lunes, 2 de enero de 2017

EL MUSEO CARLOS GARDEL



MUSEO CASA CARLOS GARDEL

Imprevista refacción y dudas que se presentan……

EL AYER Y EL HOY EN EL PATIO DE LA CASA
 


Desde hace casi dos meses la Casa de Carlos Gardel está cerrada por “refacciones“. Se sobreentiende que una propiedad de tantos años (pese a que fue totalmente restaurada, por suerte, en el 2003) requiere permanente “mantenimiento”. Hasta aquí de acuerdo, el mantenimiento es necesario, pero en las oportunidades en que tuve la suerte de visitarla, esas tareas de mantenimiento no hubiesen requerido muchos días de trabajo.

Lo que importa es que se están haciendo “refacciones” o “reformas” que pueden afectar la “esencia” de la casa, que si bien todos sabemos no es exactamente igual a la original, guardaba ciertos y determinados espacios que nos hacían sentir que por allí habían transitado Doña Berta, Carlitos, “los escobas” (sus guitarristas) y tantos, pero tantos amigos….

Al pie del título coloco: “dudas que se presentan” y esas dudas están presentes en mí ante la falta de criterio utilizado por las autoridades responsables del área. Lo lógico hubiese sido consultar a las entidades y asociaciones vinculadas a la historia y trayectoria de Carlos Gardel, como así también a historiadores, escritores y conocedores de su vida. No se trata del arreglo de una plaza, que siempre es muy bien recibido, si no que se está en un lugar declarado “histórico” en mayo de 1997 y allí hubiese sido más que importante informar sobre lo que se pensaba o se piensa hacer dentro de las paredes de la Casa Museo Carlos Gardel.

Este lugar es Patrimonio de la Comunidad y de la CABA y no se trata que quien se encuentra a cargo del área tome decisiones por iniciativa propia sobre este lugar; funcionario del que desearía saber qué tanto conoce sobre esa casa y la vida de quienes allí habitaron, e incluso donde falleciera la madre de Carlos Gardel, la Sra. Berta Gardés, en julio de 1943.

Deseo poder ver el resultado del “trabajo” realizado y ansío que al hacerlo no se me rompa la ilusión habiéndose desvirtuado “la esencia” de la casa, aparte de preguntarme desde ya: ¿QUÉ NECESIDAD HABÍA DE METERSE CON LA CASA DE CARLOS GARDEL?



Héctor REBASTI

Gardeliano

11 de diciembre 2016







1 comentario:

Unknown dijo...

Coincido con la coherente opinión del Sr.Héctor Fortunato Rebasti.

Soy vecina en el barrio del Abasto desde el año 1959 y tuve el placer y si se entiende, la "emoción" de conocer su original estructura, caminar sobre las mismas baldosas y acariciar las paredes de la cocina donde Doña Bertha elaboraba sus alimentos. Esos macetones que me hacían rememorar aquellos que adornaban los patios de mi infancia y muchos detalles que se podían haber man-te-ni-do y no realizarle una "cirugía estética", que cambia lo esencial de lo auténtico y defrauda los anhelos de los que valoramos los espacios de sus viviendas, que no solo guardan objetos, sino el "espíritu" de quienes son parte de nuestra historia.
Katty