El 3 de marzo de 1940 asesinan a Rogelio Lamazón, dirigente
olvidado de los quebrachales de La Forestal
"Cuando los radicales defendían a los trabajadores"
ROGELIO LAMAZON
MUCHO ANTES, EN 1921, OCURRÍA LA MASACRE DE LA FORESTAL
Para entender la
situación debe recordarse que en el Chaco argentino a fines del siglo XIX no
existía donde proveerse de insumos elementales. No existían ni ferrocarriles ni
caminos. Por eso La Forestal instaló sus propios almacenes que aceptaban
los famosos vales en un mercado cautivo. Eso dio lugar a un mercado especulativo
paralelo.
Entre los años 1919 y
1922, los sindicatos de trabajadores de la empresa protagonizaron luchas
obreras que finalizaron en la masacre de
La Forestal, una de las mayores masacres de la historia argentina. La
empresa se fue de nuestro país en la década de 1960 y cerró las ciudades que había fundado,
luego de haber talado casi el 90% de los bosques y haber causado un proceso de
desertificación y un daño ecológico de proporciones incalculables, aunque
algunos lo sitúan en 3.000
millones de dólares.
Los asesinatos
sucedieron durante el gobierno del presidente radical Hipólito Yrigoyen
y fueron cometidos por el grupo parapolicial Liga Patriótica Argentina y
fuerzas policiales privadas de la empresa, autorizadas por el gobierno de la
provincia.
EL ASESINATO DE ROGELIO LAMAZÓN
El dirigente radical Rogelio Lamazón, de la localidad de Villa Guillermina, en el norte santafesino, era ex jefe de la Gendarmería Volante (grupo de mercenarios privados que azotó el norte santafesino en las primeras décadas del siglo XX, que sería el antecedente y la piedra fundamental para la futura Gendarmería Nacional).
Dicha Gendarmería
Volante era un verdadero azote
para la población de estas regiones, defraudando las buenas intenciones del gobierno central, y en vez de ser un
cuerpo de gendarmería para garantizar los intereses generales de los
pobladores, lo era pura y exclusivamente para lo que ordenase La Forestal.
Lamazón se retiró de
aquella fuerza, defraudado por las tropelías de dicho cuerpo, y fue el comienzo
de su fin y el pre anuncio de su asesinato, ya que hizo causa común con los
trabajadores a los que defendió de la explotación y los atropellos de esa
compañía inglesa The Forestal Land,
Timber and Railways Company Limited,
conocida por todos como La Forestal.
Lamazón tuvo un enorme
predicamento entre los obreros de los obrajes, en su gran mayoría explotados por las empresas. Un día domingo
en que se efectuaban comicios de renovación de diputados nacionales, mientras
colaboraba con sus correligionarios radicales, fue ultimado por quienes habían sido sus colegas de armas.
LA TUMBA QUE CONSERVA SUS RESTOS
SU TRAYECTORIA Y LA PELICULA QUEBRACHO
Los partidos populares de nuestro país produjeron enormes cambios en la defensa de los humildes de nuestra patria. Hasta la llegada de don Hipólito Yrigoyen al poder, el Estado siempre favorecía al capital en detrimento de los intereses de los trabajadores. Más allá de lamentables represiones como las ocurridas en la Patagonia y la Semana Trágica, el Partido Radical en el poder iniciará una serie de reformas que beneficiaron a la clase obrera de nuestro país. En esta línea se encuentra la olvidada figura de Rogelio Lamazón, un dirigente del norte santafecino encuadrado en el radicalismo yrigoyenista, con enorme predicamento entre los proletarios de La Forestal. Debemos recordar las huelgas y levantamientos que se produjeron a principios de la década del veinte, que terminaron con una enorme cantidad de víctimas y despidos masivos, para comprender los hechos posteriores y la lucha de este dirigente social. La simpatía de los obreros con nuestro biografiado no era casual ni producto de la demagogia. Lamazón fue un defensor de la justicia social que pagó con su vida la defensa de los derechos proletarios contra la prepotencia patronal. Tanto es así, que fue asesinado por los sicarios de quienes devastaron el norte de Santa Fe durante las elecciones de 1940.
