MÍNIMA ZONA LIBERADA
Rompecabezas
Origen: Argentina/ Francia, 2010. Dirección y guión: Natalia Smirnoff. Intérpretes: María Onetto, Gabriel Goity, Arturo Goetz, Henny Trayles.
María prepara una gran cena de fin de semana para los tres hijos y su marido (Gabriel Goity) con la que festeja su cumpleaños número 50. Los hijos comentan vivamente su próxima partida del hogar y hay un cambio de opiniones al respecto. Esta primera escena nos está revelando que los hijos se encuentran a punto de levantar vuelo. Quizás no tenga que trabajar tanto en lo sucesivo —podría opinar María si tuviera el hábito de opinar— y tal vez fuera el momento para buscarse algo nuevo que hacer en su futuro tiempo libre. Entre los regalos que recibió hay un rompecabezas que le llama de inmediato la atención. Lo resuelve rápidamente, con una destreza que ignoraba poseer. A partir de allí va adquiriendo la costumbre de comprar juegos de este tipo en el supermercado, cada vez de mayor complejidad a medida que se va perfeccionando. Esto la convierte poco a poco en una verdadera especialista en la materia. Al mismo tiempo resulta claro que es un juego para disfrutar ella sola. Es más, es una actividad para su exclusivo esparcimiento, lo que no deja de suscitar la crítica asombrada de la familia. De ahí a sentir que es la única ocupación que la torna independiente, hay un solo paso. Es un fenómeno que le provoca extrañeza a ella misma y se va transformando, de mero entretenimiento, en verdadera pasión. Es bueno detenerse en esta palabra: pasión. Su esposo opta por ser permisivo, pero a la vez nota, con preocupación, que María olvida con cierta frecuencia tener listas las tareas del hogar. María llega a conseguir una revista especializada, y en ella encuentra la dirección de alguien —un hombre— que se está preparando para una competición en ese juego, y busca colaborador para el certamen, cuyo primer premio es un viaje al exterior. Ella va a la mansión de este hombre (Arturo Goetz) y, en adelante, ya no dirá la estricta verdad a su familia. María Onetto, extraordinaria actriz teatral, que estudió entre otros con Ricardo Bartís, reafirma su talento en el cine, con varias actuaciones sobresalientes, entre ellas el film La mujer sin cabeza. Es destacable la hondura de su interpretación en esta película, estrenada en el BACIFI, prestigioso acontecimiento anual de cine independiente. Si bien Natalia Smirnoff está presentando su opera prima, ya cuenta con una larga labor como directora de casting y asistente de dirección en La Niña Santa, La Ciénaga, El otro y Cama adentro, realizaciones de verdadero mérito. Esta película no ha tenido suerte, cosa que ocurre demasiado seguido con los filmes argentinos, pues los encargados de la distribución la confinaron a salas pequeñas, con precaria exhibición.
MARTHA SILVA
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