LOS 26 AÑOS DE PRIMERA PÁGINA
En medio de una nueva crisis en el país, nuestro
periódico pasa –tal vez– por su
peor momento, al
peligrar su continuidad tras 26 años en contacto con nuestros lectores.
El monopolio del papel prensa y la falta de
cuidado de las autoridades en proveer este insumo principal a valores sostenibles alcanzables para
los periódicos barriales no comerciales de
distribución gratuita, hacen cada vez más difícil su
publicación.
Hace apenas un año festejábamos los 25 años, un cuarto de siglo
de historia en los barrios de Balvanera y Almagro, y recordábamos aquellos
primero meses, difíciles, como siempre ocurre en los inicios de cualquier
actividad.
Hoy, apenas transcurrido un
año, vemos con amargura el retroceso que se
esconde tras la reparación de veredas, algunas vueltas a reparar sin necesidad. Vemos cómo cerraron
negocios de larga trayectoria y el incremento de gente en situación de calle, regresiones
a las que ha
llegado en el país, con sus habitantes inmersos en él.
Sin embargo y pese a todo recordamos los días felices del
inicio de cualquier actividad, y de la periodística en nuestro caso, con una pasión por descubrir la historia más íntima
de Balvanera y Almagro, que fuimos
entregando en artículos mensuales, ya sea sobre los edificios, los acontecimientos o las
importantes figuras que nacieron, vivieron y murieron en la zona.
No imaginábamos el bagaje y la pesada mochila de pequeñas y
grandes historias que hicieron grandes a estos dos barrios y que debíamos descubrir de entre
las brumas de un tiempo escurridizo, de cómo exprimirlas desde los rincones más
recónditos y secretos para traerlas al presente,
resucitándolas y recreándolas para presentarlas en modestas
crónicas mensuales.
Era una de las materias que nos impusimos desde nuestra
fundación, en 1993, en las largas y hasta polémicas reuniones en el
desaparecido Bar América de la esquina NE de Corrientes y Billinghurst, a pocos
metros “del Abasto”, barrio de adopción de Carlos Gardel y Luca Prodan.
Siempre pretendimos lograr los objetivos con renovados
esfuerzos, día a día, mes a mes y año a año, procurando
superarnos siempre.
Nuestra historia, la de los barrios, la de la ciudad, la del
país, la de América y la del mundo, fue materia de muchos estudios que nunca
terminan porque siempre continúan en el tiempo de manera infinita.
Pensábamos que en algún momento se
agotaría aquel bagaje de memoria oculta, pero en cada investigación
descubríamos nuevos y distintos capítulos y gracias a ellos llegamos al año 26
con muchas materias pendientes aún.
No olvidamos tampoco los sucesos barriales y la metamorfosis
que se fue operando en el tiempo, los negocios que cerraron, las casas que
fueron demolidas para dar lugar a grandes moles de cemento, en aras del llamado
“progreso”.
Pero siempre sostuvimos que no debíamos abandonar el intento
de “recordar” el pasado que se incrusta en el presente como algo que no se
puede ocultar ni perder, porque el futuro se construye sobre el mismo pasado
que perdura en lo nuevo.
Ése fue nuestro proyecto
inicial y será nuestro proyecto futuro, el que no abandonaremos nunca.
Miguel Eugenio
Germino
Director
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