EDITORIAL OCTUBRE DE 2019
"... Yo no digo nunca lo que creo,
ni creo nunca lo que digo, y si se me escapa alguna verdad de vez en cuando, la
escondo entre tantas mentiras, que es difícil reconocerla”.
Nicolás Maquiavelo, mayo de 1521
Con la aparición de la edición de este nº 292 de octubre de 2019, apenas quedan
veintitantos días para el día “D”, el momento de la verdad. El domingo 27 del
corriente se dirime el futuro de un país devastado por un gobierno que “vino a
hacer lo que había que hacer”, es decir quitarle
a los pobres lo poco que poseían para entregárselo a los ricos, a los amigos
del poder.
Se está llegando
al final de un mandato que tal vez se pueda considerar
–sin error de cálculo– como el más nefasto de la
historia argentina, el que encabezó Mauricio Macri, un personaje incalificable, que de no haber mediado grandes
intereses empresariales jamás hubiera podido arribar
a un puesto que le quedaba demasiado grande, y del que en sus casi cuatro años
de mandato hizo retroceder al país –con su gente
adentro– a niveles jamás pensados.
Ingeniero de
profesión, aunque no se le conoce el
mínimo aporte digno de destacar, por lo que se duda –amén
de tener un diploma legal– de la legitimidad del
título.
Rodeado de otros personajes, CEOs algunos de
ellos, que se prestaron a secundarlo en el “mayor robo a la corona” en
beneficio personal, de gente que además de tener gran parte de su patrimonio en
paraísos fiscales, produjeron la mayor fuga de capitales conocida en los
tiempos modernos.
Tras desmantelar la industria
nacional, con miles y miles de PyMEs borradas del sistema y con la consiguiente caída del empleo que se redujo a
esquirlas, ya que se perdieron más de 4.200 empresas y 250.000
empleos (de calidad), creándose varios miles de monotributistas con trabajo
precario, que contrastan con los rimbombantes
puestos de los amigos del gobierno con sueldos exorbitantes.
El presidente, hace ya muchos
meses –desde el mensaje a la Asamblea Legislativa– perdió la calma, agravó las declaraciones
altisonantes de desprecio “al otro”, a la oposición y al pueblo que denigra
constantemente, junto con algunos de sus funcionarios, irresponsables y
causantes de la debacle a la que se llegó.
La deuda externa contraída con el
FMI, único prestamista posible luego de entrar en default, con el ingreso de
solo capitales híper golondrinas especulativos que a través de la “puerta
giratoria” aprovechan las tasas exorbitantes de interés para hacer sus diferencias y
desangrar las ya menguadas reservas del Banco Central,
que se reduce diariamente hasta casi extinguirse.
De mala gana el macrismo se vio
obligado a aplicar un tardío “cepo cambiario”,
tan criticado al gobierno anterior, y a aceptar la “Emergencia
alimentaria”, aunque se niega a controlar las
importaciones de artículos en competencia con la destruida industria nacional, en
un país que produce comida para 400 millones de personas, pero que tiene 11
millones de pobres, un 33% de su población, estimándose que a fin de año lleguen al 40%.
De ahí las diarias “rabietas
presidenciales”, al que jamás se le cayó de su cabeza tan hueca una idea
constructiva, solo supo esconder mentiras al por mayor, anticipando la debacle electoral del 27 de octubre, le calza perfectamente la reflexión inicial de Maquiavelo: "...
Yo no digo nunca lo que creo, ni creo nunca lo
que digo, y si se me escapa alguna verdad de vez en cuando, la escondo entre
tantas mentiras, que es difícil reconocerla”.
Sin embargo Mauricio Macri continúa
encerrado en un mundo paralelo, fantasioso, inmerso en
las series de Netflix, reviendo los “videítos”
de los pocos miles que le brindaron su apoyo en una Plaza de Mayo sin vallas,
claro está, ciego y sordo a reconocer la realidad que se le derrumba indefectiblemente
sobre sí. Hasta Mirtha Legrand lo abandonó tildándolo de
fracasado.
Hasta la Próxima
LOS PRECIOS MAYORISTAS TREPARON SOLO EN AGOSTO UN 11,2%
¿A CUÁNTO ASCENDERÁN LOS PRECIOS MINORISTAS
DE SEPTIEMBRE?
LA DESOCUPACIÓN YA PASÓ A DOS DÍGITOS: 10,2%
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