El Zoo de Buenos Aires: su cierre y el destino de los animales
Desde hace ya muchos años se viene
hablando del traslado del zoológico, debido al evidente hacinamiento de las
especies que mal conviven en reducidos e insalubres espacios, pero todo quedó
para tiempos futuros sin concretarse nunca.
Ahora se habla de modernizar el histórico “paseo”, del que quienes peinamos canas guardamos recuerdos, al menos de nuestra
infancia.
En la actual “era del PRO” devenida actualmente en “Cambiemos”, o “Vamos Juntos”, se
resolvió convertir al particular paseo en un “Ecoparque”,
del que no trascendieron demasiadas especificaciones.
Si bien el proyecto tiene una
duración total de, al menos, seis años, se espera que reabra en dos. En
paralelo continuarán los lentísimos traslados de los animales que puedan ser
llevados a santuarios y reservas para liberarlos del cautiverio, en una
sucesión con dudas de cuándo puede culminar.
Tampoco se sabe con exactitud qué animales quedarán a futuro.
Las primeras obras serían en los dos extremos del predio, con el objetivo de crear más espacios
verdes y recuperar edificios de valor histórico, que albergarán actividades
culturales, de investigación y consumo responsable, comenzando sobre la avenida
del Libertador y
frente a la plaza Italia, donde hay menos concentración de
ejemplares.
El Zoo estaba
habitado por casi 1.300 ejemplares. Aquellos a los que no
se pueda trasladar, se los reubicará dentro del predio mientras se realicen las
obras. Esta primera etapa también prevé mejoras en los recintos de los
animales, y cada pliego de obra tiene un anexo sobre bienestar animal, cosa que
parece no haber cambiado demasiado en los últimos tiempos.
Mientras se ejecuten estas obras el
ingreso al parque estará restringido para el público en general, aunque se mantendrán visitas guiadas para organizaciones de la sociedad civil.
Tras el proyecto de la reforma, el
espacio tendrá 12 hectáreas (65% del total) de acceso gratuito y dejará atrás
el viejo paradigma de mantener animales exóticos en cautiverio en plena ciudad
como entretenimiento de los niños. En cambio, dará paso a un ámbito que busque
preservar ciertas especies y genere conciencia desde la educación.
Es de destacar el alto costo que
hasta el momento debían abonar quienes ingresaban al
predio y poco se sabe qué ocurrirá a futuro.
El objetivo es que los ejemplares se
reduzcan a solo 350 animales, representantes de 50 especies autóctonas, que
estarían distribuidos según los ambientes naturales de cada región argentina.
En una palabra, como en muchos
proyectos de la administración local, al no haber un proyecto claro se utiliza
aquello de “se hace camino al andar”.
Marta
Romero
No hay comentarios:
Publicar un comentario