PORQUÉ
BALVANERA SE LLAMA BALVANERA:
ORIGEN
DEL NOMBRE, DE LA PARROQUIA Y DEL BARRIO
Actual Monasterio de Valvanera en La Rioja, España,
de gótico
tardío, de
final del siglo XIV, es de una sola nave con forma de cruz y en
ella se venera a la Virgen de
Valvanera, patrona
de La Rioja.
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Balvanera es una
amplia zona, un cuadrado irregular de aproximadamente 320 manzanas comprendidas
entre las calles Córdoba, Callao, Entre Ríos, Independencia, Loria, Bustamante
y Gallo. Pero, ¿por qué se llama Balvanera?
Desde el establecimiento de la Parroquia
el 1º de abril de 1833, y aún desde muchos años antes, la zona se fue poblando lentamente por
inmigrantes italianos y españoles, entre ellos especialmente gallegos y vascos.
Hacia 1778 un español, Antonio
González Uria, oriundo de Ponferrada, Valle del Vienzo, Reino de León, se
radicó en la entonces pequeña metrópolis y decidió trasladarse al campo. Allí
fundó una quinta con pulpería, donde hoy hacen esquina Rivadavia y Azcuénaga.
Lo hizo junto a su sobrino Antonio González Varela, también inmigrante del
mismo origen, heredero de la quinta y pulpería una vez fallecido
Gonzáles Uria.
El lugar se popularizó con el nombre de
Miserere, dado las inclinaciones caritativas de González
Varela. Este nombre abarcará desde entonces gran parte de la zona, como los
propios “Corrales de Miserere”, centro y principio del futuro barrio.
El nombre Balvanera proviene de un valle
en la actual provincia de Logroño (España),
llamado Valvanera (Valle de las Venas), porque su terreno está
mezclado de metales de oro, plata, cobre y
hierro.
Aquel paraje, según la leyenda, fue sitio
de conversión de un ex bandido llamado Nuño Oñez, quien en el siglo IX
se hizo fiel ante el hallazgo de una estatuilla de la Virgen María, escondida tal
vez de la invasión sarracena dando lugar al Monasterio de Valvanera.
IGLESIA DE BALVANERA CIRCA 1880 |
Ésta
imagen llega a nuestras costas con dos misioneros franciscanos,
Damián Pérez y Juan Domínguez, procedentes de Logroño, que
levantarán un hospedaje para los pasajeros de dicha misión que estuvieran de
paso para las provincias del interior.
Llegamos así al año 1799,
cuando González Varela dona una parcela de 140 varas de frente por 70 de fondo,
en la hoy esquina NO de Azcuénaga y Bartolomé Mitre. Allí, los misioneros
instalarán un hospicio, tal como se denominaban entonces
los hospedajes, donde instalan una capilla y entronizan a la virgen de su
devoción, la Virgen de Valvanera, que con el tiempo se transformó en Balvanera
(con “b” larga).
Aquella capilla cubriría las
necesidades religiosas de la escasa población de la zona y perduraría hasta la
edificación de la actual Iglesia de Balvanera en el año 1833, con una población
de sólo unos 3.500 vecinos.
Es de destacar que por entonces España no
existía como tal. La Península Ibérica se dividía en múltiples reinos que
cambiaban frecuentemente de denominación y de territorio, merced a las guerras
internas. Estos reinos recién se centralizaron en 1822, al crearse el Estado
español con 52 provincias.
En Buenos Aires aparecerán primero las
“parroquias eclesiásticas”, antecesoras de los “barrios” que recién se
conformarán hacia fines del siglo XIX (hoy son 48 barrios integrados en 15
comunas).
Fue hacia 1880 cuando comenzaron
los grandes movimientos inmigratorios, compuestos de italianos y españoles, que
se instalaron preferentemente en San Telmo y La Boca los italianos, y en
Montserrat y Balvanera los españoles.
Con la construcción de la Avenida de
Mayo, inaugurada en 1894,
ingresará la influencia arquitectura francesa: edificios de estilo art nouveau, neoclásico y
ecléctico, pero bajo el signo ibérico, ya que se establecerán en la avenida
numerosos restaurantes e instituciones de aquel origen, que continuaron
extendiéndose especialmente hacia el sur de Balvanera.
