viernes, 31 de marzo de 2017

LA CASA MUSEO DE CARLOS GARGEL



NO ES LO MISMO RESTAURAR QUE REFORMAR

Hace pocos días recibí desde Argentina un escrito del compatriota y amigo Héctor F. Rebasti. En su nota me comentaba las obras que están realizando en la Casa Museo de Carlos Gardel.
Por las fotos que he visto, lo que están haciendo NO es una restauración. Eso es una reforma, pues eliminan y agregan elementos que desvirtúan la casa de Gardel. En realidad yo diría que es una estafa para turistas, pues Gardel jamás vio lo que ellos verán. La verdad es que desde los inicios, cuando decidieron recuperar la casa de Gardel para convertirla en museo, han cometido un montón de errores, posiblemente por desconocer cómo se debe hacer una restauración.
Por lo que me han comentado y por lo que he podido leer y ver en fotos, la casa del Zorzal estaba totalmente abandonada. Eso ya nos indica la desidia y falta de intelecto de las autoridades que tenían el encargo, pagado por el pueblo, de rescatar y conservar el patrimonio histórico de Argentina.  
(…) En fin, eso no es raro en nuestro país. Volviendo a la casa de Gardel, un restaurador de verdad hubiese dejado los suelos, paredes, puertas y ventanas tal como fueron encontrados. Sólo se hubiese limitado a limpiarlos y reemplazar lo que faltara, poniendo elementos similares a los encontrados. La cocina tenía que estar como la dejó doña Berta. Incluso el baño, si el lavabo, bañera, espejo, etc. estaban estropeados, así deberían haber quedado. Eso es restaurar y conservar lo que pertenece a la historia del país (…)
Por desgracia, en la conservación y restauración de elementos históricos del país, estamos desde hace siglos en manos de inútiles. Prueba de ello es la desaparición de la Recova, el Fuerte, el Cabildo de Buenos Aires, edificios de la época colonial.  
(…) El Cabildo que hoy tenemos es un 30% de lo que fue. Y lo que se salvó fue porque sucedió algo tan extraordinario como un eclipse, es decir que en la administración pública argentina, hubo una persona con poder, que además era inteligente. Eso evitó la total demolición del Cabildo. Pero esa conjunción extraordinaria no se dio en los encargados de conservar la casa de Gardel.
Según dicen, en la casa de Gardel, la obra fue para hacer un baño para discapacitados. Si hace falta baño para discapacitados o para cualquier visitante, lo que tienen que hacer las autoridades es comprar una casa al lado o enfrente e instalar allí todo lo que sea necesario para atender a los visitantes. Lo que no se puede es destruir un lugar histórico, para que los visitantes se sientan como en su casa. ¿Se imaginan las pirámides de Egipto con baños, aire acondicionado, oficina para los directivos, un bar y grandes ventanales para que los turistas claustrofóbicos no lo pasen mal? Pues si las pirámides estuviesen en Buenos Aires, ahora tendrían eso y quizás mucho mas.
Ser gobernante no es sólo asomarse a la Rosada y largar encendidos discursos. Ser gobernante es ser patriota y cuidar nuestro patrimonio histórico con la mayor fidelidad posible, para que las futuras generaciones puedan conocer como vivieron los que engrandecieron la patria que han heredado.

                                                                                                                        Carlos A. Ochoa Blanco







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