29 de julio de 1966
Noche de los Bastones LargosFRENTE A EXACTAS; LA FOTO QUE RECORRIÓ EL MUNDO |
Muchas noches negras produjeron las distintas
dictaduras en nuestro país: la Noche de los Lápices, la Larga Noche de las Corbatas,
la Noche del Basural
de León Suárez… tantas
noches, la noche de los Palotinos…
Siempre, preferentemente se utilizaron las sombras de
la noche para perpetrar actos ilegales, antidemocráticos… la Noche en la Iglesia de la Santa Cruz… Hubo noches para
todos los gustos dictatoriales, para estudiantes, para adolescentes, para
profesionales, para trabajadores.
La Noche del Apagón de Ledesma… las noches de la quema de libros…
¡Y cuántas más… y cuántos días más… y cuántos
atropellos y asesinatos más en nombre de una autoridad ilegal, brutal y
prepotente…!
La Noche de los Bastones Largos
Se había cumplido un mes del golpe militar que
derrocó al gobierno constitucional del presidente Arturo Illia y que dio
comienzo a la dictadura del general Juan Carlos Onganía (que presidió de facto el país entre 1966 y 1970). En
la Facultad de Ciencias Exactas, en la eterna Manzana de las Luces, la Guardia
de Infantería policial que dirigía el general Mario Fonseca cargó a garrotazos
y con gases lacrimógenos contra estudiantes, docentes y profesores extranjeros
invitados. Hubo
400 detenidos y numerosos heridos.
La destrucción alcanzó a los laboratorios y
bibliotecas y a la adquisición más reciente y novedosa para la época: una
computadora. A esto le siguió el éxodo de profesores e investigadores y la
supresión de los centros de estudiantes. Una feroz persecución se desplegó
hacia los militantes de izquierda en las facultades. Este hecho se conoció como
"La Noche de los Bastones Largos". Fue el 29 de julio de 1966.
Las consecuencias fueron que 1.378 docentes
renunciaron o se fueron del país exiliados. Unos 300 emigraron: 215 eran
científicos y 86 investigadores en distintas áreas. Se inició el éxodo de
científicos que no se detendría a partir de entonces.
Las
universidades públicas argentinas estaban organizadas de acuerdo a los
principios de la Reforma Universitaria, que establecían la autonomía universitaria del poder político y el
cogobierno tripartito de estudiantes, docentes y graduados.
La
represión fue particularmente violenta en las facultades de Ciencias Exactas
y Naturales,
y de Filosofía y
Letras de la Universidad de Buenos
Aires. La Policía Federal Argentina, que se encontraba bajo
intervención militar desde el 28 de junio de 1966, tenía órdenes de reprimir
duramente. El nombre del hecho proviene de los bastones largos usados por
efectivos policiales para golpear con dureza a las autoridades universitarias,
los estudiantes, los profesores y los graduados, cuando los hicieron pasar por
una doble fila al salir de los edificios, luego de ser detenidos.
Aquella
noche por orden de la Dirección
General de Orden Urbano de la Policía Federal Argentina, cinco facultades de la Universidad de Buenos
Aires (UBA)
ocupadas por estudiantes, profesores y graduados, en oposición a la decisión
del gobierno militar de intervenir las
universidades y anular el régimen de gobierno, fueron desalojadas con una
inusitada violencia.
El hecho
Puerta
exterior (calle Perú 222), una de las entradas a la Facultad de Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales de la UBA. Rolando García (hoy celebridad mundial), el
decano entonces, se hallaba con el vicedecano, Manuel Sadosky, cuando entraron los policías.
Salió a recibirlos, diciéndole al oficial que dirigía el operativo: “--¿Cómo se atreve a cometer este
atropello? Todavía soy el decano de esta casa de estudios”. Un corpulento custodio le
golpeó entonces la cabeza con su bastón. El decano se levantó con sangre sobre
la cara, y repitió sus palabras, el
corpulento repitió el bastonazo por toda respuesta.
Fueron
detenidas en total 400 personas y destruidos laboratorios y bibliotecas
universitarias.
