CAJA NACIONAL DE AHORRO POSTAL
EDIFICIO DE LA EX CAJA EN EL AÑO 1945 |
Hacia el límite Este de Balvanera ya en los umbrales de
Monserrat, se levanta el monumental edificio de la Caja Nacional de Ahorro
Postal, todo un emblema del ahorro popular en tiempos pasados, de escasa o nula
inflación.
Fundada el 5 de abril de 1915 durante el gobierno de Victorino de la
Plaza, se ubicó originalmente en Talcahuano y Viamonte, y tras recorrer otros edificios pasó a Callao y Bartolomé
Mitre, hasta recalar definitivamente en este gran edificio
de Hipólito Yrigoyen y Solís, estilo
contemporáneo, obra
de los arquitectos Héctor Morelli, J.R. Ferroina y Alejandro Maneroff. La piedra fundamental se colocó en 1938 y se
inauguró cuatro años más tarde, en 1942.
Es una construcción con basamento,
desarrollo y cornisa en materiales de gran calidad. Su planta baja fue resuelta
hacia el exterior y hacia un patio interior que le aporta luz adicional, cuenta
con techos de vidrio que permiten la iluminación al patio central. El edificio consta de dos subsuelos, planta baja, entresuelo y
nueve pisos altos.
El frente está revestido con granito
claro de Suecia lustrado, hasta el balcón del segundo piso. El correspondiente
a este piso, los balcones del tercero y el motivo decorativo sobre la entrada
principal, son también de granito, pero martelinado.
El resto del frente del edificio está revestido con travertino blanco de San
Juan, sin taponar y pulido.
Las puertas de acceso principales son de
bronce, las secundarias y las rejas de las ventanas son de hierro. Todas las
ventanas del frente y exteriores son de hierro, con perfiles de doble contacto.
La iluminación del frente de los salones de la planta baja se gradúa con
persianas de tablillas de accionamiento vertical.
El gran hall de doble altura ubicado en
la planta baja, está revestido con mármol italiano Imperial lustrado. El piso
está formado por grandes placas de este
material con vetas cruzadas. Los zócalos, los filetes del piso y los capiteles
de las columnas son de mármol de los Alpes. De los mismos materiales son los pupitres. Las
rejas de los mostradores y los artefactos de luz aplicados son de bronce como
la portada de entrada. La baranda alrededor del hall en el piso alto es de
hierro con aplicaciones de bronce. La luz cenital se proporciona por un
cielorraso casetonado, transparente, terminado con azotea plana de baldosas de
vidrio Masluz.
ANTIGUA LIBRETA DE AHORRO |
La planta baja y el primer piso fueron
dedicados a la atención del público, con mostradores que sumaban 120 metros
lineales de ventanillas: reintegros, reembolsos, pagos, registro de firmas. Hoy
en día, este gran hall principal es la sala de lectura pública de la Biblioteca
del Congreso de la Nación. Todo fue revestido en mármol
imperial italiano y adornado con mesas del mismo material y faroles de bronce
de estilo art déco diseñados a
medida, que hasta hoy se conservan, con otra
función.
En 1946 La
Caja entró en el negocio de los seguros con buena repercusión comercial.
Décadas más tarde, en 1973, pasó a denominarse Caja Nacional de Ahorro y
Seguro, y conservó ese nombre hasta su
privatización en 1994, durante la administración Menem.
Actualmente, en una actividad ajena a su
origen, se denomina Caja de Ahorro y Seguro S.A. Dedicada exclusivamente a la comercialización de seguros
generales, de vida, de retiro, y como Administradora de Riesgos del Trabajo
(ART), se ubica en otra sede, ya que este
edificio pasó, mediante donación, a la órbita del Senado de la Nación.
Así quedó como anexo al
Senado y funciona en el edificio la Biblioteca del Congreso, que cuenta con
tres millones de piezas bibliográficas. Su sala de lectura tiene
capacidad para 4.500 personas y posee 40 computadoras con acceso a Internet. Es
visitada por casi mil personas por día, principalmente jóvenes
estudiantes. Los pisos superiores corresponden a oficinas de los senadores
nacionales.
