domingo, 10 de agosto de 2008

EDITORIAL

Gioja y "Blanca Neves": heigh ho!


EDITORIAL
(nº 165 - Agosto 2008)

El meneado conflicto del campo, amplificado por los medios al punto de la saturación, puso en evidencia dos discursos contrapuestos: el ya conocido de la oligarquía agrícola-vacuna que pretende conservar sus privilegios, y el de un gobierno que promete una mayor y mejor distribución de la riqueza.

En el medio, subsiste el pueblo que desde el llano está solo y espera…

Espera…que se termine con los discursos y el hueco palabrerío de ida y vuelta y se alcancen de una vez por todas hechos y realidades.

Del lado del campo poco se puede esperar, ya que hoy en él se mimetiza la camarilla de la Sociedad Rural, que nada ofrece salvo un mayor acopio en su beneficio. ¡Nada para repartir, todo para acumular!

Del lado del gobierno, su reacción tardía va frustrando las expectativas positivas de un verdadero cambio social.

He aquí el problema: repartir la riqueza ¡está bien! Pero ¿cómo y cuándo?, por lo pronto, la oligarquía campera se embolsa 1.250 millones de dólares adicionales.

Como corolario de ese largo y desgastador conflicto quedó la peor secuela: un impresionante encarecimiento del costo de vida, que el gobierno no controla y tampoco reconoce desde las estadísticas fraguadas del INDEC. Existe una Ley de Abastecimiento que no se aplica, ¿por qué? Permite así que lo desestabilicen, y para colmo anuncia aumentos de tarifas.

Los salarios y las ya menguadas jubilaciones quedaron más que desactualizados. Algunos gremios como los de camioneros, petroleros y metalúrgicos poseen sueldos de más de cuatro mil quinientos pesos mensuales, muy por encima de otros que apenas superan los mil pesos. Allí también se producen nuevas desigualdades. ¿Será favoritismo para gremios “fuertes” que paradójicamente dominan la CGT?

Es imperativo un aumento de salarios y jubilaciones, y estas últimas con actualización automática, ¡sin trampas! Por allí debe comenzar la tan publicitada redistribución.

Las retenciones son justas, pero la correcta y definitiva solución al problema es la nacionalización del comercio exterior, así como también la minería, el petróleo y las comunicaciones.

Las riquezas nacionales no pueden continuar en manos privadas, especialmente la minería, hoy despojada por consorcios extranjeros, algunos de ellos asociados a gobernadores, como el caso del sanjuanino José Luis Gioja y su familia. Operan en el país decenas de empresas multinacionales que se llevan el 98% del material extraído, gozan de exenciones impositivas y hasta de subsidios, mientras derrochan agua, envenenan la tierra, el aire y los cursos fluviales.

El oro es un lujo inútil, mientras que sin agua no hay vida…”

Muchas de aquellas empresas son de origen canadiense, como: Barrik Gold, Falconbridge, Goldcorp, Ima Explorations, Aquiline, Resouces, etc., ubicadas en:

Catamarca: Bajo la Alumbrera.

San Juan: Veladero, Pascua Lama y Pachón.

Rio Negro: Calcatreu.

Neuquén: Andacollo.

Jujuy: Pirquitas y Minera Aguilar.

Mendoza: San Jorge.

Santa Cruz: Cerro Vanguardia, Manantial Espejo y San José-Huevos Verdes.

La Rioja: Fátima.

Chubut: Navidad y El desquite

En las últimas semanas el gobernador chubutense Mario das Neves comprometió a la Nación con emprendimientos mineros en el oeste provincial, violando la ley local 5001 y desoyendo el referéndum efectuado en el 2003 en Esquel, cuando el 81% del electorado le dijo ¡no! a este tipo de explotación contaminante a cielo abierto.

“¿Qué le estará pasando al gobierno popular?” No se entienden estas grandes contradicciones que además de lesionar la soberanía nacional, producen efectos funestos en la calidad de vida de la población. ¿Hay un doble mensaje y al mismo tiempo un exceso de discurso?

Por esos caminos difícilmente se llegue a la prometida redistribución de la riqueza. El negocio minero representa un volumen anual de 6.000 millones de pesos, que sobrarían para otorgar el 82% móvil a los jubilados.

¡¡¡De no ser así; que lo desmientan!!!

Hasta la próxima

4 comentarios:

juan zlux dijo...

Miguel, el chiste del epígrafe es que diga "Blanca NEVES" (jugando con el apellido de don Mario). Igual, en el periódico salió bien.
Un abrazo.

Miguel Eugenio Germino dijo...

reparación cumplida...gracias Juan!!!

Anónimo dijo...

¡¡¡bueno por Neves y Bueno por Caperucita.
Leopoldo

Anónimo dijo...

Comparto lo que decis. La complicacion, a mi parecer, es que no hay quien escuche. Creo que la inmensa mayoria no nos comprometemos mas alla de nuestro ambito privado, y, sobretodo los que mas necesitarian un cambio ni siquiera se atreven a imaginarlo