Como
dato destacado, el censo de 1914 indicó que un 30% de los habitantes eran
extranjeros, 1.476.000 italianos y 1.364.000 españoles, más unos 269.000
polacos y rusos.
A partir del 1º de abril de 1833 el santuario se convertirá en Parroquia de Balvanera, y por ese
motivo se tendría en cuenta esa fecha como la de inicio del barrio.
Ahora nos interesa saber cuál es el origen de aquella virgen, y
del nombre Balvanera. La aparición de la imagen está relatada en la Historia
Latina, escrita en 1419 por Rodrigo de Castroviejo (Abad de Valvanera, La Rioja Española), como traducción de
un texto en latín del siglo XIII escrito probablemente por Gonzalo de Berceo.
En este punto la historia se mezcla con la leyenda, rescatada por
el historiador eclesiástico del barrio, Carlos
T. de Pereyra Lahitte. Según el autor, todo comienza muy lejos de estas
playas, en un fértil valle de Logroño, con las andanzas de un famoso salteador
de caminos llamado Nuño Oñez, que en
épocas del penoso inicio de la reconquista española manifestó cierto día haber
tenido “una revelación divina” que le anunciaba la existencia de una imagen
oculta de la Virgen María. El salteador que recibió la visión encuentra la
estatuilla dentro de la concavidad de un gran roble, sobre un panal de abejas,
al pie de una fuente de cristalinas aguas que brotaban de una de las vetas
subterráneas del lugar.
También de allí deriva según se cree el nombre “valvanera” (con “v”
corta), aunque otras fuentes lo dan como proveniente de valle (bal), donde abundan los venados, o de Varia,
ciudad del Imperio Romano, de cuyos suburbios surgiría Logroño.
Según algunas fuentes, la ocultación de aquella imagen habría ocurrido en el año 711,
para ponerla a salvo de cualquier posible profanación en una España invadida
por los sarracenos; otros investigadores ubican el hecho en el siglo IX.
Lo cierto es que tal hallazgo produce en la vida de Nuño tal
impresión que lo aparta por completo de sus malas acciones, se arrepiente de
ellas, hace penitencia y se convierte en un completo anacoreta.
La historia no concluye allí, ya que junto con un eclesiástico de
Brieva llamado Domingo, construyen una ermita que sería muy visitada y llegaría
a convertirse en un gran centro de peregrinación y refugio de “pecadores”, los
que se acercaban para venerar a la virgen salvadora, que pasará a ser “su
virgen”.
Con el tiempo se levanta ahí mismo un monasterio de la orden
benedictina. Tras el fallecimiento de Nuño se erige un nuevo santuario que
alojaría a la imagen de la Virgen de Valvanera.
El culto se propaga por toda la comarca, hasta convertirse en Patrona de La Rioja española. La zona contaba con grandes
abadías fundadas y enriquecidas por los reyes de Navarra, verdaderos señores de
la tierra.
En la España que salía de la ocupación árabe, los monasterios
constituían un gran centro de poder y adoctrinamiento. La herencia visigoda y del
feudalismo hispánico reemplazará al oscurantismo de la Primera Edad Media,
aunque la península no logrará salir del absolutismo imperante.
Así, dándole crédito o no a la leyenda de Nuño, queda aclarado el
origen de esta virgen. La devoción a ella ingresa al Río de la Plata con
aquellos sacerdotes de la orden de San Francisco, que la entronizarán primero
en la pequeña capilla en 1799 y más tarde en la parroquia, que finalmente le dará
nombre al barrio.
Miguel Eugenio
Germino
Fuentes:
- Luqui Lagleizer, Julio A., “Iglesias de la Ciudad de la
Trinidad”, Cuadernos de Buenos Aires, Bs. As., 1981.
- Pereyra Lahitte Carlos T., Boletín nº 9 del Instituto de
Estudios Históricos de Buenos Aires, año 1984.
- Periódico Primera
Página, nº 19 de mayo de 1995, nº 37 de diciembre de 1996, nº 42 de junio de 1997, nº 95 de abril de
2002 y nº 99 de agosto de 2002.
- Revista Buenos
Aires nos cuenta, nº 8, abril de 1988.
http://www.google.com.ar/#q=historia+monasterio+de+valvanera+la+rioja+españa&hl=es&prmd=imvns&ei=F5YlT6K6JcW-gAeYitny
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