La historia explica que en aquel
entonces, en 1915, fue el diputado cordobés Arturo Mateo Bas quien proyectó la
ley de creación de la Caja Nacional de Ahorro Postal, con la intención de fomentar el hábito del ahorro y la
previsión, enseñanza que se materializó originalmente en las escuelas de todo
el país cuando los alumnos guardaban sus pequeños ahorros comprando estampillas
para pegarlas en los boletines, que luego eran admitidos en las filiales de la
Institución y en las agencias de correos y estafetas (una de estas funcionó en
nuestra Base Marambio). Un grato recuerdo de la infancia de los pibes de
aquellos años, sistema que cayó en desuso al instalarse el mal incontrolable
llamado inflación. Quién no guardó de recuerdo
una de aquellas libretas
históricas aún con un saldo a su favor
totalmente devaluado y olvidado…
Un diputado cordobés sembró la semilla
del ahorro, que malograron entre otro cordobés devenido a ministro privatista
Domingo Cavallo, y un riojano presidente liquidador del patrimonio nacional.
ANTIGUA PROPAGANDA DE AHORRO ESCOLAR |
En abril de año 2015 la institución
conmemoró su centenario, aunque ya desprovista de su esencia originaria. "La
Caja es un sentimiento que no puede paraaaar", fue el cántico que, en
medio de la celebración realizada en el edificio central de la calle Fitz Roy
por los 100 años de su fundación, atronaba en un ambiente pleno de emociones y recuerdos
de varias generaciones que se confundieron entre alegrías y penas, y con una
acercamiento no muy común, entre gremialistas, personal y directivos, casi una
fantochada de la metamorfosis operada por aquella institución pública.
La mítica Caja de Ahorro fue algo muy
particular, como una especie de gran familia, todo ello marcado por el
compañerismo y, en especial, como hecho más saliente, en la atención respetuosa
y paciente que se les daba a aquellos clientes que merecían atención especial.
Y si como ello fuera poco, hubo hasta algunos de los integrantes de ese
personal que excedieron las fronteras de la Caja, tales los casos de figuras
ilustres en el campo de las letras como fue el caso de Marco Denevi (autor de
tantísimas obras literarias y teatrales, entre las cuales se destacó la famosa
novela Rosaura a las diez). A su vez
fueron parte del personal, Osvaldo Calatayud, un personaje irónico y
dicharachero en su trayectoria que se convirtió en director del teatro Nacional
Cervantes; el escritor humorista Pedro Pernías, nacido en España y quien, con el
seudónimo Jordán de la Cazuela, escribía libretos para el gran Tato Bores y en
la recordada revista Tía Vicenta entre
otros tantos, sin pasar por alto al director artístico del teatro San Martín,
Oscar Álvarez Monet. Inclusive el actor Carlín
Calvo incursionó en las filas del personal de la Institución.
AIDA Y UNA RÉPLICA DE LA ESTATUILLA CLASICA DEL AHORRO POPULAR |
La
Nena de La Caja de Ahorro, símbolo impreso en toda la documentación y
propaganda del organismo, era Aída
Ferrari de Troller, quien al crearse la Caja,
en 1914, posó para su padre, el escultor que modelaba el símbolo de la
institución. La pequeña, hoy de jóvenes 90 años vive en el barrio de Flores, y
cuenta anécdotas y recuerdos de la época. En ese momento, la flamante
institución utilizó un dibujo de Ernesto
de la Cárcova (1867-1927), realizado en 1909 con destino a una entidad
bancaria.
Sin embargo, por iniciativa de un
funcionario de la Caja, Arturo Macchi, se realizó el dibujo al bronce, y recién
entonces se obtuvo el grabado definitivo
para la estampilla. Para esa tarea, fue convocado
el escultor italiano Nicolás
Antonio Ferrari (1867-1935), precisamente el padre de Aída. Teniendo el
boceto de De la Cárcova como guía, Ferrari buscó el modelo entre sus dos
hijitas, de seis y ocho años.
Miguel Eugenio Germino
Fuentes
-http://palermoviejo.mforos.com/374107/3591214-voyage-virtuel-en-argentine-viaje-virtual-a-argentina/?pag=8
1 comentario:
Si murió en 2001 no puede tener jóvenes 90 años en 2016. Conviene leer antes de copiar y pegar. A Aida Ferrari me refiero.
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