En
los meses siguientes cientos de profesores fueron despedidos, renunciaron a sus
cátedras o abandonaron el país. Como se dijo más arriba, emigraron 301 profesores
universitarios; 166 se insertaron en universidades latinoamericanas,
básicamente en Chile y Venezuela; otros 94 se fueron a universidades de Estados
Unidos, Canadá y Puerto Rico; los 41 restantes se instalaron en Europa.
FRENTE A LA FACULTAD DE FILOSOFIA |
En algunos casos equipos
completos fueron desmantelados
Es
lo que sucedió con Clementina, la primera computadora de
América Latina, que había sido construida por Ferranti (del Reino Unido).
Renunciaron y emigraron los 70 miembros del Instituto de Cálculo de Ciencias Exactas, donde era operada. Lo mismo
sucedió con el Instituto de Radiación Cósmica, que fue desmantelado. Algunos
de los profesores e investigadores afectados fueron:
· Adolfo Rafael
Chamorro
(1914-2006), arquitecto, decano
de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de La Plata, quien fuera profesor
titular de la cátedra de Construcciones en la Universidad de Buenos Aires.
· Sergio Bagú (1911-2002), historiador y sociólogo, uno de los pioneros
de la teoría de la dependencia. Exiliado.
· Félix González
Bonorino,
el geólogo más eminente del país.
· Risieri Frondizi (1910-1985), filósofo y ex rector de la UBA.
· Rolando García, epistemólogo, físico, meteorólogo de fama internacional,
fue el decano que enfrentó la toma de la Facultad de Ciencias Exactas. En el
exilio desarrolló la epistemología genética, junto a Jean Piaget. Exiliado.
· Tulio Halperín Donghi (1926-2014), uno de los
principales historiadores de América Latina. Exiliado.
· Pablo Miguel
Jacovkis,
matemático, decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA y presidente
del CONICET en 1999 y 2000.
· Eugenia Kalnay (1942), meteoróloga premiada en 2009 por la Organización
Meteorológica Mundial, perteneciente a la ONU, «contribuciones sobresalientes
en el campo de la climatología».
· Gregorio Klimovsky (1922-2009), epistemólogo,
considerado en el país como una de las máximas eminencias en lógica matemática
y filosofía de la ciencia.
· Catherine Gattegno de Cesarsky, astrónoma de fama mundial
que en 2006 asumió la presidencia de la Unión Astronómica
Internacional.
· Telma Reca, psicóloga, directora del Instituto de Psicología Evolutiva, cesanteada.
· Juan G. Roederer (1929), físico a cargo del Instituto de Radiación Cósmica.
· Manuel Sadosky (1914-2005), había introducido la computación en el país.
Exiliado.
· Mariana Weissmann, física atómica, premio L'Oréal-Unesco 2003, primera
mujer incorporada a la Academia Argentina de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales; exiliada.
Desmantelamiento de la universidad reformista
Con
la intervención del gobierno militar a las universidades, se aplicó una
estricta censura en los contenidos de enseñanza universitaria y se desmanteló
un proyecto reformista de universidad científica de
excelencia, sobre la base de la estrecha vinculación entre investigación y
docencia.
El
hecho está considerado como una referencia central de la decadencia cultural y
académica, y de la fuga de cerebros en Argentina.
Reconocimiento y memoria en cine y tv
En
julio de 2005 la Federación
Universitaria Argentina entregó diplomas de reconocimiento a los 70 profesores
universitarios que renunciaron en 1966 a sus cátedras en la Facultad de Agronomía de la UBA.
En
2004 el director de cine Tristán Bauer estrenó una película con el título "La noche de los bastones
largos: el futuro intervenido".
El
8 de septiembre de 2010, el unitario televisivo "Lo que el tiempo nos
dejó" presentó un capítulo referido a "La Noche de los Bastones
Largos".
Testimonio del norteamericano Warren Ambrose
El
30 de julio de 1966 se publicó en la edición matutina del periódico The New York Times una carta al editor enviada
por Warren Ambrose, profesor de
matemáticas en el Instituto
Tecnológico de Massachusetts y en la Universidad de Buenos
Aires.
