miércoles, 2 de junio de 2010

BATALLAS DE PUENTE ALSINA Y CORRRALES VIEJOS



21 / 22 DE JUNIO DE 1880

LAS BATALLAS DE PUENTE ALSINA

Y CORRALES VIEJOS


La larga y traumática confrontación entre la ciudad - puerto de Buenos Aires y las provincias del interior creció después de Caseros (1852), una vez que la provincia de Buenos Aires se separó de la Confederación.

En el lapso de tiempo transcurrido entre las batallas de Cepeda (1859) y Pavón (1861) el espectro político se aglutina en dos grandes bloques, por un lado el Partido Federal Reformado, liderado por los seguidores de Urquiza, apodados “Chupandinos”, y por otro lado el Partido Liberal, herederos del unitarismo (liderado por Mitre), llamados “Pandilleros”. Con el tiempo ambos se transforman en “Crudos” y “Cocidos”.

Como culminación de aquellos enfrentamientos se producen en al año 1880 las batallas de Puente Alsina (21 de junio) y Corrales Viejos (22 de junio), en las que se enfrenta el Ejército Nacional con el de Buenos Aires.

Derrotado Carlos Tejedor, que jugó un papel fundamental del lado porteño, concluye aquel período de guerras civiles y se inicia el proceso de federalización de la cuidad de Buenos Aires.


ANTECEDENTES

Poco duró Justo José de Urquiza en el gobierno de la Confederación en Buenos Aires después de derrotado Rosas en Caseros el 3 de febrero de 1852. El 11 de septiembre de ese año se produce “el golpe septembrino”, a raíz del cual la Provincia se separa de la Confederación y Urquiza se ve obligado a establecer el Gobierno Central en Paraná.

Bartolomé Mitre se convertirá en el hombre fuerte de la secesión. Se conforma entonces el Partido Liberal, donde confluyen además de unitarios algunos federales desencantados con Rosas, todos mancomunados en contra de Urquiza.

El 1º de mayo de 1853 se sanciona en Santa Fe la Constitución Nacional, que designa a la Ciudad de Buenos Aires como la capital del gobierno federal, postulado que deberá mantenerse en suspenso. Mientras la Provincia de Buenos Aires sanciona en 1854 su propia Constitución separatista.

Pastor Obligado es nombrado gobernador, y en posesión de los jugosos ingresos del puerto, inaugura un período de grandes transformaciones en el orden edilicio. Son ejemplo de éstas la construcción del primer Teatro Colón, la nueva Aduana de diseño semicircular y el primer ferrocarril, que se pone en circulación el 29 de agosto de 1857.

La burguesía comercial portuaria reafirmará sus intereses hegemónicos ligados al comercio exterior, como intermediaria de un mercado europeo sin restricciones, a la vez que se consolida como burguesía terrateniente.

Argentina se integra al proceso económico mundial como mercado agroexportador de materias primas, complementario del capitalismo inglés. Los ríos interiores son reabiertos a las naves extranjeras, el país se convierte en una semicolonia, con gobiernos dóciles, estables y ordenados, inmunes a las tentaciones nacionalistas.

El enriquecimiento de la pampa húmeda traerá como contrapartida el estancamiento del interior. Se vuelve a recurrir al crédito externo y al endeudamiento, (aun cuando no se había saldado el rivadaviano empréstito de 1824 de un millón de libras esterlinas a favor de la Baring Brothers). Entre 1853 y 1873 los ingleses le prestarán al país 15 millones de libras esterlinas.

El 23 de octubre de 1859 las fuerzas bonaerenses al mando de Mitre son derrotadas por Urquiza en la Batalla de Cepeda. Renuncia el gobierno de Alsina y se firma el Pacto de San José de Flores, por el que Buenos Aires reingresa a la Confederación. Enfrentados nuevamente en la Batalla de Pavón (octubre de 1861) Urquiza se retira con la caballería intacta dejándole el triunfo a Mitre. Sin dudas, la defección del caudillo entrerriano significó la reafirmación de la hegemonía nacional del Puerto de Buenos Aires.

Entre Caseros y Pavón se estructura el Partido Federal Reformado, con los seguidores de Urquiza y hombres como Vicente López y Planes, Vicente Fidel López e Hilario Lagos, llamados por sus rivales Chupandinos (porque se reunían en bodegones). Del otro lado estaban los Liberales, entre ellos Valentín Alsina, Sarmiento, Vélez Sarsfield y Pastor Obligado, que reciben el mote de Pandilleros (por su propensión a salir en patotas para atropellar a los rivales). Más tarde los primeros devendrán en Crudos y los pandilleros en Cocidos.

El asunto de la federalización dividió a su vez a los liberales, que se perfilaron como nacionalistas de Mitre y autonomistas, de Adolfo Alsina. Estos últimos se convierten en acérrimos partidarios de la secesión definitiva de Buenos Aires y de la conservación de los jugosos ingresos de la aduana, hecho que concita algunos apoyos populares entre los matarifes, peones y orilleros. Por su lado, Hipólito Yrigoyen se incorpora al autonomismo.

Con las presidencias de Mitre, Sarmiento y Avellaneda, entre 1862 y 1880, termina por consolidarse la política territorial del Estado Argentino y la unidad nacional, bajo los principios liberales.

La represión a los caudillos federales del interior como Chacho Peñaloza, Felipe Varela y López Jordán fue la pieza de cambio de Urquiza, que acepta la creación de un ejército nacional para terminar con las rebeliones. Con ese objetivo, por ejemplo, se exhibe la cabeza del Chacho Peñaloza en Olta (La Rioja), para escarmiento y prevención de futuros levantamientos.

Con Avellaneda surge un movimiento de tipo industrialista, afianzado por Carlos Pellegrini, quien diría: “Es necesario que en la República Argentina se trabaje y se produzca algo más que pasto”.

Mediante un acuerdo entre autonomistas y nacionalistas se elige gobernador de la Provincia de Buenos Aires a Carlos Tejedor, hombre imbuido de un porteñismo recalcitrante. El gobernador se presenta sin éxito a disputarle la presidencia a Roca, representante del PAN (Partido Autonomista Nacional) del interior y de la Liga de Gobernadores. Tras su derrota, Tejedor se alza en armas al grito de ¡viva Buenos Aires!


LA BATALLA DE PUENTE ALSINA

En medio de esta temperatura estalla la lucha entre las fuerzas provinciales leales a Tejedor —comandadas por Mitre—- y el Ejército Nacional, que respondía al presidente Avellaneda. El resultado es la Batalla de Puente Alsina, el 21 de junio de 1880. Arias comandaba las tropas provinciales y Racedo las nacionales, la batalla duró varias horas, con un alto costo de 500 muertos.

Aunque el final fue favorable a los rebeldes, no revistió importancia estratégica, ya que éstos quedaron en estricta posición defensiva.

Nicolás Avellaneda abandona la ciudad, que entonces terminaba en las actuales calles Castro Barros-Medrano y establece su gobierno en el Partido de Belgrano (hoy un barrio de la Capital).


LA BATALLA DE LOS CORRALES VIEJOS

Esta batalla del 22 de junio de 1880, será ésta la última, de las muchas que libraron porteños y nacionales durante casi 75 años, en pos del control de los ingresos de la Aduana de Buenos Aires. Hubo dos enfrentamientos anteriores al de Puente Alsina, la Batalla de Olivera (17 de junio de 1880), que fue adversa a los rebeldes, aunque les permitió a éstos ingresar poderosas milicias del interior a los bordes de Buenos Aires.

Enseguida se libró la batalla de Barracas, el 20 de ese mismo mes, donde los nacionales atacaron y encerraron a los porteños en el interior de la ciudad.

Tras la batalla de Puente Alsina son obligados a abandonar incluso los puentes de acceso, dejándolos concentrados en los Corrales Viejos (hoy Caseros y Amancio Alcorta).

Los comandantes de esta batalla, que se dio en llamar De los Corrales Viejos, fueron Nicolás Levalle por los nacionales e Hilario López (hijo) por las fuerzas bonaerenses. Tras varias horas de combate las posiciones locales quedaron severamente comprometidas, encerrados a las puertas de la zona densamente edificada, de manera tal que si continuaban los combates los porteños arriesgarían numerosas bajas civiles. Esta situación los impulsó a negociar, lo que encubrió una virtual rendición porteña.

El 30 de junio renuncia Tejedor, y Avellaneda —que no aceptó una solución a medias— intervino la Provincia de Buenos Aires y disolvió las milicias porteñas.

Finalmente, el 21 de septiembre de 1880 se declara a la Ciudad de Buenos Aires Capital de la Nación.

Las nuevas asonadas, golpes y mal llamadas revoluciones continuarán, pero con otro sesgo: ya no estaría comprometida la capitalización de la ciudad, sino el poder político, con tintes más ideológicos, como la llamada revolución del 90.


CARLOS TEJEDOR

Nació en Buenos Aires el 4 de noviembre de 1817. Luchó contra el gobierno de Rosas hasta su exilio en Chile, e integró la Sociedad Secreta llamada El Club de los Cinco, que conspiró hasta la caída de aquél en Caseros.

Tejedor mantuvo firme su postura de acérrimo localismo desde el bando unitario. Ocupó varias veces la diputación nacional, desempeñó la Procuraduría General de la Nación y el Ministerio Relaciones Exteriores durante la presidencia de Sarmiento.

El 15 de febrero de 1878 fue proclamado gobernador de la Provincia de Buenos Aires; mostró desde el inicio de la gestión su hostilidad al Gobierno Nacional. En ese sentido, se refirió al presidente Avellaneda como que era tan sólo “un huésped en la ciudad”, ya que no reconocía a su Buenos Aires como asiento del Gobierno Nacional.

En 1880 disputó la presidencia con Roca. Al triunfar, le declara la guerra a la nación (tal como se relata arriba) en los combates de Puente Alsina y Corrales Viejos, que le fueron ambos desfavorables, de modo que renuncia a la gobernación.

Fue un hombre pertinaz en la política, prueba de ello es que en 1894 logra ser electo nuevamente diputado nacional. Murió el 3 de enero de 1903.

Miguel Eugenio Germino


FUENTES

-http://www.taringa.net/post/info/4485670/Batalla de Barracas.html

-http://www.rebanadasderealidad.com.ar/espul-06-03.htm

-http://www.panuelosenrebeldia.com.er/index.php?option=com…

-http://es.wikipedia.org/Wiki/Batalla_de_Puente_Alsina

-http://es.wikipedia.org/Wiki/Batalla_de_los_Corrales_Viejos

-http://www.elforolatino.com/f87/biografia-carlos-tejedor.2098

-Sáenz Quesada, María, Todo es Historia, Nº 43, Noviembre de 1970.

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