jueves, 30 de noviembre de 2017

COOPERATIVA LA NACIONAL DE URQUIZA 480

La cooperativa La Nacional: Gral. Urquiza 480
Una organización con la misión social de sostener los puestos de trabajo


FRENTE DE LA COOPERATIVA EN URQUIZA 480

Las cooperativas son organizaciones que pregonan una visión social, solidaria, comunitaria. Un ejemplo en ese sentido lo constituye la Cooperativa La Nacional, dedicada a la carpintería, que funciona en Balvanera –Gral. Urquiza 480, a metros de la Av. Belgrano– desde hace seis años. La cooperativa nació en 2003 a las puertas de la crisis del 2001, cuando varios carpinteros de oficio que se limitaban a realizar trabajos chicos en el barrio se unieron, ya que aspiraban a un desarrollo laboral de mayor envergadura. Al principio, el emprendimiento estaba asentado en Parque Patricios, en un pequeño cuarto, hasta que se concretó la mudanza a la sede actual, un enorme galpón de 1500 m². La Nacional –conformada por más de veinte integrantes– se dedica a la fabricación de todo tipo de muebles: equipamientos completos para hogares, oficinas, locales comerciales, stands para ferias y exposiciones, y juguetes didácticos.



INTERIOR DE LA COOPERATIVA

A diferencia de las mueblerías que venden el mueble ya hecho o prearmado, la característica peculiar de la cooperativa es que desarrolla una carpintería a medida. Juan Carlos Velázquez, presidente de la organización, explica en qué consiste ese modo de trabajo: “En nuestro caso viene un cliente que necesita un mueble. Nosotros vamos a su domicilio, medimos el espacio que tiene. Hacerlo a medida es aprovechar el mayor espacio y la mayor altura disponibles. Todo se hace según el criterio y el interés del cliente. Por ejemplo, distribuir los espacios internos del mueble. En cambio, en los muebles ya hechos, las divisiones ya están establecidas y el comprador no las puede modificar. La diferencia entre algo que ya está armado y algo a medida es el tiempo de confección y la calidad. Todo el material que utilizamos es Industria Argentina, le compramos a un proveedor de la zona. Una vez realizado el mueble, nos encargamos de llevarlo y colocarlo”.
Los trabajadores de la cooperativa realizan una labor integral. No sólo lo propio de la carpintería sino que también efectúan trabajos de pintura, albañilería, electricidad y plomería si la instalación del mueble lo requiere. En muchas ocasiones, cuando es necesario, se recurre a integrantes de otras cooperativas como las de la construcción.
Además de trabajar para el público, La Nacional lo hace para empresas constructoras, arquitectos y profesionales. La organización participa en licitaciones o concursos de precios tanto para realizar muebles para todas las unidades de un edificio particular como para el Estado, es decir, para escuelas, hospitales y universidades.
“La cooperativa tiene por objeto sostener la fuente laboral, que a su vez debe estar sostenida por la experiencia, el conocimiento, la calidad del trabajo, las cosas que hacemos. Tenemos como punta de lanza el trabajo social que es lo que nos lleva a ser lo que somos. Por eso integramos entidades donde estamos en contacto con otras cooperativas como FEDECABA y GESTARA. Cumplimos una misión social apoyada en el trabajo. Somos veinte personas que mantenemos veinte familias; nos nutrimos para que esas familias tengan su sustento”, expresa el presidente de la organización.
En este tipo de proyectos es esencial el aporte que pueda efectuar el Estado para asegurar su continuidad y crecimiento. Hace unos años el Ministerio de Desarrollo Social le otorgó a la cooperativa un crédito de $300.000 para su mudanza y la adquisición de máquinas, lo que implicó un gran impulso para el emprendimiento. “El Estado tiene que asistir, ayudar, sostener y acompañar todo proceso que esté vinculado a crear fuentes de trabajo. En nuestro caso lo hizo, doy fe, porque tenemos muchos logros que fueron parte de una acción mancomunada entre la cooperativa y secretarías o ministerios. La ayuda del Estado nos permitió comprar materiales, herramientas, ampliar el espacio”, comenta Velázquez. Últimamente el Ministerio de Trabajo financió la compra de una máquina denominada router, que se utiliza para realizar cortes especiales y es manejada por un operador sentado frente a una computadora.
Los integrantes de la organización se sienten parte de la comunidad y de Balvanera. A su vez, están agradecidos de que los vecinos los consideren de igual manera. “Nos sentimos parte del barrio porque hacemos uso del mismo, lo recorremos, las compras pequeñas de la ferretería las hacemos acá a la vuelta, vamos a la pizzería, a la rotisería, al barcito de la zona. Los vecinos nos saludan, charlamos con ellos, algunos nos dan trabajo o vienen a pedir un pedazo de madera o aserrín”, dice con una sonrisa el titular de La Nacional.
Según los trabajadores, la situación actual de la cooperativa no es la mejor pero tampoco la peor. Afirman que se está en un momento de transición debido al recambio económico. La gente no gasta lo que gastaba antes. Contra esos indicadores, tratan de buscar una vuelta de tuerca. Si los particulares no les compran, participan en las licitaciones del Estado y generan un flujo de trabajo por ese lado. En este sentido, Velázquez señala que en esos casos “no nos desesperamos ni bajamos los brazos sino que mantenemos la calma, vemos un poquito más allá. La postura nuestra es sostener y valorar lo que tenemos. Que los trabajadores sepan que vamos a tratar de sostener las fuentes laborales de cada uno”.

                                                         Laura Brosio









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