Ambrose fue testigo y víctima del ingreso violento de fuerzas policiales a la
Facultad de Ciencias Exactas durante la Noche de los Bastones Largos. A
continuación se reproducen dos párrafos de dicha carta.
“Entonces entró la policía. Me
han dicho que tuvieron que forzar las puertas, pero lo primero que escuché
fueron bombas que resultaron ser gases lacrimógenos. Luego llegaron soldados
que nos ordenaron, a gritos, pasar a una de las aulas grandes, donde se nos
hizo permanecer de pie, contra la pared, rodeados por soldados con pistolas,
todos gritando brutalmente (evidentemente estimulados por lo que estaban
haciendo –se diría que estaban
emocionalmente preparados para ejercer violencia sobre nosotros–). Luego, a los alaridos, nos agarraron a uno por uno y nos
empujaron hacia la salida del edificio. Pero nos hicieron pasar entre una doble
fila de soldados, colocados a una distancia de 10 pies entre sí, que nos
pegaban con palos o culatas de rifles, y que nos pateaban rudamente, en
cualquier parte del cuerpo que pudieran alcanzar.”
“Nos mantuvieron incluso a
suficiente distancia uno del otro de modo que cada soldado pudiera golpear a
cada uno de nosotros. Debo agregar que los soldados pegaron tan duramente como
les era posible y yo (como todos los demás) fui golpeado en la cabeza, en el
cuerpo, y en donde pudieran alcanzarme. Esta humillación fue sufrida por todos
nosotros –mujeres, profesores
distinguidos, el decano y el vicedecano de la Facultad, auxiliares docentes y
estudiantes–.”
“Hoy tengo el cuerpo dolorido
por los golpes recibidos, pero otros, menos afortunados que yo, han sido
seriamente lastimados. No tengo conocimiento de que se haya ofrecido ninguna
explicación por este comportamiento. Parece simplemente reflejar el odio del
actual gobierno por los universitarios, odio para mí incomprensible, ya que a
mi juicio constituyen un magnífico grupo, que han estado tratando de construir
una atmósfera universitaria similar a la de las universidades norteamericanas. Esta conducta del gobierno, a mi juicio, va
a retrasar seriamente el desarrollo del país, por muchas razones, entre las que
se encuentra el hecho de que muchos de los mejores profesores se van a ir del
país.”
Testimonio del decano de Filosofía y Letras Félix Schuster
“Esa noche estaba en la
Facultad de Filosofía y Letras y la noticia no nos sorprendió. Esperábamos con
expectativa la intervención y hasta nos parecía raro que, a un mes de asumir,
Onganía todavía no hubiese tocado la universidad. Teníamos conciencia de lo que
se venía, por entonces yo militaba activamente en el Frente de Izquierda Popular.
Trabajaba como jefe de trabajos prácticos de Filosofía de las Ciencias y, al
igual que todos mis compañeros, tuve que renunciar, aunque no estaba de acuerdo
con esa decisión. Para mí había que quedarse a defender la facultad.”
“A medida que pasaban las horas,
iba llegando gente de Exactas que nos contaba lo que estaba pasando. Era
terrible. Hacían formar fila a los profesores, los hacían salir y los golpeaban
uno tras otro. Se notaba que no había una planificación por parte de los
militares, no eran demasiado hábiles y tampoco tenían mucha información de lo
que pasaba en las facultades. Iban al bulto, sin tener un conocimiento puntual
de lo que querían combatir. Se hicieron preconceptos y actuaban en función de
éstos. Pero sin duda, la Noche de los Bastones Largos fue un anticipo de lo
que pasaría en el ‘76. Para mí fue un golpe terrible, desde esa noche casi no
pisé la Facultad hasta el ‘84. Estuve 18 años sin participar de la actividad
docente en Argentina.”
Miguel Eugenio Germino
Fuentes:
los_bastones_largos.php
-http://argentina.ar/2014/07/29/efemerides-30498-la-noche-de-los-bastones-
largos.php
-http://www.taringa.net/posts/apuntes-y-monografias/16996019/La-noche-de-los-
bastones-largos---29-de-julio-66.html
bastones-largos---29-de-julio-66.html
-http://www.glennmillershow.com.ar/baul/baul_073.htm
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