Una torre por definición es una
construcción arquitectónica de altura con funciones diferentes, ya sea militar,
religiosa, o simplemente decorativa.
En la historia y en el mundo
abundan los prototipos de torres, comenzando por la bíblica Torre de Babel.
También algunas fueron construidas por capricho de
personajes adinerados con el sólo fin de satisfacer inquietudes personales,
como es el caso del misterioso edificio de la Torre Saint de la antigua
calle Cangallo (hoy Perón) 2630.
Emilio Saint, vecino de Balvanera, le encomendó al arquitecto francés Robert Charles Tiphaine
levantar un edificio que fuera imponente, “fuera de serie”, con connotaciones
históricas y arquitectónicas, en un amplio
terreno de la calle Cangallo, casi esquina Paso.
Durante los tres años
posteriores que demandó la mística construcción una plantilla de obreros e ingenieros
copó el barrio. La constructora Galli y Cía. levantó esta estructura de
hormigón armado en la parcela de 19 metros de ancho sobre y más de 50 de
profundidad en paralelo a la calle Paso.
Planificado en el año 1925, fue
terminado en 1928. Tiphaine recorrió las calles porteñas con su valija llena de
planos buscando la forma de trasmitir la influencia parisina para levantar
edificios porteños, seducido entonces por la fantasía que asolaba la vida
cultural de occidente, con el descubrimiento del rostro dorado, joven, eterno e
imperturbable en el sarcófago de Tutankamón, hallado por Howard Carte en 1922, que
sintetiza todos los descubrimientos de aquella época, en medio de corrientes
filosóficas como el positivismo y el auge del psicoanálisis, el ser humano daba
un vistazo profundo a sus raíces culturales. La posterior muerte de los
expedicionarios que trajeron a Tutankamón al siglo XX, alimentó más el mito sobre
el viejo Egipto con sus historias de momias, reencarnaciones y juramentos
milenarios que explotaron periódicos, radios y la incipiente industria del
cine.
Al Río de la Plata llegaron
estas noticias en medio de la transición política de
1922, cuando Hipólito
Yrigoyen (1852-1933), (ex comisario de Balvanera), pasaba el mando presidencial a Marcelo Torcuato de
Alvear (1868-1942).
Pocos años más tarde de haber
pasado la fobia de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), el adiós a las armas
dio paso a los locos años veinte y Buenos Aires se
conmovió ante las noticias que llegaban de la
excursión de aquellos investigadores, arqueólogos y lugareños que empezaba a
dar sus frutos: emergían de pirámides, desiertos
y dunas en el siempre legendario y mitológico Egipto.
Uno de los muchos referentes
culturales de aquel entonces que asimiló las novedades de faraones y sarcófagos
fue Leopoldo Lugones (1874-1938), quien escribió y publicó varios relatos
alusivos, uno de los más conocidos fue “El vaso de alabastro”, aparecido en
agosto de 1923 en el diario La Nación.
A tres años de la maldición de Tutankamón, el arquitecto Tiphaine
se sentó a hablar de negocios frente a Emilio
Saint, empresario heredero junto a sus hermanos de la firma de chocolates Águila, creada en 1880 en un
local en el centro porteño administrado por su padre, Abel Saint, inmigrante de origen francés, para dar vida al edificio
que remataría en su terminación con dos torres gemelas y truncas.
El resultado final fue una
construcción excepcional, una arquitectura que puede
ser divisada y admirada desde los puentes peatonales ubicados en el
límite entre Almagro y Balvanera y de varios otros puntos cardinales del
barrio, alzándose hacia lo alto del cielo en pleno Once. Desde cerca, sorprende
su trabajado portón negro rodeado por paredes talladas y columnas que se abren
en lo alto con detalles en balcones, rodeados por pilastras con diseño egipcio
y capiteles que emulan palmeras.
Según lo describe Germinal
Nogués en “Buenos Aires, Ciudad Secreta”,
la edificación tiene dos torres gemelas con cúpulas de tejas de bronce, que en
la actualidad se han oxidado tomando un tono verdoso. La ornamentación de la
fachada y los remates es ecléctica, sin embargo se ha encuadrado a este
edificio dentro del art decó, aunque
se trata de un diseño previo al estallido de esta corriente en París. Las
columnas que decoran el pasillo central de la Torre Saint tienen influencia
egipcia, donde queda de manifiesto el espíritu de la época en que fueron
proyectadas.
