Contra la peste del olvido
Los periodistas tampoco pueden ni deben olvidar
A 41 años del Terrorismo de Estado. 30 mil desaparecidos-detenidos. Memoria, Verdad y Justicia. Por nuestros compañeros trabajadores de prensa detenidos-desaparecidos, por la vigencia de sus ideas y lucha
Hay muchas maneras de recordar y también de olvidar. Como en Macondo, ese mágico pueblo que inspiró al escritor colombiano Gabriel García Márquez, la peste del olvido intenta regresar una y otra vez como si la Memoria Histórica fuera el objetivo a aniquilar para no entender el presente y no imaginar el futuro.
Nos volvemos a convocar, una y otra vez, tatuando en cada recuerdo la marca de la memoria, anudando cada nombre, cada hecho, cada palabra vamos hacia ese horizonte que nos emancipa en este nuevo desafío.
Regresar siempre del pasado, despeja el pétreo recuerdo, lo vuelve historia, le da sentido a nuestra experiencia colectiva y, como siempre decimos, lo transforma en un acto político que hace inteligible la realidad.
Los verbos se vuelven escurridizos a sus propios tiempos. Nada es sólo pasado ni presente perfecto, el futuro es la memoria de ayer y nuestros sentidos de hoy. Y ahí van los recuerdos engarzando historia y memoria como un ejército de liberación inmunes a la colosal y persistente peste del olvido.
Decir 24 de marzo de 1976, es hablar de la brutal y terrorista respuesta que el Estado Argentino planificó con el esmero de quienes desearon (y aún desean inoculando el virus de la peste del olvido) borrar de la faz de la tierra los sueños y las utopías de las luchas inspiradas en las aún vigentes ideas de justicia.
Mucho hemos escrito sobre quiénes hoy nos traen una y otra vez al presente. Son 30 mil hombres, mujeres y niños detenidos-desaparecidos.
Otros persistirán en considerar a la memoria histórica como un fantasma ideológico y, quizás tengan razón porque en estos más de 40 años hemos decidido no ser sepultureros de nuestra propia historia.
Aquí estamos en la defensa de las mismas ideas que no devienen amenazas, son los fusiles del futuro que evocan las mismas utopías en un mundo que hoy como ayer ha prescindido de millones de seres humanos.
Por todos ellos contra la peste del olvido.
S(Por Lidia Fagale Secretaria General de la UTPBA
¡¡¡Los desaparecidos son 30.000, todo intento de negar o intentar disminuir dicha cifra es negar la realidad y negar el genocidio de la dictadura, es dejar la via libre para avanzar en la impunidad y el olvido!!!
El olvido es una peste a combatir
Hay muchas maneras de recordar y también de olvidar. Como en Macondo, ese mágico pueblo que inspiró al escritor colombiano Gabriel García Márquez, la peste del olvido intenta regresar una y otra vez como si la Memoria Histórica fuera el objetivo a aniquilar para no entender el presente y no imaginar el futuro.
Nos volvemos a convocar, una y otra vez, tatuando en cada recuerdo la marca de la memoria, anudando cada nombre, cada hecho, cada palabra vamos hacia ese horizonte que nos emancipa en este nuevo desafío.
Regresar siempre del pasado, despeja el pétreo recuerdo, lo vuelve historia, le da sentido a nuestra experiencia colectiva y, como siempre decimos, lo transforma en un acto político que hace inteligible la realidad.
Los verbos se vuelven escurridizos a sus propios tiempos. Nada es sólo pasado ni presente perfecto, el futuro es la memoria de ayer y nuestros sentidos de hoy. Y ahí van los recuerdos engarzando historia y memoria como un ejército de liberación inmunes a la colosal y persistente peste del olvido.
Decir 24 de marzo de 1976, es hablar de la brutal y terrorista respuesta que el Estado Argentino planificó con el esmero de quienes desearon (y aún desean inoculando el virus de la peste del olvido) borrar de la faz de la tierra los sueños y las utopías de las luchas inspiradas en las aún vigentes ideas de justicia.
Mucho hemos escrito sobre quiénes hoy nos traen una y otra vez al presente. Son 30 mil hombres, mujeres y niños detenidos-desaparecidos.
Otros persistirán en considerar a la memoria histórica como un fantasma ideológico y, quizás tengan razón porque en estos más de 40 años hemos decidido no ser sepultureros de nuestra propia historia.
Aquí estamos en la defensa de las mismas ideas que no devienen amenazas, son los fusiles del futuro que evocan las mismas utopías en un mundo que hoy como ayer ha prescindido de millones de seres humanos.
Por todos ellos contra la peste del olvido.
S(Por Lidia Fagale Secretaria General de la UTPBA
¡¡¡Los desaparecidos son 30.000, todo intento de negar o intentar disminuir dicha cifra es negar la realidad y negar el genocidio de la dictadura, es dejar la via libre para avanzar en la impunidad y el olvido!!!
El olvido es una peste a combatir
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