Tuvo su centro de
acción política en Villa Guillermina y su zona de influencia, como las ciudades
de Villa Ocampo y Las Toscas, localidades que aún sufren las consecuencias del
saqueo de la clase dominante “criolla” y el capital imperialista. Rogelio
Lamazón, lamentablemente, es un “desaparecido” de la memoria histórica de los
santafesinos. Gastón Gori, en su clásica obra sobre La Forestal ni siquiera lo
nombra, y los radicales, salvo alguna excepción, no recuerdan a uno de los
defensores de los trabajadores más comprometidos que hubo en nuestro
territorio. ¡Cuánta razón tiene el “Martín Fierro” al afirmar que “olvidarse de
algo es también tener memoria…”!
“Sólo la película Quebracho,
de Ricardo
Wullicher, de 1974, resalta su figura, interpretando a Rogelio Lamazón el
inolvidable Lautaro Murúa", dice Gustavo Battistoni en su libro inédito Santafesin@.
Para ejercitar la memoria hay que tener con qué, y Rogelio Lamazón se nos
presenta aquí en una interesante dupla a esos fines: la palabra de Battistoni,
y la película completa. Simpática y fuerte aclaración del autor: “Podría tener este artículo como subtítulo: ‘Cuando los radicales se dedicaban a defender a los
trabajadores’. Allá lejos y hace tiempo... En este
caso, recuerdo la olvidada figura de Rogelio Lamazón, cuya tumba en Villa
Guillermina visité el año pasado y se encuentra en estado de total abandono. Así
le ‘pagamos’ a nuestros mejores hombres...".
VILLA GUILLERMINA HOY:CORAZÓN DEL QUEBRACHO
ASÍ LO RECORDABA SU HIJA LIDIA
Me llamo Lidia Adelina Lamazón, mis abuelos eran vascos franceses y emigraron al Uruguay, se radicaron en la ciudad de Paysandú y en esa ciudad se conocieron, se enamoraron y se casaron. Mi abuelo se llamaba Bernardo Lamazón y mi abuela Eloisa Piré. Trabajaron, formaron una gran familia compuesta por varios hijos y mi abuela tenía una hermana casada con un argentino y ellos vivían en Calchaquí, Departamento Vera. Alentaron mucho a mis abuelos para que vengan y mi abuela se entusiasmó tanto que comenzó a querer esta patria antes de conocerla. Aproximadamente en el año 1883 decidieron venir y se radicaron en Calchaquí.
La familia siguió
aumentando y en el año 1887 nació mi papá –Rogelio Lamazón– y en el año 1891
nació Salvador y muchos confunden a dos mujeres que viven en Villa Guillermina
como hijas de papá y no lo son; son hijas de Salvador, es decir, son
sobrinas de Rogelio. Nací el 10 de marzo de 1927 en Villa Guillermina, mi mamá
se llamaba Sara Piciochi y nació en Vera; mi papá –Rogelio Lamazón– nació en Calchaquí,
el 12 de diciembre de 1887, aunque algunos dicen que era uruguayo, cosa que no es
cierto.
Siendo muy pequeña
nos fuimos a vivir por un tiempo a la ciudad de Vera y se desempeñó como jefe de Policía, cargo
que luego de unos años dejó, y decidió volver a comenzar de nuevo desde el
llano en Villa Guillermina.
Tenía una fábrica de aguas gaseosas y su profesión era de Procurador Nacional y
trabajaba con los mejores abogados de Santa Fe: los doctores Busaniche, Candioti
y Atiche, entre otros, y casi todos los juicios
eran de gente contra la empresa La Forestal y la mayoría de ellos los ganaba. Recuerdo que
en una oportunidad lo quisieron sobornar para que abandone Villa Guillermina,
le ofrecieron un millón y medio de dólares pero, por supuesto, no aceptó. También le ofrecieron altos cargos
jerárquicos en la empresa en otras provincias donde operaban y cargos en el gobierno. Su lema era:
“El hombre no se vende, no es una mercancía”.
Miguel Eugenio Germino
Fuentes:
--https://docplayer.es/90740360-Quien-fue-rogelio-martin-lamazon.html
-- http://www.villaocamposf.com.ar/inicio/noticia/6832
-- http://www.riobravo.com.ar/otras-yerbas/item/659-voces-que-cantan-al-trabajador-
-- http://www.editorialutopias.com/wp-content/uploads/2017/04/forestal.pdf
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