Por desgracia, en la actualidad la
torre izquierda (si se mira desde la estación Once) está dañada y sin varias
partes del coronamiento. La derecha, en tanto, luce el paso del tiempo con
color verde sobre el bronce. No obstante, a casi 100 años del comienzo de este
homenaje al sacudón cultural de los descubrimientos egipcios, los detalles en
la ornamentación sobre los muros continúan nítidos, y se destacan entre las
edificaciones linderas emergiendo la elegancia de aquellos años que la vio
nacer.
Esta original construcción de
Balvanera se encuentra protegida por la “Ley Anchorena” (N° 3056) que resguarda
edificaciones anteriores a 1941. Del mismo modo, según reza la Secretaría de
Planeamiento Urbano a través de su Área de Protección Histórica (APH) cuenta
con catalogación “Singular” y resguardo “Cautelar” del gobierno, de este modo “protege la imagen característica del
área previniendo actuaciones contradictorias en el tejido y la morfología”.
Según el blog Arquitectos-Franceses-Argentina, el galo
Tiphaine más tarde volvió a hacer de las suyas en la Comuna 3 y alrededores.
Por caso, estuvo al frente de las obras en el Colegio Euskal Echea (Sarandí
735), Foyer Francaise (Córdoba 3770) y Casa de Renta (Perón y Larrea). En
Recoleta y Retiro también hay varios edificios aún en pie que nos hablan de su
legado.
El arquitecto Fabio Grementieri incluyó al edificio en su libro dedicado
al art decó en Buenos Aires, y lo
describió poéticamente como “(...) mezcla de esbelto paquebote con estilizado
templo egipcio”, relacionando también a sus dos torres con “(...) amarres para
dirigibles”. A su ecléctica decoración la
caracterizó como reinterpretación en estilo art
decó de “(...) pilastras egipcias, columnas Luis XVI, contrafuertes
góticos, urnas griegas y templetes sajones”, y
emparentó a la Torre Saint con el Waldorf Astoria y los demás edificios
coronados por dobles torres que rodean al Central Park en Manhattan. Por otro
lado, el arquitecto e historiador Pancho Liernur lo asoció a otro edificio
neoyorquino, el Dakota Building, también frente al Central Park.
La sorpresa es que las dos
torres no alcanzan la línea de la calle,
sino que están una detrás de la otra en el interior del lote, lo que dificulta su visión panorámica, para colmo el
edificio quedó sumergido entre las construcciones vecinas que obturaron las
vistas de sus ventanas hasta el noveno piso. Todo un mamarracho de transmutación
arquitectónica de la zona, situación que se repite con
muchos otros edificios emblemáticos de la ciudad.
Tal vez no basta con la
preservación del edificio, sino que a su vez debería haberse resguardado
también un entorno acorde para resaltar su esbelta
figura.
La planta del inmueble es simétrica,
pero con respecto a un eje que pasa por la mitad de la fachada lateral, y está
organizada en dos cuerpos ocupados unidos y simétricos, con formato de “U”, aunque a partir del piso octavo se pierden los bloques de los extremos y se transforman
en “L” hacia el eje transversal donde se ubican
los dos núcleos de ascensor y escalera.
“Más allá de críticas o elogios, esas dos torres
gemelas con cúpulas de tejas –que una vez fueron de bronce– poseen una terraza, que cuando voy a colgar las prendas de mis hijos me
transportan al neorrealismo italiano –relata una vecina–; juego como Sofía Loren y Marcelo
Mastroiani entre las sábanas y presto oído a las historias truculentas que se
tejen. Siento esas apariciones fantasmagóricas y un escozor me conmueve”.
Miguel Eugenio Germino
Fuentes:
-Nogués, Germinal, Buenos Aires, Ciudad Secreta, Ed. Sudamericana, Buenos Aires, Argentina, 1994.
-http://serdebuenosayres.blogspot.com.ar/2012/02/la-torre-saint.html
-http://www.diarioz.com.ar/#!/nota/torre-saint-un-emblema-oriental-enclavado-en-once-44082/
-http://www.taringa.net/posts/turismo/19392964/Balvanera-lugares-representativos-info-fotos.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario