EL RECLAMO POLICIAL

Luego de tres días de reclamos con patrulleros y policías armados instalados en la puerta de la Quinta de Olivos, el presidente Alberto Fernández anunció la creación de un Fondo de Fortalecimiento Financiero para la Provincia. Se crea con 1% de coparticipación que Mauricio Macri le había dado arbitrariamente a la Ciudad gobernada por Horacio Rodríguez Larreta, llevándola de 1,4% a 3,75% por decreto al traspasar al federal. “Depongan su actitud. No todo está permitido a la hora del reclamo”, les dijo el presidente los policías.                   

El reclamo de la fuerza policial más grande y antigua del país tuvo su solución política. La policía Bonaerense, que ante la asunción de cualquier ejecutivo se ocupa de marcar la cancha, esta vez se pasó de la raya: hombres de uniforme y armados, con patrulleros que debían estar en servicio, se instalaron en la puerta de Olivos. 

Es cierto que la ex gobernadora María Eugenia Vidal tuvo dos reclamos en sus cuatro años de gestión, en abril de 2016 y en agosto de 2018. Pero aquello fue muy distinto; acciones de los familiares y de día, durante un rato de la tarde. Ningún uniformado fue a la base aérea de Morón donde vivía la gobernadora y, mucho menos, a la Quinta Presidencial en tono de amedrentamiento.      

Los policías provinciales perdieron durante la gestión de Cambiemos el 30% de poder adquisitivo de sus salarios a manos de la inflación. Lo mismo que en los anuncios del Plan Integral de Seguridad bonaerense el gobernador Axel Kicillof se comprometió recomponer hace una semana. Pero claro, en ese plan de seguridad anunciado el viernes de la semana pasada con una inversión de 38 mil millones de pesos, la Bonaerense perdía «territorio» a manos de fuerzas federales, que también recibían parte de los fondos anunciados.

Anuncios presidenciales 

Luego de ofrecerles una mesa de dialogo en Olivos y recibir la negativa “de que si no se entraba con cámaras a la Quinta no había reunión” por parte de los efectivos reunidos en el contorno de la residencia, hubo anuncios.    

Allí Alberto Fernández -junto con Axel Kicillof y Verónica Magario e intendentes del oficialismo y de Juntos por el Cambio (estuvieron Jorge Macri, Diego Valenzuela y Néstor Grindetti)- se ocupó de explicar las deudas históricas con la provincia luego de que le sacaran 8 puntos de coparticipación en la década del 80. En materia de seguridad en la provincia, anunció que se crea un fondo de fortalecimiento financiero para Buenos Aires.

Ese fondo se conformará con 1% de la coparticipación que recibe la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, una cifra cercana a 31 mil millones de pesos. El traspaso de la Federal se había calculado en 1 punto de coparticipación, pero al traspasarla, Mauricio Macri transfirió arbitrariamente por decreto 2,35%, suma que excede el gasto de Horacio Rodríguez Larreta en seguridad: un privilegio a la hora del reparto que ningón otro distrito tuvo durante la gestión Macri y que ahora cae. Fernández aclaró que este cambio no implicará “desatender las necesidades o lo que haga falta invertir para que la seguridad de la ciudad funcione bien”. Más allá de la sorpresa que dice tener Larreta por estas horas, el presidente y el jefe de gobierno porteño ya venían negociando este tema desde diciembre y la protesta policial, fogoneada por algunos referentes de Cambiemos, aceleró el desenlace.

Luego de los anuncios, los silenciosos de la oposición respecto de la protesta, Martín Lousteau y Cristián Ritondo, salieron a expresar por redes sociales que esa medida no había sido consultada con la ciudad y “que el presidente con esta medida solo iba a lograr más división”. Los intendentes del PRO presentes subieron a sus redes que no sabían de qué iba el anuncio, a pesar de haber estado presentes, casi como pidiéndoles disculpas al jefe de gobierno porteño. Los medios pro Larreta anoche ya publicaban el malestar del jefe de gobierno de la ciudad, informando que se había enterado minutos antes por teléfono.  

Sindicalización

La protesta de la Bonaerense reabrió el debate sobre la sindicalización de la fuerza y vale recordar que en el 2017 cuando se trató la sindicalización de la Policía Bonaerense en la Corte Suprema de Justicia el máximo tribunal falló por tres votos contra dos por el no:  Ricardo Lorenzetti, Elena Highton y Carlos Rosenkrantz fueron por la negativa y el voto positivo lo plantearon Carlos Maqueda y Horacio Rosatti.  

Por otro lado, el rol de la oposición dejó muestras claras de la falta de aporte con respecto a sostener la institucionalidad y la democracia. Sin ir más lejos la ex funcionaria y asesora de Patricia Bullrich en el ministerio de Seguridad de la nación, Florencia Arietto, el domingo se ocupó de afirmar en declaraciones televisivas que tenía información sobre una “revuelta por parte de la policía de la provincia”. Ya lo sabia 24 horas antes de que comience el conflicto. El actual jefe de la policía de la provincia, Daniel “El Fino” García fue el segundo de Rubén Perroni durante la gestión de Vidal y estos hilos también llevan a funcionarios de Cambiemos.

Después de un extremo silencio durante dos días, finalmente dirigentes de la oposición como los diputados UCR-Juntos Por el Cambio, Facundo Suárez Lastra y Mario Negri, repudiaron la protesta en la puerta de la quinta de Olivos. Inesperadamente hasta Fernando Iglesias hizo algo parecido.  También Horacio Rodríguez Larreta hizo lo propio algunos minutos antes de que llegase el anuncio presidencial. Pero ya era demasiado tarde.