El Parque de la Estación y el remate de terrenos públicos
Lamentablemente y a pesar de que existe una ley –la Nº 5.734 del Parque de la Estación–, ésta no fue reglamentada y es incumplida en muchos de sus postulados. Los vecinos continúan pujando por mantener firmes sus añejas aspiraciones de casi 21 años de lucha.
Este proyecto de
autogestión de los vecinos, a través de una Mesa de Trabajo y Consenso, en el que participan más
de 50 de ellos, es único en la Ciudad de Buenos
Aires, y se efectúa a través de las distintas comisiones que se encuentran
activas a pesar de la pandemia y el escaso entusiasmo oficial, entretenido en
el remate de tierras públicas.
Durante la gestión Larreta se remataron
Debe verse cómo
votarán los legisladores –en segunda revisión– y luego de la audiencia
pública, ya que el pueblo de la ciudad no los
eligió como rematadores sino como parlamentarios.
“Más espacios verdes son mejor calidad de vida para
todos”, dijo el jefe de Gobierno durante la inauguración del Parque del Bajo.
Pero la promesa de las 110 nuevas hectáreas verdes está muy lejos de verse.
Justo frente al
Parque de la Estación se puso en venta el edificio de la Dirección de Estadísticas, lugar valioso para hacer negociados, una
muestra barrial del descarado remate.
Según la
estadística oficial en la Ciudad hay apenas 6 metros cuadrados de espacio
verde, en promedio, por habitante, y para colmo mal distribuidos, muy lejos de
los estándares internacionales que fijan mínimos de 10 a 15 metros como límite
mínimo para una razonable calidad de vida. En los barrios de Balvanera y
Almagro los espacios verdes se reducen a solo 0.20 m2 por habitante.
La ciudad, en muchos años, no creció en habitantes, pero lo que
sí creció fue en la desigualdad, miles y miles
de habitantes locales fueron desplazados hacia el conurbano, y villas precarias,
y su lugar ocupado por nuevos habitantes adinerados que irrumpen en lujosos
departamentos en Puerto Madero y otros puntos estratégicos.
Costa Salguero y
Punta Carrasco, pensados como como amplios espacios verdes públicos, fueron
reconfigurados –aprovechando una mayoría parlamentaria circunstancial–, clausurando con este proyecto el acceso de
la población al Río de la Plata, situación inaceptable y resistida por los
vecinos.
Hay que pensar en
cuál es la ciudad del futuro que desean sus habitantes y someterla a plebiscito, para que sean ellos los protagonistas,
dejando de lado los intereses inmobiliarios que se mueven en este tipo de negociados.
En el mientras tanto, los
vecinos continuarán bregando por consolidar en el barrio el Parque de la Estación, no están dispuestos a tolerar que se burle la
ley con dilaciones insostenibles y culpando a la pandemia de las negligencias
que bien pueden subsanarse con la buena voluntad de los funcionarios
responsables.
Consejo de Redacción
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