LA PLACA DE LAS ABUELAS VANDALIZADA
LARRETA: ENTRE LA CAMPAÑA Y LOS
REMATES
“Todo lo que puede vender
lo vende…”, le soltó en cierta oportunidad a Larreta, su colega de Cambiemos, Martín Lousteau, y
no le faltaba razón. La lista de propiedades y terrenos que intentó vender en
la Ciudad, es larga. Algunos sin éxito, como el
de Pringles 340, otros como el edificio de Perón 3227/40/42 y 44, que fuera un antiguo velatorio y luego
Archivo de Estadísticas de la Ciudad de la calle Perón 3227/71, que sí logró,
pese a las importantes movilizaciones vecinales que reclaman un polideportivo en ese lugar. Hizo un negociado redondito.
Sin embargo,
siempre continúa al acecho de darle la razón a Lousteau, ya que poco se ocupa
el jefe de Gobierno de
la “calidad de vida
de los vecinos”, en especial de las
comunas 3 y 5,
las menos favorecidas en cuanto a espacios
verdes en la ciudad. El Parque de la Estación y su Mesa de Trabajo y Consenso, carecen
de un presupuesto específico y “tienen que vivir de prestado”.
LA ÚLTIMA VANDALIZACIÓN IMPUNE DEL MURAL DEL PARQUE
“El Parque de la Estación” aprobado por Ley 5.734
del año 2016, carece de reglamentación, no fue designado un administrador definitivo, no tiene presupuesto propio,
no se licitó la construcción del sector sur del mismo (sobre
Bartolomé Mitre), ni se pone a disposición de
las escuelas del barrio
las amplias instalaciones de su amplio galpón cultural.
La campaña electoral se da de patadas con las
necesidades vecinales, y para colmo las autoridades no se hacen cargo del “vandalisno” intencional en el Parque, con la
destrucción de la placa de Abuelas y el Mural del Parque de la esquina de Perón y Anchorena, del que ni el gobierno,
ni la Comuna se hacen cargo. ¿Quién debe reparar las destrucciones por actos de
vandalismo?
La Mesa de Trabajo y Consenso del Parque –creada por ley–, debe de tener un verdadero papel ejecutivo, más
que una participación simbólica llena de trabas burocráticas.
Desde la citada
Mesa se viene reclamando sin éxito medidas urgentes y rápidas para garantizar
la seguridad en el Parque, en una ciudad
de la que el jefe de Gobierno dice que es “la
más segura de América”.
Es de esperar que en lo poco que falta para las
elecciones de octubre, se arbitren las medidas
adecuadas para resolver los problemas señalados. Hacen
falta hechos, más que el palabrerío proselitista a que nos tienen acostumbrados.
Consejo de Redacción
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