tuvieron lugar en el año 2000, bajo la gestión de Aníbal Ibarra como jefe de Gobierno porteño, después ocurrió lo de Cromañón y todo quedó en la nada.
El
presidente de Italia, Sergio Mattarella, le pidió a su par argentino, Mauricio
Macri, que saque a Odebrecht del consorcio que está haciendo el soterramiento
del Ferrocarril Sarmiento. El objetivo sería evitar que las causas de
corrupción contra la empresa brasileña impacten en la italiana Ghella, una de
las empresas que participa en esa obra pública, a lo que Macri respondió con evasivas.
Como
se ve, la obra está demorada y cuestionada producto de la corrupción,
además de los detalles técnicos antes expuestos.
Marta Romero
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